De Al Massira Al Birm: Crónica del conflicto entre nómadas Saharauis y el Reino Marroquí
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De Al Massira Al Birm: Crónica del conflicto entre nómadas Saharauis y el Reino Marroquí
Al Massira Al Birm: Conflito crónico entre sarauís nômades e marroquina Unido
From Al Massira To Birm: Chronicle of the conflict between Saharawi nomads and the Moroccan Kingdom
Carlos Mario Valenzuela Tamayo*
Edición Oscar Darío Forero Usma**
* Doctor en Ciencias Económicas, D.A. en Economía del Desarrollo, Maestría en Economía del Desarrollo, D.EM.G en Ciencias Económicas y Maestría en Lingüística. Actualmente es Consultor de Naciones Unidas para procesos electorales.
** Docente-investigador de la especialización en Comunicación-Educación del Departamento de Investigaciones de la Universidad Central y candidato a magister en Planificación y Administraci ón del Desarrollo Regional de la Universidad de Los Andes.
Resumen
Durante cada misión, este colombiano ha escrito sendas cartas, para compartir con amigos y familiares sus vivencias y sus lecturas de los procesos. Con su autorización, el equipo de redacción de Nómadas ha editado la carta que escribió sobre la identificación electoral de los nómadas saharauis que podrían eventualmente participar en el referendo por la autodeterminación de este pueblo del Sahara Occidental. Se ha procurado mantener el tono epistolar, en que el autor mezcla la calidez narrativa con una gran capacidad analítica e interpretativa.
Camp Dakhla,
23 diciembre de 1997
Queridos todos:
¡Asalaam Alekum! ¡Saludos desde el Sahara! Aunque un poco llenos de arena, estos saludos van felices, porque creo, sin mucho riesgo a equivocarme, que de todos los lugares adonde me han llevado mis trabajos onuasíanos, este es el que más le interesaría a la mayoría de ustedes. Es que el Sahara es una maravilla maravillosa (sin temor a redundancias). El encanto viene del lugar, del Sahara. Estoy contento aquí, me han mandado a la mitad del desierto, a un campo de refugiados a 250 kilómetros de Tindouf, en el oeste de Argelia. Aún cuando las condiciones no son las mejores, el aislamiento y la magia de este sitio me tienen absolutamente encantado. El trabajo como miembro de la Comisión de Identificación para el referendo no es exactamente lo que me había imaginado, pero tampoco carece de interés.
Desde aquí, en nuestra base empolvada y seca en medio de rocas y arena, me siento a años luz del Hotel África y su inusitado décor de surrealismo africano. No es que esté muy lejos de la costa liberiana. Pero el mar, la humedad y el despelote de la humanidad negra y simpática de Monrovia1 quedaron atrás. Aquí se respira un aire seco y sereno, la población es más apacible y misteriosa. Sigo trabajando en Africa, pero en otra, muy distinta a la que ya me había acostumbrado.
Llegué hace unas pocas semanas. Mi pasada por Bogotá, como ya es desafortunada costumbre, fue demasiado breve y apenas me di cuenta que había llegado, cuando ya estaba embarcándome para el Sahara. En Madrid perdí la conexión por retraso del vuelo y, en lugar de seguir a Casablanca, me tocó pasar allí una noche; como andaba cansado y con maleta rota, el cambio no me molestó para nada. Al otro día, en el aeropuerto de Casablanca, empecé mal mi relación con Marruecos. Como no llegué a tiempo, el representante de la misión no me esperaba; yo ingenuamente buscaba por mi cuenta la salida internacional para continuar con mi vuelo al .Sahara Occidental. y, con cara de piedra y sin asomos de sonrisa los oficiales me hicieron saber que .la provincia del Sahara forma parte integral del reino de Marruecos. y que, por tanto, el vuelo a El Aiún (su capital) es nacional. Para mi fortuna, casi inmediatamente me topé con el representante de la MINURSO2, y más importante, con Pascal, un buen amigo francés de UNOMIL. Ellos me sacaron de líos y de allí en adelante me dejé llevar como oveja mansa.
El Aiún está en pleno desierto, a unos 25 kilómetros del mar. La ciudad es nueva y muy .moderna. para mi gusto, tiene un ambiente tranquilo, agradable y con suficiente movimiento como para no ser aburrida. Por esta época el clima es ideal: calor seco y moderado durante el día, fresco por las mañanas y las noches (hay que ponerse saco y todo, es una maravilla), brisa constante, cielo azul total, estrellado por la noche: es el .invierno., delicioso. Las condiciones de vida tampoco son como nos las habían descrito antes de llegar. La ciudad tiene electricidad, agua, calles pavimentadas, se encuentra de todo. Los marroquíes han invertido mucho dinero en la zona en los últimos veinte años y los resultados se ven: nada que ver con una Monrovia destruida y en ruinas. El sitio es una verdadera belleza, rodeado de dunas maravillosas, olas de arena en perpetua mutación: un espectáculo. Me alojaron en el hotel más elegante, bastante charro pero sin el humor surrealista del Hotel África. La habitación y la alimentación son gratis, pagados por el Rey de Marruecos.
El Aiún (Laayoune en inglés y francés, Al.Ayun en árabe) fue fundada por los españoles ya bien entrado este siglo para que sirviera de capital administrativa de su colonia, el Sahara Español. Ahora quedan muy pocas señas de la presencia española, y en los últimos años la ciudad se ha .marroquinizado. montones, amén de la presencia de los militares del ejército real. Marruecos ha promovido la migración de millares de personas no-saharauis, cambiando así la estructura demográfica y el ambiente de la ciudad. El Aiún pasó así de ser un pueblo dormido a una ciudad pequeña pero pujante, centro militar, orgullo de Marruecos que hace alarde de su .prosperidad. como un ejemplo más de los beneficios de pertenecer al reino. Para el Frente Polisario, en cambio, El Aiún de hoy en día se ha convertido en un símbolo de la ocupación marroquí, una ciudad reprimida y triste, llena de .extranjeros . y fuerzas de ocupación, cuyos habitantes nativos están en su gran mayoría condenados a vivir en el exilio.
Esas dos percepciones sobre El Aiún resumen el conflicto que nos tiene aquí reunidos. Mi trabajo aquí gira en torno a la identificación de votantes para la eventual realización de un referendo. En Nueva York me habían descrito un trabajo focalizado en políticas y estrategias. Sin embargo, aquí la cosa pinta muy distinto. Se trata de una instancia operacional donde la mayoría de los funcionarios va al terreno a decidir caso por caso si la persona tiene derecho a votar. La idea no me apasiona, pues yo siempre he preferido la planeación y la coordinación de las operaciones a la implementación directa de actividades (como buen neivano, dirán algunos). Sin embargo, pienso que puede ser muy divertido; es una buena manera de conocer directamente la situación y de aprender montones. Además, el contacto directo con los lugares y la gente me ha hecho mucha falta en las últimas misiones.
La primera semana fue de capacitación y la pasé de película, conociendo el lugar y aprendiendo; a pesar de que en MINURSO es política que a los recién llegados se les deja en El Aiún aclimatándose por un tiempo, en medio de la capacitación me llamaron los jefes y me anunciaron que me mandaban a Camp Dakhla, un campo de refugiados saharauis en la zona de Tindouf. El viaje tenía que ser rápido (¿cuándo no?), al otro día. Pero según ellos no tenía por qué preocuparme, mi estadía sería de una semana. A mí ni se me había ocurrido que tendría que haberme preocupado por algo, así que cuando me dijeron que no me preocupara, pues… ¡me preocupé! Averiguando supe que ese campamento tenía una reputación terrible, era el más lejano de todos y el viaje en carro es complicado. Habían tenido muchos problemas para lograr que alguien aceptara irse, porque las condiciones de vida los ahuyentaban. Acababan de reabrir la base esa semana, pero ya un miembro de la Comisión se había enfermado y había que remplazarlo urgentemente. Acepté ir a lo más lejos de lo más lejos, y aquí estoy en Camp Dakhla, en medio del desierto argelino, feliz y encantado de la vida.
De cierta manera es irónico que desde que llegué a la misión de Naciones Unidas en el Sahara Occidental, la mayor parte del tiempo la he pasado en… ¡Argelia! Aquí es donde, huyendo de las tropas y bombas marroquíes, llegaron los saharauis independentistas en 1975. En un acto casi sin precedentes, Argelia apoyó la causa del Frente Polisario, acogiendo los refugiados y entregándoles terrenos del desierto argelino, para establecer su república en el exilio (la República Arabe Saharaui Democrática, la RASD).
Como supondrán, al tratar de resolver un conflicto territorial, hay que tener mucho cuidado al referirse a lugares y actores. Al retirarse los españoles de su colonia, los saharauis cambiaron el nombre a Sahara Occidental. Sin embargo, a pesar de aparecer en el nombre oficial de la misión, los marroquíes no aceptan esa denominación, prefieren hablar de las .provincias del sur., o de la .provincia del Sahara.. En la misión se ha optado por la denominación más neutra de .el Territorio.. El Territorio tiene una zona bajo control marroquí que los del Polisario llaman .zona ocupada., al resto se refieren como .zona liberada.. Nosotros hablamos de las .zonas al este o al oeste del birm. (muro de arena construido por los marroquíes entre las dos zonas). Tampoco se habla de la RASD, sino de .el otro lado. o de .la zona de Tindouf.. Además, oficialmente no se habla de .los marroquíes. ni .del Polisario. sino de la .parte A. y la .parte B., respectivamente.
De estas sutilezas no sabía nada cuando nos mandaron a Pascal y a mí, en un Antonov hacia Tindouf. Me sentí muy en el Sahara cuando el Antonov empezó a aterrizar en plena arena. Aún más cuando en Smara se subieron al avión cuatro sheikhs (jeques), con sus vestimentas muy propias y sus sendos turbantes y barbas, repartiendo en árabe saludos y bendiciones para la tripulación y nosotros dos. En Tindouf me despedí de Pascal, a mí me esperaba un jeep para llevarme directamente a Camp Dakhla. El viaje es de unas tres horas, y fue la primera oportunidad que tuve para apreciar el desierto con detenimiento. Tindouf se veía mucho más seco y rocoso que El Aiún, a medida que fuimos avanzando el paisaje iba volviéndose más agreste, casi lunar. El desierto en que se encuentra Camp Dakhla se llama L.Hamada: el .desierto en el desierto .. Considerado el centro espiritual (no geográfico) del Sahara. Es un entorno áspero y a primera vista hostil, es una extensión eterna de piedra y arena, donde predomina un panorama de fin del mundo, de una belleza eléctrica y muy particular. Nada que ver con el desierto de turistas con las dunas suaves y los oasis de dátiles y palmeras. Seguimos andando en zonas cada vez más agrestes y de pronto, a lo lejos, vi un puesto de guardia del Polisario. Para entonces, ya me sentía en una pelí- cula de aventura de los años 40: soldados enturbantados, con sus Kalashnikov, saludándome en árabe y español, deseándome la bienvenida. Allí, en una hondonada, como una aparición, estaba el campamento, un larguero de algunas casuchas bajitas en barro y piedra, montones de tiendas (carpas inmensas), y algunas construcciones más grandes con torres redondas, exóticas, donde quedan las escuelas y los edificios del gobierno del campamento.
Como les decía, los saharauis declararon su república en exilio desde su llegada a este sitio en 1975. Más importante, establecieron todo un sistema de gobierno, con las instancias administrativas necesarias para manejar no sólo los campamentos, sino también su lucha por la independencia y el retorno al Sahara Occidental. Estos campamentos son manejados por ellos mismos, si bien dependen integralmente de la ayuda externa. Existe un gobierno .nacional., establecido en Rabuni, cerca a Tindouf; allí están todas las oficinas públicas, incluyendo ministerios y otras dependencias. Además se han organizado cuatro grandes campamentos (wilayas, que en árabe significa algo así como comuna administrativa), donde vive repartida la población en exilio. Para darles nombre recuperaron los de las .ciudades. más importantes del Territorio (El Aiún, Smara, Auserd, Dakhla). Camp Dakhla, además de ser el más aislado, situado cerca a la frontera entre Argelia y Mauritania, es también el más grande de todos los campamentos. Se calcula en 60.000 el número de habitantes. En total, los saharauis exiliados en la zona de Tindouf están estimados entre 170.000 a 200.000, aunque es difícil saber con certeza cuántos son por la falta de estadísticas y el constante movimiento entre los campos y Mauritania.
La tarde de mi llegada yo no salía de mi asombro, al ver ese montón de tiendas en un reguero que sólo más tarde entendí tenía lógica, pues los habitantes se han agrupado en .barrios. (unidades administrativas con su gobernante). Los .barrios. han tomado el nombre de los pueblos en el Territorio, situados alrededor de la ciudad cuyo nombre lleva el campamento. Dakhla es una .ciudad . importante en el Territorio, situada en el centro (El Aiún está en el norte, cerca a la frontera con Marruecos) en una entrada al mar y al parecer de los que conocen, es el lugar más hermoso del Sahara Occidental. Camp Dakhla, muy lejos del mar, está organizada por .barrios. que llevan el nombre de Oum Dreiga, Aargub, Guelta Zemmur.
Camp Dakhla, enero 23, 1998
Un poco tarde, pero de todas maneras les va un gran abrazo de Feliz Año. Por estos lados las fiestas fueron tan poco emocionantes como lo había supuesto. Navidades las pasé aquí en Camp Dakhla, trabajando normalmente, yo soy el único no musulmán, así que ni pavo, ni tamalitos, ni regalos. Año Nuevo estuvo mejor - me fui con Pascal a Marruecos (Agadir, Marrakech y Essaouira). A pesar de lo que me encanta estar en Camp Dakhla, siempre el aislamiento es un poco intenso, y las salidas a algún lugar distinto son bienvenidas. Me sorprendió volver a ver verde: árboles, flores. El país es bonito, recordaba eso de mi primera pasada por allí hace 21 años. Agadir no me gustó, un gran centro de turismo, réplica en la costa marroquí de cualquier .resort. en Florida. Marrakech, en cambio, es increíble, me divertí montones en la ciudad vieja, perdido en las calles angostas y embobado con el espectáculo de la legendaria plaza Djenna el Fna, donde día y noche se encuentran actividades: no sólo vendedores de cuanta cosa, bailarines y músicos de la zona, sino toda clase de actividad esotérica. ¡Las mil y una noches se quedaron en pañales! En Marruecos nos tocó el inicio de Ramadán, el mes de ayuno que se celebra en todo el mundo islámico3. Vimos mucho movimiento en Marrakesch y Essaouira, pero El Aiún me sorprendió. En esta ciudad, normalmente tan calmada, la gente sale a las calles a eso de las nueve de la noche, cuando ya han comido, y las calles se vuelven un carnaval completo de animación por todos lados.
De resto las cosas por aquí van bien, tranquilas. Todos los días llega un montón de gente para ser identificada. Tenemos dos equipos de identificación, cada uno compuesto por un oficial de registro y el miembro de la Comisión. En la sala hay varios observadores: de los marroquíes (.parte A.), del Polisario (.parte B.), de la Organización de Unidad Africana (OAU). Además están presentes dos sheikhs: uno del lado marroqu í (.sheikh A.), otro del Polisario (.sheikh B.): su trabajo es dar testimonio, como jefes de tribu, sobre si conocen al postulante y si lo reconocen como miembro del grupo tribal por el que se ha presentado. Se hace una entrevista y después se decide si efectivamente es la persona que dice ser y luego el miembro de la Comisión decide si puede participar en el referendo o no (.eligible to vote.) de acuerdo a criterios acordados por las diferentes partes. Parece sencillo pero puede ser complicado, porque ambas partes andan con jueguitos.
Voy a hacer un paréntesis para explicar esto de la identificación. Dentro del .Plan de Resolución. propuesto por la ONU para solucionar el conflicto en el Sahara Occidental, se plantea que el medio de resolver el problema es a través de un referendo que le permita a los saharauis definir si quieren la independencia o la integración a Marruecos.4 Una vez las dos partes acordaron llevar a cabo un referendo para resolver el conflicto, éste se ha convertido en el eje del proceso y en un verdadero nudo gordiano. Lo primero, por supuesto, era determinar quién tenía derecho al voto, que en este caso, equivalía a decidir quién es saharaui. Primer problema, y de peso: inicialmente se podría pensar que saharaui es toda aquella persona que vive en el Territorio. El lío es que se trata de una sociedad nómada, donde tradicionalmente no se han respetado los límites que existen hoy en día entre las diferentes naciones, que son tan sólo producto de una herencia colonial. Existe choque entre un parámetro natural (la tribu) y otro arbitrario (las fronteras que hoy definen el Territorio de Sahara Occidental).
Aquí lo que funciona realmente son los lazos de relación de tribu. La sociedad saharaui está compuesta de unas seis tribus importantes, con varias subdivisiones de grupos tribales (fracciones, subfracciones) cada una con sus jefes tradicionales, los .sheikh.. Al inicio de los años 70, España había aceptado, bajo la presión internacional, llevar a cabo un referendo sobre la autodeterminación del pueblo saharaui. En 1974 los españoles realizaron un censo, que se consideró en la época muy completo (hoy en día Marruecos lo cuestiona mucho). Allí se hizo una tipología de las tribus saharauis que se encontraban en aquel momento en el territorio. El Frente Polisario siempre ha sostenido que únicamente la gente inscrita en el censo tiene derecho a votar (unas 70.000 personas), mientras que Marruecos insiste en que deben tener derecho a votar todas las personas .de origen saharaui. (y habla de 200.000 a 300.000 electores potenciales). Según algunos observadores, la intención de Marruecos es inflar la población electoral para que puedan votar todos los colonos que han traído en las dos últimas décadas, con el fin de que el resultado del referendo les sea beneficioso.
Por presión de Marruecos, finalmente se ampliaron los criterios de identificación y se acordaron cinco: el primero es que la persona esté inscrita en el censo español del 74; el segundo que la persona pueda probar que era residente en el Territorio durante el censo pero por su nomadismo no pudo ser censada; el tercero que sea hijo o hija, padre o madre de alguien censado o residente en el Territorio durante el censo. Hasta ahí vamos bien, pero luego se inventaron unos criterios para satisfacer las demandas marroquíes: el cuarto dice que no importa donde naciste siempre que puedas demostrar que tu padre es saharaui nacido en el Territorio y el quinto, que puedas demostrar que eres saharaui y viviste en el Territorio seis años seguidos o doce intermitentemente, antes del censo. Aún hay desacuerdos en la interpretación y por eso, la identificación continúa.5
Pareciera, revisando la historia de la implementación del Plan de Resolución, que la misión ha sido manipulada por Marruecos desde un inicio. Esto se ve en pequeños detalles: mi primer día en la misión, al llegar a la sede de la MINURSO lo primero que veo ondeando a la entrada es ¡una flamante y gigantesca bandera de Marruecos! A eso se suma el hecho de que los .trabajadores locales. de la misión son propuestos por las autoridades marroquíes, y muchos de ellos han sido personas implicadas en asuntos de violencia y tortura contra los saharauis independentistas. En parte por la debilidad política y la ineficiencia administrativa el proceso nunca avanzó mucho, pero en verdad, este es un asunto muy complicado. El conflicto, que en un principio podría verse como sencillo de aprehender, es realmente muy complejo, lleno de sutilezas y de tejemanejes que no permiten el fácil entendimiento ni auguran final exitoso. Es necesario revisar la historia para entender la magnitud del problema y vislumbrar todos sus recovecos.
Los saharauis son una mezcla de pueblos bérberes propios de la zona y de tribus procedentes de Yemén que llegaron al norte de África en el siglo XIII. En el siglo XVIII ya tenían identidad propia y diferenciada: grupo de tribus nómadas llamadas el Ahl Essahel. Nunca tuvieron un .estado independiente. (concepción más bien occidental), y eran tribus con soberanía. España tomó control de la región en 1884, proclamando el .Protectorado Español de la Costa Africana del Río de Oro.. Inicialmente se quedó en la costa, que sigue siendo una de las costas más pesqueras del mundo. A pesar de la resistencia saharaui, la presencia española se propagó, hasta llegar en 1920 a la Guera (en el sur, frente a Nouadibhou en Mauritania) y a Smara (en el interior) en 1934. Dividió su colonia (Sahara Español) en dos partes administrativas: Saguia al-Hamra (norte) y Río de Oro (sur). Luego fundó la capital, El Aiún, y empezó a exportar los fosfatos por los que la región es famosa.
En 1967 se formó el Movimiento de Liberación del Sahara, que fue reprimido por las fuerzas franquistas en 1970; en 1973 se creó el .Frente de Liberación de Saguia al-Hamra y Río de Oro. (Frente Polisario) para combatir el colonialismo español. Desde 1966 las Naciones Unidas se interesaron en la situación del Sahara Español, pidiendo que se les permitiera a los saharauis ejercer su derecho a la autodeterminación6; la ONU sugirió la posibilidad de un referendo a través del cual los saharauis pudieran decidir su suerte. España aceptó, y en 1974 llevó a cabo un censo de población con miras a organizar el referendo en 1975. Marruecos, por su parte, siempre había tenido pretensiones territoriales sobre toda la costa noroccidental de Africa, incluyendo Mauritania y llegando hasta Senegal y zonas de Malí (concepto del .Gran Marruecos.). En 1970 abandonó sus pretensiones sobre Mauritania, pero siguió con su mira puesta en el Sahara. Durante los 60, armó un frente unido con Argelia y Mauritania contra los españoles para presionar la salida del poder colonial. Muchos saharauis pelearon contra los españoles apoyados por Marruecos y aún al interior mismo del ejercito marroquí, hecho que Marruecos utiliza ahora para .probar. la marroquinidad de los saharauis.
Dadas las pretensiones de Marruecos, en 1974 la ONU pidió a la Corte Internacional de La Haya una opinión sobre si el Territorio había sido .tierra de nadie. (terra nullius) antes de la colonización y si no, cuáles eran los .lazos legales. entre el Territorio, el Reino de Marruecos y Mauritania. La Corte contestó en octubre de 1975 diciendo que algunas pocas tribus tenían vínculos con el sultán de Marruecos, pero que no existía ninguna relación legal entre el Territorio y Marruecos; insistió en que el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui seguía intacto. El Rey Hassan II de Marruecos organizó ese mismo día una gran marcha de civiles para .recuperar . el Sahara. Esa .marcha verde . (Al Massira)7 fue un evento majestuoso, tal como lo había querido el rey. 350.000 personas físicamente invadieron el Sahara. A los pocos días, los soldados reemplazaron a los civiles; España salió del Sahara dejándolo en manos de Marruecos y Mauritania; estos procedieron a ocupar las zonas que les .tocaba.. El Frente Polisario rechazó el acuerdo y proclamó la independencia y el nacimiento de la República Árabe Democrática Saharaui, el 27 de febrero de 1976.
A partir de allí se inició la lucha armada del Polisario para lograr la liberación del Sahara. Millares de saharauis huyeron ante la ocupación marroquí y se instalaron en el interior del Territorio. Sin embargo, los ataques a los civiles los obligaron a seguir cada vez más al interior hasta llegar a Argelia, a la zona de Tindouf, donde se les dio la posibilidad de instalar sus campos de refugiados en completa autonomía y autocontrol. Argelia y Libia continuaron apoyando la causa saharaui expresada por el Polisario y ayudaron tanto a los guerreros como a los civiles. Frente a los continuos ataques del Polisario a las tropas de Mauritania, este país cedió sus pretensiones territoriales y se retiró en 1979. Sin embargo, inmediatamente después Marruecos ocupó el sur del Territorio (incluyendo la ciudad de Dakhla, en la costa). A pesar de que inicialmente sus tácticas de guerrilla le permitieron tener varias victorias, el Polisario pronto se vio en desventaja frente a las fuerzas mucho más numerosas y mejor equipadas del ejército marroquí. Marruecos edificó el birm, un muro defensivo construído de arena protegido con minas y alambre de púas que separaba las zonas del Territorio. Hoy en día, el birm encierra, en la zona ocupada por Marruecos, dos tercios del Territorio (donde están los mayores centros poblacionales).
Sin embargo, Marruecos nunca pudo traducir sus victorias militares en el ámbito diplomático. Por una parte, es obvio que la rivalidad de Marruecos con Argelia jugó mucho, al decidir esta última apoyar incondicionalmente la causa saharaui. La .autodeterminación. del Polisario tuvo universalmente mejor acogida que la de .integralidad territorial. presentada por Marruecos. Así pues, hasta el momento ningún país ha reconocido formalmente la soberanía de Marruecos en el Sahara Occidental, mientras que unos setenta países han reconocido la RASD (incluyendo Colombia, si no estoy mal). Las Naciones Unidas han rechazado la ocupación de Marruecos y siguen preconizando el derecho a la autodeterminación. En 1984, la RASD fue aceptada en la OAU, lo que causó la salida inmediata de Marruecos de la organización. En 1988 la presión internacional finalmente obligó a Marruecos a discutir en foros internacionales el conflicto en el Sahara Occidental. Ese año la ONU presentó su plan de resolución que veía, después de un proceso de cese al fuego, de desarme y de liberación de prisioneros, la organización de… ¡nuestro mítico referendo! Para establecerlo se creó MINURSO en 1991. Después de muchos problemas, finalmente la identificación se inició en 1994 (casi tres años retrasada), y conoció mil dificultades en el camino. Camp Dakhla, febrero 15, 1998 Aquí siempre, pero siempre, sopla el viento, es lo normal. Pero hay épocas en que el viento viene repleto de arena .parecen nubes de polvo que invaden todo.. A eso le llaman siroco (cuando el viento sopla de sur a norte) y harmatan (cuando sopla de norte a sur). Ha habido interrupciones en la identificación, no han sido graves, pero son preocupantes porque pueden ser señales de evoluciones posteriores. En la última semana de enero tuvimos que parar por varios días, resultado de un incidente donde la tensión entre los dos Sheikhs no pudo contenerse. Estábamos con una subfracción de los Ulad Delim, la tribu supuestamente más árabe y en todo caso la más guerrera y .peleona .. Predominan en el sur del Territorio, desde Dakhla (también en Camp Dakhla). Me gusta trabajar con ellos porque son gente de carácter y de mucho espíritu. Pero eso a veces puede ser complicado. En esta ocasión el .sheikh A. estaba acosado por los observadores marroquíes, que no paraban de hacerle señas todo el tiempo para que no reconociera a nadie. La gente se quejaba: .¡¡¿Cómo qué no sabe quién soy yo, si crecimos juntos y jugamos juntos y enamoramos juntos?!!. Inmediatamente los observadores A decían que los candidatos estaban intimidando a su sheikh, y los observadores del Polisario no podían dejar de mostrar su descontento. En un momento dado, el .sheikh B. le dijo al .sheikh A.: .¡Uno tiene que ser burro para no reconocer a sus propios parientes! .. Allí fue Troya: el jefe de los observadores marroquíes se paró y empezó a alegar de manera agresiva y el sheikh B, que no es ninguna paloma, lo mandó a comer perdices y parece que lo trató de .berber. (manera tradicional saharaui de llamar a los marroquíes). Lo cierto es que la delegación de Marruecos se paró y se negó a reiniciar el trabajo si no había disculpas oficiales de parte del .sheikh B.. El incidente podría considerarse cómico, de no ser por las consecuencias. Me partía el alma ver a la gente, que llevaba horas esperando para ser identificada, muchas de ellas de otros campamentos y pasando apuros para poder presentarse. El .sheikh B., una belleza de persona, bastante digno e impresionante con su barba blanca y su turbante negro, no quería bajo ningún motivo presentar excusas. Como hablaba muy bien español, pasé mucho tiempo con él, tratando de convencerlo de que valía la pena hacer un esfuerzo para que la gente de su grupo tribal pudiera identificarse y tener derecho al voto. El respondía que entendía lo que yo le explicaba, pero que había momentos en que la dignidad de las personas y de todo un pueblo exigía alguna reacción: ya llevaban decenios sufriendo el yugo marroquí, escapando a sus bombas y, en un momento dado, no podían dejarse pisotear más. Después de un par de días, el viejo sheikh aceptó excusarse y las cosas continuaron, aunque en un ambiente de tensión impresionante8.
Tengo la sensación que los marroquíes están buscando excusas para parar, o por lo menos atrasar, la identificación. Me parece que ellos se están dando cuenta de que es difícil controlar los resultados del referendo, y como no pueden salirse del proceso, están tratando de bloquear las cosas pero culpando a las otras partes (el Polisario, las Naciones Unidas). El cambio de actitud de la ONU tampoco les ha dado motivos de sentirse seguros, pues luego de un largo período de ser muy complaciente con ellos, ahora la organización ha finalmente decidido actuar con firmeza. El Secretario General anunció hace poco el nombramiento de un nuevo Representante Especial. De manera que por ahora todas las partes están muy nerviosas, y el proceso ha llegado a un momento crítico, mientras todos esperan a ver qué camino coge la cosa9.
Por otra parte, los cuadros de reencuentros familiares, me han ayudado a entender y humanizar el drama de esta gente, que les ha significado no sólo la pérdida de su espacio, sino también la separación de las familias. A veces, el .sheikh A., que viene de .allá., no ha visto a sus familiares que se vinieron para .acá. hace más de veinte años. El otro día entró a la sala de identificación una señora muy vieja y al ver a su hermano, .sheikh A., que no había visto en 25 años, le dio un ataque de algo, de sentimiento digo yo, y lloraba y lloraba y lloraba de una manera tan conmovedora, con gemidos tan profundos que se me hacía pedacitos el corazón10.
Las reacciones de la gente son sorprendentes. Una vez tuvimos que sacar a una señora que se lanzó contra el .sheikh A. que no la quiso reconocer, pero que había sido su esposo por años, ella era la madre de cuatro hijos suyos. O el otro sheikh que después de interrogar a un candidato por largo tiempo, indicando con sus preguntas que conocía detalles de la vida pasada de esa persona, termina diciendo solemnemente: .Ma tarafo. (no lo conozco). La gente se siente desconcertada y ofendida, además, socialmente es grave que uno de sus jefes no los reconozca como miembros del grupo tribal.
Como lo he ilustrado, no se puede siempre tener mucha confianza en el testimonio de algunos sheikhs. Nosotros hacemos una entrevista lo más exhaustiva posible para contar con elementos a la hora de tomar una decisión. Es un chiste, porque el tipo de información que es tan importante (y tan natural) para nosotros, como el lugar o la fecha de nacimiento, para los saharauis no lo es. Cuando se les pregunta en que año nacieron, las respuestas frecuentemente varían entre el .en el año del cometa ., a .durante el tiempo de la gran enfermedad. o .poco después de la muerte de Sidi Mohammed.. En cuanto al lugar de nacimiento, ellos tienen otro concepto. .El Sahara., dicen ellos (Sahara significa .desierto .). .Pero ¿dónde en el Sahara?.. Ellos se quedan boquiabiertos. El Sahara es el Sahara. Para un pueblo nómada, la pregunta no tiene mucho sentido, pero para nosotros es vital, así que insistimos: .¿en Dakhla o en Aargub?. .Sí.. .¿Sí qué?. .Allá.. .¿Allá en Dakhla o en Aargub?. .Kif kif. (la misma cosa).
Otro asunto al que hay que acostumbrarse es el sistema de los nombres. Yo ando hecho todo un experto en el tema. Hay que saber que en el sistema saharaui no hay apellidos, y el nombre común tiene tres partes: el nombre de pila, el del papá y el del papá del papá. Así pues, un nombre común puede ser Mohamed Ahmed Abdelwuadud, o sea Mohamed wilt Ahmed wilt Abedlwuadud (wilt significa .hijo de., bint significa .hija de.). Además, en el censo español se cometieron muchos errores, incluyendo las transcripciones en español de los nombres árabes. Pero los mayores problemas se presentan con los nombres de los antiguos esclavos que tienen nombres propios pero, o utilizan el de sus .dueños., o en el censo figuran con el nombre de la familia con la que viven11. En los campamentos observa uno un abanico racial bastante amplio: hay saharauis desde muy blancos hasta bastante negros, todos islámicos, todos hablando Hassanía12, todos vistiendo la misma ropa.
Camp Dakhla, marzo 20, 1998
Como resultado de las buenas relaciones con los saharauis, últimamente nos han invitado a varias bodas. Aquí, como en todo el Sahara, las bodas duran varios días. En Timbuctú los Tuareg contaban que los festejos podían durar desde dos días hasta una semana, dependiendo de la fortuna de la familia13. También he tenido suficiente tiempo para .chismosear. el interior de las tiendas (Khaima): todas son muy parecidas, el mismo estilo de decoraci ón, muy sobrio, nada de muebles, sólo una cómoda en madera donde tienen los instrumentos del té, las cobijas y los cojines, todo lleno de tapetes hermosos. Es curioso, porque las veces que he podido entrar a una casa saharaui en el Territorio, he visto que la .decoración. es exactamente igual.
En la misión, la situación política está cada vez más compleja. Aunque el proceso continúa, y hemos avanzado mucho más de lo que nunca se había logrado, el problema de las tribus contestadas14 sigue, pero no ha habido un paro significativo en la identificación. Los marroquíes andan muy nerviosos y muy .delicados.; hace unos días interrumpieron el proceso y tuvieron una reunión de sheikhs A y observadores en Rabat. Hubo acusaciones contra la MINURSO (principalmente contra la gente de Tindouf). Los ataques de la prensa marroquí contra nosotros son feroces e injustos. Nos acusan sin la más mínima prueba.
Hasta hoy no ha habido ningún preparativo para el referendo como tal. La impresión que me da es que todos piensan que cuando se haya hecho la identificación (tan complicada) el referendo será más fácil. Todavía no se ha hablado sobre el código electoral ni sobre los procedimientos electorales a seguir. Creo que para todos es claro que las bases legales serán expedidas por la ONU en su momento. Pero el aspecto político no ha sido pensado claramente, en el sentido que aquí todo se negocia entre las dos partes, y conociéndolos un poco, esto no será nada fácil15.
Tindouf, abril 7, 1998
Ando con una tristeza espantosa. El jueves pasado cerramos el centro de Camp Dakhla, y eso fue terrible; hubo lágrimas y abrazos y salimos todos con el corazón en la mano. Fueron casi cinco meses absolutamente increíbles desde todo punto de vista. Pero qué se le va a hacer, se acabó el trabajo y había que cerrar y seguir a otras partes. Así y todo, dejar Camp Dakhla fue mucho más difícil de lo que me hubiera podido haber imaginado hace algún tiempo. Siempre lo consideré único, pero ya en marzo se había convertido en un sitio muy, pero muy especial. Ahora pertenece a mi mitología personal, y desde ya lo considero absolutamente irreemplazable.
Las últimas semanas en Camp Dakhla fueron perfectas: alcanzamos un ritmo de trabajo óptimo en condiciones muy difíciles, el tiempo estuvo de maravilla y, lo más importante, el equipo dejó de ser un montón de colegas para convertirse en un equipo bien sintonizado que disfrutaba, además, de una vida cotidiana absolutamente deliciosa. Después de otro pequeño corte en el proceso, producto de maniobras marroquíes, el ambiente de la identificación cambió montones. Los observadores de Marruecos revisaron su discurso completamente: de asegurar sin cesar que ellos ganarían el referendo sin lugar a dudas, pasaron a decir que nunca habría referendo, que nosotros en la ONU éramos unos ilusos al pensar en eso y que, en todo caso, era claro que ellos nunca dejarían el Territorio.
Bangui, 20 mayo 1998
Ya estoy en mi nuevo trabajo, en Centro Africa, sin poder cerrar mi relación con el Sahara. Por el momento, me quedo con mis recuerdos, mi música árabe, mi nostalgia por el desierto y mis propósitos de volver al Sahara. Veremos qué pasa por estos lares centroafricanos y que me depararán por aquí los próximos meses. Mientras tanto, ya desde aquí, va siendo tiempo de empezar a despedirme de verdad, esperando que sea tan sólo temporalmente: despedirme de los amigos saharauis y de los colegas; despedirme del Sahara, de sus dunas y sus cielos estrellados y despedirme de todos ustedes. Hasta pronto entonces, queridos todos ¡Massalama, shoukran!
Abrazos,
Carlos Mario
Citas
1 Monrovia es la capital de Liberia; país donde estuvo en la anterior misión con Naciones Unidas, denominada UNOMIL (Misión de observación de Naciones Unidas en Liberia).
2 Misión de las Naciones Unidas por la organización de un referendo en el Sahara Occidental.
3 Durante el día no está permitido pasar bocado, ni probar agua, ni siquiera tomar medicina, pero por la noche se .rompe el ayuno. (.break the fast., por primera vez entendí la etimología de la palabra .des-ayuno.) y son las fiestas más animadas que se pueda uno imaginar.
4 Para llevar a cabo unas elecciones en cualquier parte del mundo, lo primero que hay que hacer es establecer la población electoral. Es necesario determinar no sólo quién tiene derecho al voto, sino también cómo se reconoce formalmente ese derecho. Hoy en día, en sociedades relativamente estables, donde las elecciones son prácticas sistemáticas y regulares en el tiempo, la población reconocida como electora se define en torno a los conceptos de .nación. y .ciudadanía. - personas nacionales que cumplen con algunos criterios, entre otros el de la mayoría de edad-. El reconocimiento formal de ese derecho no suele ser más que una simple cuestión de registro de electores, generalmente resuelta a través de la presentación de un documento de identidad que prueba la elegibilidad de cada una de las personas que cree tener el derecho a votar. En los casos de las elecciones de .transición., de esas que nosotros hacemos, el problema de base es en esencia el mismo, pero su resolución es, por lo general, mucho más complicada. Inicialmente se tiene que definir quién es elegible o no. Esto lleva, en la mayoría de los casos, a confrontar la problemática que dio origen al conflicto en cuestión y que es por lo tanto objeto de los diferentes acuerdos de paz. Así por ejemplo, el problema en Camboya (donde no existía un estado unitario) era la definición de quién era un .nacional. camboyano; en África del Sur, estaba relacionado con que el manto de .ciudadanía. se extendía por primera vez a grupos de población que no eran blancos. Una vez se logra determinar la población electoral .en potencia ., el lío es encontrar formas aceptadas por todas las partes para inscribir las personas elegibles en las listas o registros electorales. Cuando existen, los documentos de identidad pueden ser muy útiles, aunque no siempre, pues alguna de las partes en conflicto puede deslegitimar documentos producidos por otra de las partes (lo cual suele ocurrir). Un obstáculo más generalizado, sin embargo, es que en las democracias .nacientes . o de .transición., la mayoría de la gente no tiene acceso a documentos. En mayor o menor medida, ese ha sido el caso en todas las misiones en las que he estado hasta el momento. Para resolver el lío hay que tener en cuenta las condiciones propias a cada situación y el contexto particular de cada lugar en donde se está. En todo caso, en general siempre se termina por adoptar alguna modalidad de la llamada .documentación social., según la cual, a falta de un documento, la prueba de identificación se hace a través de testimonios de miembros del grupo social al que pertenecen las personas solicitando el derecho al voto. En África, estos testimonios recaen la mayoría de las veces en los jefes tradicionales y tribales, como en Mozambique y Liberia. Al principio a mí no me convencía la famosa .documentación social. y me parecía una manera muy poco .científica., muy poco seria de abordar el problema. Eso, por supuesto, era desconocer tanto la importancia de las jerarquías tradicionales como la eficacia de los controles sociales por estos lados del mundo. Pero pronto cambi é de parecer. En Mozambique quedé asombrado de lo bien que marchaba el sistema: el testimonio de un jefe de tribu, además de ser el más cercano a la realidad, es el más respetado y por ende, el que consigue mayores niveles de legitimidad, que es lo que se busca durante todo el proceso. Una anécdota al respecto. En Mozambique, se tenía que probar que la persona tenía más de 18 años para poder votar. A uno de mis observadores le tocó una sesión en que un jefe de tribu vino con su hijo e insistió en que se le inscribiera en la lista de electores. Como había duda de que el muchacho tuviera los 18 años requeridos, se le explicó al jefe que no se podía inscribir a su hijo hasta no tener prueba de que el joven era ya un adulto. El jefe se puso colérico y llamó a todos los notables de la zona. Entonces, enfrente de todos los observadores, repentinamente le bajó los calzones a su hijo y señalándole la entrepierna repetía encolerizado: ¿.Eso es cosa de un adulto o de un niño?. El joven, al parecer muy bien dotado, pero bastante desconcertado con la actitud de su padre, fue rápidamente inscrito en el registro electoral.
5 Aún es temprano para tomar posiciones definitivas, pero hasta ahora no he podido sentirme totalmente involucrado en la misión como tal. La imparcialidad, que debe ser el principio de base de toda misión de la ONU, ha sido bastante cuestionada. El Frente Polisario siempre se quejó, y con bastante razón a juicio de la mayoría de los observadores, que las intervenciones de la Secretaría General para solucionar el conflicto del Sahara estaban lejos de ser neutrales. Se dice que desde cuando se empezó a gestar la misión, el entonces Secretario General Pérez de Cuellar logró .meterle goles. al Polisario en la definición de los criterios que serían utilizados para la identificación; pero que fue con Boutros Ghali, cuando la intervención onusíana se inclinó casi sin vergüenza del lado marroquí, lo cual no sorprendió dadas las estrechas relaciones entre el (entonces) Secretario General y el rey Hussein de Marruecos. En aras de la .unidad árabe., Egipto siempre ha sido (y sigue siendo) un abanderado de la posición marroquí, peleando abiertamente para que el conflicto se solucione de manera positiva para Marruecos.
6 La autodeterminación se ha definido como el derecho de los pueblos a escoger ser independientes, o a asociarse con un estado, o a integrarse con un estado.
7 Esta marcha es todavía venerada en la historia de Marruecos: el nuevo y moderno aeropuerto de Agadir se llama Al Massira. El 6 de noviembre es fiesta nacional. Nuestro hotel en El Aiún no sólo se llama Al Massira sino que está completamente decorado con cuadros de la marcha y con consignas que se cantaron durante todo el evento. El Rey consiguió con la marcha lo que se había propuesto: crear un icono de nacionalismo capaz de generar un ambiente de unidad nacional y de lealtad a la corona. En efecto, hasta allí su reino había estado marcado por divisiones internas, amenazas del ejército y descontento generalizado. Al igual que su padre había logrado unificar las fuerzas del país alrededor de la lucha anticolonialista y la expulsión de los franceses, Hassan II necesitaba una .cruzada . nacional y la encontró a la medida en la cuestión del Sahara. No importó el tener que hacer una burla de la opinión internacional (reflejada en la respuesta de la Corte de La Haya), siempre y cuando se pudieran afianzar en torno a la monarquía las energías nacionales. Yo todav ía no logro entender cómo el nacionalismo pudo jugar esa carta de .ceguera colectiva., particularmente cuando se sabe que los partidos de izquierda fueron los primeros en abanderarse de la lucha por el Sahara y aliarse con un ré- gimen monárquico que ya entonces era conocido como uno de los más cerrados y autoritarios de la región. Al Massira fue la salvación de la monarquía y explica el que todavía hoy el Sahara sea un tema de tanta pasión entre los cercanos al rey.
8 A la semana siguiente Marruecos decidió interrumpir el proceso por la celebración de la .fiesta de la corona.. Si bien ellos tenían argumentos para pedir un paréntesis, lo que se les reprochaba es el no haberlos sacado a relucir antes, sino anunciar a último momento que no se podía respetar el plan establecido con bastante anterioridad. Y ya en el momento de iniciar, se paró de nuevo la cosa cuando las autoridades marroquíes decidieron, sin aviso alguno, cambiar los procedimientos de entrada y salida de El Aiún de los representantes del Polisario (observadores y sheikhs B). Por supuesto el incidente diplomático fue de talla, y tuvo que recurrirse a largas y delicadas negociaciones para que la cosa no pasara a mayores.
9 Inevitablemente, a mí se me acusa de ser pro Polisario. Yo llegué completamente ignorante de la situación y por tanto absolutamente neutro. Es más, sin conocer la problemática del Sahara, yo siempre he tenido muy buena disposición hacia Marruecos. Hoy por hoy, después de un par de meses en los campos de refugiados y de trabajar de cerca en la identificación, es obvio que ya tengo una posición propia y mis simpatías personales. Eso en sí no es malo ni se puede evitar, pero lo fundamental es no dejar que esas simpatías influyan en el trabajo. Aquí hay un plan de resolución de un conflicto, plan que aceptaron las dos partes, y nuestro deber es velar para que el plan se implemente como fue acordado por todos.
10 También son dramáticos los cuadros que demuestran hasta qué punto el conflicto del Sahara ha convulsionado esos vínculos familiares. He visto varias veces que al encontrarse el .sheikh A. con el .sheikh B., su hermano o su padre o su hijo, inmediatamente se abrazan y se bendicen y, luego, los alhamdulilah y mashaallah (las gracias a Dios); también he presenciado escenas terribles como la del padre e hijo, cada uno sheikh de una de las partes, que se encontraron aquí en Camp Dakhla después de años de no haberse visto, y sin embargo, durante los días que trabajaron juntos, ¡no se dirigieron la palabra! El hijo, viviendo en el Territorio, está por la integración y el papá, que vive en Camp Ausard, es militante por la independencia, de tal modo que las diferencias frente al conflicto no les permiten ni reconocerse como miembros de la misma familia.
11 Esto de los esclavos hay que explicarlo mejor, porque en rigor, ya no existen. Sin embargo, dentro del tejido social saharaui, bastante jerarquizado, siempre han existido los esclavos. Oficialmente la esclavitud fue abolida por los españoles a principio de siglo, y el Polisario también la ha prohibido oficialmente, pero una cosa es la ley y otras las prácticas y costumbres sociales. Esa complicada estratificación se explica mejor desde una perspectiva histórica. Los saharauis son una mezcla de diferentes etnias, resultado de muchas olas migratorias. Las principales tribus descienden del mestizaje de tribus berber y árabes de origen yemenita (ancestros también de los Tuareg en el sur del Sahara que conocí en Timbuctú el año pasado). Ellos pretenden ser descendientes directos del Profeta, y por eso se les ha dado el status especial de .chorfa.. La llegada al territorio de las tribus árabes data del siglo XIII, cuando se dio inicio al complicado proceso de mestizaje con las tibus indígenas. Algunos siglos más tarde, ya todas las tribus saharauis estaban no sólo completamente islamizadas, sino también arabizadas (a diferencia por ejemplo, de las tribus bérberes un poco más al norte). El idioma que adoptaron todas las tribus saharauis es el Hassanía, introducido por las tribus provenientes de Yemen, y que se considera una de las más .puras. (es decir, de las más arcaicas) formas de árabe. Muy caricaturescamente, las tribus más árabes (tradicionalmente guerreras) se consideraban superiores a las demás. Las tribus que fueron sometidas dejaron de ser guerreras y se dedicaron o al trabajo artesano o a la enseñanza. Pero dentro de toda la escala, las poblaciones negras (provenientes del Africa subsaharariana) eran consideradas las más bajas de todas, y sus miembros eran esclavos adoptados en todas las otras tribus. Como decía, hoy en día la esclavitud no existe, pero sí se notan prejuicios y concepciones que reflejan esta historia. Me ha sorprendido mucho oír, de algunos saharauis muy simpáticos, comentarios bastante desagradables en relación con los negros. Ellos ahora se llaman Haratín, o .liberados., y la gran problemática en lo que les concierne es su integración total. De todas maneras son considerados ahora parte integrante de la sociedad saharaui.
12 Además, algunos hablan español; los viejos, que lo hablan con un acento muy español o los jóvenes, tanto hombres como mujeres, que han estudiado en España o en Cuba. Entonces los acentos dependen de dónde lo hayan aprendido. En general es cubano, porque son bastantes los que han ido a la isla a estudiar, gracias a becas que otorga el gobierno de Castro. He terminado bailando salsa con algunas de las muchachas que, a pesar de los velos y demás prendas, se desenvuelven muy bien. Los pequeños algo hablan también, pues durante el verano se organizan colonias de vacaciones en España, y allá siempre aprenden a defenderse. Nunca olvidaré mi primer fin de semana, de paseo en uno de los campamentos, cuando me asaltaron un montón de niños para saludarme y uno de ellos me dijo con gran algarabía: .Tú tienes el pelo mucho..
13 Parece que entre los saharauis la costumbre era igual, pero como aquí en los campamentos las condiciones son especiales, las bodas duran dos noches. Pero las aprovechan montones, a veces pienso que no hay ninguna boda, tan sólo excusas para rumbear. Las fiestas empiezan tarde en la noche, por ahí a las once, y son asunto principalmente de mujeres. En una tienda abierta organizan como un ring de boxeo, un espacio cerrado por cordones alrededor del cual están las mujeres sentadas: niñas, viejas, adultas, todas se juntan para aplaudir, cantar y echar sus gritos de .rarararara. tan típicos del Sahara. Mientras, hay un músico con una guitarra eléctrica, tocando música popular saharaui que a mis oídos parece Jimmi Hendrix en el desierto. En el centro del ring hay dos o tres mujeres que bailan, que poco a poco van dándole paso a otras. Los bailes son una maravilla, hay que ver la gracia y la finura. Mucho movimiento de manos y brazos, mucha insinuación de caderas y cintura, mucho juego con los velos. A veces, no muchas, sale un hombre a bailar, bastante impresionante con su atuendo ondeando, al son de vigorosos saltos. Alrededor de la tienda están todos los invitados, hombres y mujeres, que ven bailar y conversan animadamente entre ellos.
14 Hay tribus de origen saharaui que salieron del Territorio para Marruecos hace muchos años, en las primeras décadas de siglo, y que las autoridades marroquíes quiere incluir en la lista de posibles electores. Aceptarlos significaría inundar la población electoral con personas marroqu íes de (lejano) origen saharaui. El gobierno marroquí ha transportado varios miles de estas personas a campos de refugiados en el Territorio, esperando el referendo (es una situación surrealista). El asunto de las tribus polémicas (.contestadas .) ha sido la fuente de bloqueo más fuerte que haya encontrado el proceso de identificación y todavía no se ha resuelto.
15 Lo otro es que lo que MINURSO está llevando a cabo en el momento es un proceso de .identificación. de las personas elegibles para votar. No es un proceso completo de censo electoral (.voter registration.). Al final, el producto será una lista electoral global, especificando quiénes pueden votar, pero no habrá ninguna información de dónde se votará. Lo que he podido ver es que se asume que cualquier votante podrá votar en cualquier parte, por tratarse de una sola circunscripción, lo que creará problemas de logística electoral. Se asume también que la votación se concentrará fundamentalmente en ciertos centros urbanos (lo que disminuiría, pero no acabaría, con los problemas logísticos).
Otro complique es que al terminar la identificación de cada aplicante se le da un recibo después de la entrevista, pero no se le dice cuál ha sido la decisión. Por lo tanto, únicamente al final del proceso se publicarán las listas electorales; después será necesario cambiar el recibo de las personas consideradas elegibles por una tarjeta de elector. Si no se les da una tarjeta, y se permite a los electores venir a votar únicamente con el recibo, el día del referendo habrá miles y miles de problemas con personas que creen que el recibo les permite votar. Esto indica que va a ser necesario un paso intermediario entre la identificación de votantes y el referendo, donde se distribuyan tarjetas electorales, lo cual va a ser un camello terrible.
Esto nos lleva al otro problema, que es la cuestión de la repatriación, que está muy cruda. Por supuesto que una de las cuestiones esenciales es la repatriación de todos estos saharauis refugiados. El Plan de resolución dice claramente que el referendo se hará tan sólo en el Territorio, y que previo al referendo debe haber repatriación de todos aquellos que quieran volver. Lo que el Plan no dice es para dónde deben ser repatriados los refugiados. Es claro que se espera que los saharauis vuelvan al Territorio, pero como está partido en dos por el birm, la cuestión es: ¿deben los refugiados volver a la parte del Territorio ocupada por los marroquíes o a la parte que controla el Polisario?
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- Última actualización en 05 Diciembre 2017