Tramas de la investigación en las artes (Libro)
Tramas da pesquisa nas artes
Wefts of Research in the Arts
DOI: 10.30578/nomadas.n56a17
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Libertad Garzón Hurtado
Profesora de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Doctora en Letras, maestra en Lengua, Literatura y Cultura Hispanas y licenciada en Filología Inglesa: Correo: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Natalia Castellanos Camacho
Docente universitaria, actualmente Gestora Foco de Industrias Culturales y Creativas, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias), Bogotá (Colombia). Magíster en Filosofía y maestra en Música con Énfasis en Estética. Correo: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
AUTORES
Varios
EDITORAS:
Natalia Castellanos Camacho y Libertad Garzón Hurtado
EDITORIAL:
Ediciones Universidad Central
CIUDAD:
Bogotá, D. C.
NÚMERO DE PÁGINAS: 157
El libro Tramas de la investigación en las artes de acceso abierto) recoge una serie de reflexiones y ejercicios de sistematización de distintas prácticas artísticas que se desarrollan actualmente en el contexto universitario colombiano, bien sea en el seno de unidades académicas propiamente dedicadas a las artes (música, creación literaria), o en otros campos de conocimiento que empiezan a explorar los caminos de la creación artística como un medio de exploración y de producción de nuevo conocimiento (la estética y las ciencias sociales). Esta obra se presenta así como un lugar de reunión y observación de prácticas creativas de diverso origen que exploran y combinan distintos métodos de investigación, concretándose en un primer mapa que muestra algunas rutas posibles de la investigación en el campo de la creación (las maneras diversas en que estos métodos confluyen e interactúan entre sí en las prácticas creativas) y favoreciendo la discusión, el examen y la valoración de lo que actualmente el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias) llama las I+C a partir de realizaciones concretas.
La publicación surge como producto del diálogo y el intercambio entre investigadores de diverso perfil que se reúnen en torno a un ejercicio de fusión de dos grupos de investigación de la Universidad Central: Estéticas y Poéticas y Heterolalia, ambos pertenecientes a la antigua Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Arte. En este escenario de encuentro y redefinición del horizonte investigativo del nuevo grupo, que vendría a llamarse Caleidoscopia, entre los años 2020 y 2021 se abrió un debate entre creadores e investigadores de distintas disciplinas artísticas y no artísticas encaminado a definir la naturaleza y los objetivos de este nuevo espacio de producción de conocimiento que buscaba desarrollar su actividad alrededor del concepto de la investigación-creación. En este contexto, fue necesario primero resolver una necesidad básica de los programas en artes y de la formación universitaria en general: ahondar en la naturaleza de la investigación artística y explorar la relación entre diversas formas de hacer, de pensar y de producir conocimiento en la academia.
No es casual que el libro sea el segundo de la serie Tramas, propuesta por el antiguo Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos (Iesco), cuya búsqueda y su razón de ser recoge hoy el grupo de investigación-creación Caleidoscopia y este nuevo volumen destinado, como el primero, a “generar recorridos y conexiones que nacen en dimensiones diferentes, aunque colindantes”. Estas tramas aunque no son previamente diseñadas, se configuran por el encuentro de “sujetos y fuerzas de diferentes procedencias que aportan color y densidad […], que se conectan para dar paso a un diseño particular de interpretaciones de la sociedad” (Escobar y Cabra, 2019, p. 12).
El libro aquí reseñado propone la configuración de una trama a partir del encuentro de reflexiones académicas sobre la relación del arte con el conocimiento, marcando dos gestos que nos convocan comúnmente en el ámbito universitario: un movimiento desde las artes hacia otras formas de conocimiento, y desde otras formas del conocimiento hacia las artes. Este proyecto editorial, lejos de pretender mostrar una concepción unificada de investigación-creación en los programas de arte y ciencias sociales de la Universidad Central, busca exponer las diversas maneras como este concepto apalanca, transforma y motiva formas de creación artística de diversa naturaleza, al encontrarnos artistas y docentes provenientes de programas disímiles como son Música, Creación Literaria, Comunicación Social y Filosofía, que a su vez permiten vislumbrar la trama que teje la rica relación entre las formas de la expresión artística y aquellas de configuración del conocimiento.
Dentro de la diversidad de las prácticas artísticas que aborda este libro, se puede pensar en un más allá de la diferencia, de hecho, ese es el propósito de este ejercicio: ir más allá de la diferencia, no solo entre las distintas artes, sino también de la diferencia entre arte y ciencia, para pensar en cómo estas prácticas producen conocimiento.> Por esa razón, la publicación pone el énfasåis en la necesidad de restaurar los vínculos naturales entre las distintas artes, y entre estas y las ciencias, para contrarrestar la parcelación del saber y los efectos negativos que esta práctica de la modernidad ilustrada nos hereda, y que hoy intentamos revertir para restaurar el sentido de la formación integral. En la actualidad, este efecto se quiere contrarrestar mediante el ejercicio de la interdisciplinariedad, concepto extendido, pero no siempre bien interpretado (la interdisciplinariedad es una práctica, un movimiento, no una suma estática de contenidos de diverso origen). No se trata de un acto acumulativo, de la yuxtaposición de conocimientos provenientes de distintas disciplinas, sino de un esfuerzo por recobrar el diálogo (trabajar el “inter”, no lo “multi”).
En respuesta a este malentendido, el libro Tramas de la investigación-creación quiere ser algo más que una colección de perspectivas, en realidad es un cadáver exquisito que deja entrever, de maneras no intencionadas por parte de los autores, lo que representa la investigación y la creación en sus prácticas artísticas y académicas. De allí que no dejen de sorprender y emocionar los ecos de un texto a otro, las afortunadas coincidencias y las saludables divergencias, las diferentes lecturas de algunos referentes comunes y, especialmente, cómo los procesos de investigación conducen a prácticas artísticas con estéticas y técnicas absolutamente dispares. En este horizonte, es claro que este libro es solo una pequeña muestra de la potencia que tiene la investigación-creación en el ámbito académico y en el ámbito de la vida.
El libro se estructura a partir de cuatro ejes de convergencia: el primero se titula “Desde la estética” y presenta el texto de Amalia Boyer, quien propone una reflexión sobre los “dispositivos filosófico-artísticos” que se configuran a partir de las diferentes maneras como los artistas-investigadores se relacionan con sus procesos creativos, comprendiendo que “crear y pensar no se deslinda de la historia de los sujetos”, lo cual nos hace recordar que toda producción del saber y del hacer es resultado de un fino e íntimo tejido entre nuestro pensamiento y nuestro cuerpo.
En “Desde la creación literaria”, Libertad Garzón estudia la estrecha relación que existe entre la actividad crítico-literaria y la praxis creadora en la obra del escritor argentino Saúl Yurkievich, uno de los últimos representantes de lo que Guillermo Sucre convino en llamar la “nueva crítica” latinoamericana, o la crítica entendida como una forma de la creación. En su texto, la autora muestra hasta qué punto, para el lector-poeta, la configuración crítica de una literatura es una acción en sí mismo creativa que resulta de la necesidad del poeta de descubrir sus vínculos con la tradición, y cómo, para el creador, la lectura crítica y la escritura poética no son acciones aisladas, sino complementarias.
“Desde la música” es un eje que ofrece dos reflexiones acerca de las dinámicas en las cuales se entretejen la investigación y las prácticas musicales. Por una parte, el texto “Música colombiana para piano a cuatro manos: de la interpretación a la edición crítica”, de los maestros pianistas Bibiana Carvajal y Rubén Pardo, ofrece un panorama sobre las realidades a las que se enfrentan los músicos que quieren hacer de la música académica colombiana su propio repertorio, llevándolos a convertir la investigación en una práctica igualmente artística y la práctica artística en una práctica investigativa. Este texto se encuentra en sintonía con el texto que le sigue, “Un repositorio de repertorios de compositores colombianos y latinoamericanos: la investigación-creación en los procesos de investigación formativa”, de Natalia Castellanos Camacho, en el cual se recoge la anterior dinámica para proponer un dispositivo de las humanidades digitales que permita la conservación de los repertorios, una herramienta construida a partir de la formación universitaria y la sensibilización de las nuevas generaciones de músicos acerca su lugar como agentes culturales.
Por último, “Desde las ciencias sociales”, presenta el texto Claudia Gordillo y Erick Gómez, titulado “Pálpitos en las imágenes: de cómo se crea investigando o cómo se investiga creando en las ciencias sociales”, que presenta una lectura de la investigación-creación fuera de las artes, en la cual el ejercicio reflexivo y analítico sobre las imágenes induce maneras diversas de presentar el conocimiento suscitado, como pálpitos, tejiendo un singular movimiento entre el pensar y el crear, entre la creación y la teorización.
Martin Buber decía que todo acto de creación es producto de un tipo específico de relación con el mundo, o un modo específico de conocimiento. Este sentido del conocimiento artístico como una forma de relación es el que, a nuestro parecer, recoge el libro Tramas de investigación en las artes. En su filosofía del diálogo, Buber distingue entre el conocimiento que se funda en la relación “yo-tú”, origen fenomenológico de la creación artística, y el conocimiento que se basa en la relación “yo-ello”, o las relaciones sujeto-objeto que constituyen el fundamento epistemológico de las ciencias. En las relaciones “yo-tú”, o la relación dialógica, las cosas dejan de ser cosas pasibles de conocimiento y adquieren la cualidad de “sujetos” capaces de impactar o transformar la subjetividad del observador, el oyente, el lector o el estudioso. Los versos dejan de ser estructuras lingüísticas; la imagen cinematográfica, una sucesión múltiple de imágenes; la nota musical, un signo interpretable. Las relaciones intersubjetivas, a diferencia de las relaciones sujeto-objeto, elevan el objeto natural o artístico a la categoría de hecho estético, capaz de interpelar al sujeto cognoscente al punto de exigirle una acción recíproca. Son las relaciones yo-tú las que promueven la acción creadora.
Por otra parte, la relación dialógica en sí misma no constituye el acto creador. Ella es una experiencia que impulsa al ser humano a la “realización” de la cosa que tiene ante sí (que se le presenta, dice Buber), y le exige su fuerza productiva. Es la necesidad de “realizar” la experiencia estética la que puede conducir a la producción de una obra de arte. En este momento, sin embargo, el artista debe acudir inevitablemente al mundo del “ello”: al universo de los signos, a la técnica, al método, el estudio del material artístico, a la investigación de los recursos, a unas estructuras lingüísticas o lógicas que deberá penetrar y transformar para dar forma sensible a la visión primordial.
Crear significa por tanto aprender a vivir en “el mundo del entre”, en la alternancia entre la relación yo-tú y la relación yo-ello. Crear implica necesariamente aceptar este movimiento entre la organicidad del pensamiento artístico, que admite la entrada de procesos intuitivos o dialógicos, y la distancia objetivante, que permite el desarrollo del pensamiento analítico. Podría decirse entonces que esta dualidad, este movimiento entre extremos aparentemente opuestos, pero en el fondo complementarios, constituye el fundamento epistemológico de las artes.
Ya Gilles Deleuze afirmaba que el acto de creación se caracteriza por el encuentro de un creador con una necesidad, una urgencia de materialización de una idea. No se trata de una idea cualquiera, sino de la idea artística: la idea musical, la idea cinematográfica, la idea dramatúrgica, la idea literaria, entre otras, y así establece una inexorable relación entre creación y pensamiento, en la cual el pensamiento es creación y “crear es resistir”. De esta manera, se trata de figuras no solo poéticas sino que además dibujan horizontes que en nuestra realidad resultan ineludibles.
Por una parte, se encuentra esta noción de la “idea artística”, que lejos de representar una narración, un discurso o un concepto, surge de la práctica artística, de la intuición y la maestría que el artista ha desarrollado, como domando un caballo salvaje, para poder traducir lo imaginado en realidad. Este no es un proceso simple, por el contrario, su complejidad es tal que tan solo podemos acompañar y alentar a nuestros estudiantes a aventurarse en ese viaje hacia sus propias intuiciones para poder aprender por sí mismos cómo convertirlas en obras.
Ahora bien, la naturaleza de toda idea artística se caracteriza por su materialidad, es decir, no es una idea que se convierte en sonido, palabra o imagen. Siguiendo a Deleuze, la idea del músico es una idea-musical, sonora en su origen, así como la idea del cineasta es una idea-cinematográfica, y la idea del poeta es una idea-literaria. Esta diferencia no es necia, responde a la diferencia de base que hay entre las artes, entre las disciplinas artísticas, y que solo dan cuenta de la magnitud del arte y la creación en lo humano.
“Resistir” significa aquí ser capaces de eludir todo intento de polarización (reducción) de la experiencia artística, y de manera más esencial, de la experiencia humana. No se trata de una cosa o la otra, sino de saber permanecer en el “mundo del entre”, que es para Buber lo revolucionario. El reto del artista es volver complementarias estas categorías que la tradición sitúa en extremos opuestos e irreconciliables; resistir al intento de reducción del arte a la pura intuición o a la pura técnica. Esto tiene un valor simbólico de cara a nuestra sociedad: pensar las artes desde la relación investigación-creación es querer restaurar un vínculo natural que se ha roto (la modernidad las separa a la par que promueve la división del trabajo, la profesionalización, la disociación de goce y trabajo… no los artistas). Pensar las artes desde la relación investigación-creación significa recuperar una trama originaria que el pensamiento racional insiste en desenmarañar, como si los hilos sueltos, observados de manera aislada, pudieran revelar por sí mismos la auténtica naturaleza del tejido, al margen del entramado en el que cobran verdadero significado.
Referencias bibliográficas
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ESCOBAR, M. y CABRA, N. (2019), Tramas de sociedad. Miradas contemporáneas. Universidad Central.
- Detalles
- Última actualización en 31 Enero 2023