Prótesis afectivas y otras (con)figuraciones: cuerpos, subjetividades y afectividad en la era del celular (Libro)
Próteses afetivas e outras (con) figurações: corpos, subjetividades e afetividade na era do celular
Affective Prostheses and Other (Con) figurations: Bodies, Subjectivities, and Affectivity in the Era of the Cell Phone
DOI: 10.30578/nomadas.n58a7
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Esteban Jerez Díaz
Estudiante del Doctorado en Antropología y maestro en Sociología, Universidad de los Andes (Colombia). Antropólogo de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia). Correo: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
AUTOR:
Jorge Alberto Palomino Forero
EDITORIAL:
Pontificia Universidad Javeriana
CIUDAD:
Bogotá
NÚMERO DE PÁGINAS: 340
AÑO: 2023
COMERCIALIZACIÓN: aquí
¡¿Dónde está mi celular?! Es hoy una pregunta muy cotidiana que pareciera menor, pero expresa un vínculo muy profundo con un dispositivo que, si bien parece algo externo o ajeno a nosotros, hace parte de nuestro cuerpo, es importante en nuestras relaciones interpersonales y nuestra subjetividad. De prótesis afectivas y otras (con)figuraciones: cuerpos, subjetividades y afectividad en la era del celular, escrito desde la perspectiva indisciplinada de Jorge Alberto Palomino Forero, presenta una cartografía que permite navegar las intrincadas intersecciones entre la tecnología, la corporalidad y el complejo universo emocional en la modernidad más contemporánea. Esta reseña se propone analizar los argumentos centrales del autor, destacando su valiosa contribución al estudio de las relaciones personales y la dimensión corporal en los tiempos de la digitalidad y la virtualidad, desde una perspectiva etnográfica y crítica.
Este libro tiene una potencia metodológica que reside en su riguroso enfoque etnográfico, logrado con una cuidadosa observación participante, entrevistas cualitativas con un grupo diverso de usuarios de celulares (jóvenes universitarios, adultos y adultos mayores). A través de este camino, el autor logra captar las complejidades y las sutilezas de las prácticas cotidianas, los discursos y las emociones que subyacen al uso de los smartphones. Esta metodología permite una aproximación que va más allá de los análisis cuantitativos o las encuestas masivas, revelando las experiencias subjetivas y las interacciones contextualizadas que definen la vida en la era digital en Colombia y Latinoamérica.
La obra establece un diálogo con autores de los estudios culturales, el giro afectivo, los nuevos materialismos, la sociología de la comunicación y la antropología, como Eva Illouz, Karen Barad, Paula Sibilia, Sara Ahmed o Donna Haraway, cuyas ideas retoma para construir su propio marco conceptual. Esto le permite al autor posicionarse críticamente frente a diversas perspectivas y plantear unas lecturas novedosas de cara a la información empírica en el contexto colombiano. De este modo, contribuye a la comprensión de la mediatización de los afectos, la construcción social del cuerpo en la era digital y las transformaciones de la subjetividad, enriqueciendo el campo académico con nuevas categorías de análisis, como la idea de la estructura disipativa del sentire, que permite comprender la distinción entre emoción, sentimiento y afecto. Es un documento muy potente para quienes están interesados en la investigación del cuerpo, las emociones, el género, la tecnología y la subjetividad.
El autor introduce sagazmente la idea de prótesis afectiva para describir la profunda imbricación del celular en nuestra vida emocional, un planteamiento que redefine la comprensión de las relaciones personales. Lejos de ser una herramienta inerte, el smartphone se presenta como un dispositivo que no solo facilita, sino que moldea la expresión y la recepción de afectos, tejiendo un nuevo tapiz en la interacción humana. El autor argumenta que la portabilidad y la constante conexión a internet han dotado al celular de una capacidad sin precedentes para mediar nuestras relaciones, pues allí se genera una expectativa de disponibilidad y contacto casi perpetuo, difuminando las fronteras entre la presencia física y la conexión digital. La inmediatez en la comunicación, por ejemplo, ha reconfigurado las dinámicas de pareja y amistad, donde la validación y el sostenimiento del vínculo a menudo dependen de respuestas rápidas y constantes actualizaciones de storys y estatus. La espera de un mensaje o la visualización de la última conexión del otro se convierten en indicadores de cercanía o distancia emocional, cargados de significado y muy importantes en las relaciones.
Además, el autor detalla la emergencia de nuevos lenguajes afectivos, como los emojis, GIFs y stickers, que no solo complementan la comunicación escrita, sino que a menudo la reemplazan como auténticos sustitutos de la expresión facial o el tono de voz. Ante la codificación de la emoción a través de formatos digitales surgen planteamientos muy interesantes sobre la comunicación y la comunicación de las emociones, así, por ejemplo, ¿qué matices se pierden en esta traducción de la afectividad a un lenguaje pictográfico? ¿La rapidez en la expresión emocional a través de un simple corazón o pulgar arriba empobrece la complejidad de los sentimientos o, por el contrario, permite una comunicación más eficiente en un ritmo de vida acelerado? La obra nos invita a reflexionar sobre la paradoja de la conexión, pese a estar más conectados que nunca, se pueden generar nuevas formas de aislamiento o de superficialidad en las interacciones. Por ejemplo, se observa cómo la comunicación digital a veces reemplaza el encuentro físico, relegando la riqueza de la interacción no verbal y el compartir de espacios tangibles, lo que podría conducir a una atomización de las relaciones, donde la profundidad se sacrifica en aras de la amplitud de la red de contactos. En coherencia con planteamientos de una sociología de la reflexividad y algunos teóricos de la modernidad, el autor ilustra cómo estas dinámicas se manifiestan en la cotidianidad de parejas, amigos y familias, quienes navegan entre la conveniencia de la conexión constante y el anhelo de una intimidad que trascienda la pantalla. Este es un punto por el cual encuentro el libro interesante, novedoso, pero además muy oportuno en términos de las demandas sociales y emocionales del momento histórico.
Otro de los aportes que más valoro del libro por su originalidad es su análisis de la forma como el celular incide en la percepción y presentación del cuerpo, llevándonos más allá de la mera concepción anatómica e introduciéndonos en un debate sobre la apariencia. Allí, el autor va más allá de la noción del cuerpo como simple presencia física para explorar cómo las prácticas mediadas por el smartphone lo redefinen, lo exhiben y lo someten a nuevas lógicas sociales, afectivas y de consumo. El selfie y el nude no son presentados como meros actos de vanidad o exhibicionismo, sino como complejas estrategias de autoconfiguración y relación. La primera no solo es un registro visual del yo, sino una construcción activa de identidad en tiempo real, una forma de validación social y una mediación constante entre el yo interior y el yo digital, perpetuamente expuesto a la mirada ajena. La elección del ángulo, la iluminación, el filtro y la pose no son triviales; son decisiones conscientes que construyen una narrativa deseada del sí mismo a través del cuerpo y del ser.
Los nudes son expresiones multifacéticas de intimidad, poder, deseo o vulnerabilidad, con profundas implicaciones éticas y sociales respecto a su circulación, recepción y las potenciales consecuencias de su difusión no consensuada. Allí, la obra nos invita a ver en estas prácticas no solo una sexualización, sino también una forma de agencia y autodefinición en un espacio digital que contrasta con la constante exposición del cuerpo en redes sociales y lo convierte también en un objeto de observación, juicio y comparación.
Todo ello influye en la autoestima, que puede tocar fenómenos como la dismorfia corporal, y acentúa la presión por alcanzar ideales de belleza preestablecidos, no solo por la cultura popular, sino ahora también por algoritmos y por la mirada colectiva de la red. Además, el autor nos lleva a reflexionar sobre cómo la conexión constante, aunque aparentemente orientada a la afectividad, también abre puertas a nuevas formas de vigilancia y control del cuerpo y la actividad del otro en las relaciones personales, desdibujando los límites de la privacidad y la autonomía corporal.
El autor concluye este análisis sugiriendo que la fusión del humano con el celular nos convierte en una suerte de cyborgs contemporáneos, donde la extensión tecnológica se encuentra tan inherentemente integrada a nuestra existencia que ya no la percibimos como externa. Esta idea de un cuerpo mediado y performativo por la tecnología plantea interrogantes fundamentales sobre la corporeidad, la autonomía y la identidad en la era posthumana.
En definitiva, el libro es una invitación urgente a un análisis social sobre nuestro propio yo en el uso del celular, un artefacto que dejó de ser un simple dispositivo para convertirse en una extensión intrínseca de nuestra humanidad. Es una lectura obligatoria para cualquier académico, estudiante o profesional interesado en los temas complejos de los afectos y los cuerpos que habitan la era de la hiperconexión, ofreciendo herramientas conceptuales y empíricas en lo local, para navegar este paisaje social cada vez más digitalizado.
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- Última actualización en 21 Septiembre 2025