nomadas57

Spanish English Portuguese
  Versión PDF

 

Actualidad y sentido de la universidad frente a un mundo enajenado: entrevista a Guillermo Páramo*

Atualidade e sentido da universidade diante de um mundo alienado: entrevista com Guillermo Páramo

Current and sense of the university in front of an alienated world: interview with Guillermo Páramo

Humberto J. Cubides
Uriel Espitia**


* Guillermo Páramo Rocha ejerce como Rector de la Universidad Central. Es Miembro de Número de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Ha sido Rector de la Universidad Nacional de Colombia y Profesor Emérito de su Departamento de Antropología. También, Presidente de la Asociación Colombiana de Universidades y Miembro del Consejo Nacional de Acreditación de Colombia.

** Humberto Cubides y Uriel Espitia son, respectivamente, Subdirector y Coordinador Académico del Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos Universidad Central, IESCO-UC (antiguo DIUC). E-mail: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. , Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. .


Resumen

Frecuentemente se ha afirmado que sin investigación no hay universidad, y que por tanto la actividad académica no puede limitarse a la transmisión de conocimientos ni a la expedición de títulos. No obstante, la investigación universitaria en nuestro tiempo está expuesta a una serie de contingencias que la tornan problemática: entre otras, una tendencia instrumentalista que busca conectarla a procesos de eficiencia profesional, independientemente de reconocer las finalidades a las que ella sirve; difíciles condiciones para su financiación que la exponen a intereses que desbordan los propiamente académicos; su encasillamiento en temas, asuntos disciplinares y discursos de verdad, que hacen abstracción de los contextos y problemas de los cuales debe dar cuenta. A estos y otros aspectos alude en sus respuestas el profesor Páramo, quien llama la atención sobre la necesidad de que la universidad no pierda el control sobre la generación de conocimientos y la formación de investigadores, y recobre su sentido histórico y cultural desde una reflexión que se atenga al presente, es decir, a las circunstancias actuales de la producción científica y tecnológica así como de la generación de nuevos profesionales.

Palabras clave: investigación, universidad, cultura, identidad, neoliberalismo, calidad, tecnología.

Abstract

It is frequently stated that there is no university without investigation and, therefore, the academic activity should not be restricted to knowledge transmission nor to the issue of academic titles. However, investigation at the university is nowadays exposed to a set of contingencies that make it problematic. Among these, the instrumentalist tendency that seeks to connect investigation to professional efficiency processes; the hard financing conditions that expose research to interests other than the purely academic ones; the boxing in subjects, rules, methods, and thruth discourses which leave aside the contexts and problems that investigation have to state. In his answers, Professor Páramo refers to the above and other aspects, calling the attention on the need for the university to keep the control on the production of knowledge, the education of researchers and the recovering of its historical and cultural sense from a reflection based on the present, that is, on the current circumstances for the scientific and technological production and the generation of new professionals.

Key words: investigation, university, culture, identity, neoliberalism, quality, technology.


Humberto Cubides: Quisiéramos iniciar con algunos aspectos generales relacionados con los retos que enfrenta la universidad contemporánea en materia de investigación y algunas contingencias que surgen de allí. Usted ha reflexionado sobre ciertas constancias y propósitos generales de la universidad que históricamente se mantienen. ¿Cómo define entonces las tareas contemporáneas de la universidad latinoamericana especialmente en cuanto a su función investigativa?

Guillermo Páramo: Me parece indispensable que cualquier reflexión sobre la universidad parta de la conciencia de su sentido cultural. Y este sentido trasciende la época e, inclusive, la nacionalidad. Siempre he pensado que es necesario que la universidad se dé cuenta de que cumple la misión que en otras culturas se reclama de los sabios o de las personas que tienen saber, el cual, por supuesto, no es algo igualmente repartido. En todas las sociedades se necesitan personas o grupos que puedan trascender la experiencia de lo inmediato, de lo puramente local; trascender las experiencias sencillas de la existencia y se ocupen de lo que está más allá. La idea de un arcano o de un secreto por revelarse a la comunidad está en todas las sociedades y culturas, no importa si se trata del centro del África, del Amazonas, de la Grecia Antigua o de la Nueva York de hoy.

Para resolver esa necesidad existen las universidades, herederas de la tradición de las escuelas catedralicias y de las academias. La universidad ha mantenido en su estructura jurídica, y por supuesto en su universo ritual y mítico, el carácter de ser un camino hacia el arcano y ofrecer una iniciación; una iniciación a un saber que de alguna manera es siempre esotérico, porque no se puede administrar sino desde una profesión, arte o ciencia que se recibe con una investidura. Es en ese sentido que yo insisto en la necesidad de ver a la universidad en un contexto universal, para tomar conciencia de que lo que hacemos en las universidades es fundamental para la soberanía de cada cultura, pues se vincula a la tradición que establece para nuestra época los protocolos del saber.

Eso no quiere decir, de ninguna manera, que la universidad no sea, simultáneamente, una institución histórica que ha sufrido muchas transformaciones a lo largo del tiempo, ni que no vivamos en una etapa histórica con sus propios dictados, con sus propias angustias y posibilidades. Tampoco nos obliga a negar que tengamos unas condiciones específicas en lo espacial, nacional, continental. Al contrario, por ser la universidad una institución del saber, es de esa especificidad de las condiciones de lo que debe ocuparse más plenamente. La universidad debe ser la antena que le permita a la sociedad que la produce, y que depende de ella, entender su momento, sus posibilidades, lo que se vislumbra como futuro y lo que se sabe como pasado. Ahora bien, la investigación ha sido un impulso permanente de la universidad desde que nace, pues ésta surge como producto de la investigación. Claro; hoy a la universidad ya no le preocupa principalmente resolver el tipo de problemas de la universidad medieval; ese ya no es su objetivo. Tampoco tiene como propósito simplemente disponer de unos doctores capaces de enseñar. En estos días la universidad está mucho más fundida con la vida práctica. Además la ciencia se modifica con la velocidad del vértigo y eso obliga a la universidad a cambiarse ella misma permanentemente para no perder el control. Sin embargo, como en sus primeros años, la sociedad exige de la universidad capacidad reflexiva, sabiduría para descubrir la propia provisionalidad de lo que se cree que es el saber. Porque una ciencia que cambia todos los días quizá deba verse con algo de duda. Una tecnología que ocupa todos los espacios suscita grandes paradojas, pues termina esclavizando a los hombres que la producen; incluso martirizando a sus creadores como el monstruo de Franskestein, como un Golem. La universidad debe estar atenta a la producción de la ciencia, a la investigación, a la creación de la tecnología, debe contar con la tecnología, pero no para quedar bajo los cascos de ese caballo desbocado, sino para poder cabalgarlo y para pensar con claridad hacia dónde se dirige.

En países como los nuestros, en donde no somos dueños de esa máquina, es absolutamente clave que tengamos conciencia de nuestra propia historia, de nuestra cultura, de nuestro mundo natural, y no seamos sólo el producto. Que no nos enajenemos doblemente al pertenecer a una sociedad universalmente enajenada y ser también enajenados por los enajenados. Eso es fundamental para Latinoamérica. Vivimos en un mundo de computadores, de cosas que son maravillosas pero igualmente terribles. Yo no creo que la tecnología sea realmente la promesa como siempre se señala; sí, posee un lado promisorio, importantísimo, pero ese lado es inevitablemente la contraparte de otro terrible. No hay una tecnología que sea únicamente positiva, pues el hombre no solo disfruta la tecnología, sino que la sufre con horrores. Entonces, siempre deben tenerse presente los dos lados de la historia, para no guiarse ingenuamente por el mito del progreso, que si se mira con cuidado es un mito terrible. Por supuesto, Latinoamérica tiene que conquistar la tecnología y la ciencia como condición de su existencia, pero también debe tener cuidado de no enajenarse, estar alerta a la tentación de la locura. Hacer posible esa toma de conciencia le compete a la universidad, de lo contrario la universidad fracasa como institución de sabiduría así triunfe como productora de saber. Esa es también una condición de la investigación en la universidad latinoamericana.

Uriel Espitia: Muchas veces la posibilidad de hacer investigación en la universidad latinoamericana está determinada por circunstancias externas en términos, por ejemplo, de intereses investigativos de las agencias financiadoras internacionales, de las líneas o programas de investigación que se proponen desde el Estado, etc. ¿Cómo mediar en ese conflicto, entre aquello que se demanda desde ciertas instituciones e instancias financiadoras y aquello que puede ser considerado útil socialmente por la propia universidad?

GP: Ese es un problema no solamente para la universidad de Latinoamérica sino para la universidad en general; también las universidades que producen tecnología tienen presiones, y presiones precisamente porque tienen la capacidad de producir tecnología. Y también ellas deben disputarse los recursos. En cuanto a Latinoamérica, diría que no se trata de que no busquemos una tecnología de punta o una ciencia de punta, sino de que, como me parece que los recursos serán siempre limitados, debamos aquí apoyarnos en las fortalezas de nuestro continente y reconocer que contamos con recursos importantes. Primero, América Latina, y Colombia en particular, asombran por que pudieran ser un gigantesco laboratorio. Con mucha frecuencia recordaba a mis estudiantes que Darwin estudió en Cambridge sin enseñanza, tuvo la British Library y a profesores como Lyell que le ayudaron a descubrir el mundo; pero muy joven se embarcó en el Beagle y la teoría que nos legó no fue aprendida en la biblioteca ni con Lyell, sino descubierta leyendo el libro de la naturaleza. Ese libro prodigioso que leyó Darwin es el que tenemos abierto ante nosotros, porque fue observando la naturaleza de nuestros territorios como él encontró las claves que le condujeron a proponer la tesis de la selección natural que revolucionó nuestra concepción del universo.

Es cierto que en Colombia tenemos grandes dificultades para investigar, no obstante este país debiera ser mucho más consciente de sus verdaderas riquezas y no verse a sí mismo desde la ciencia de afuera. Somos un país con la segunda más grande megadiversidad de vida del mundo1. Un país con centenares de ríos y con dos océanos. Si nos diéramos cuenta de que somos un país amazónico, un país andino, un país caribe, un país del Pacífico, un país de la Orinoquía; de que tenemos una órbita geoestacionaria, creo que pensaríamos en una ciencia que no sólo sirviera a esos recursos y los interpretara y conociera, sino que se apoyara en ellos. En Colombia no vamos a tener aceleradores de partículas, pero ya tenemos arrecifes de coral. Sin embargo nuestras políticas de desarrollo científico, aún en las universidades, son hechas como si quisiéramos ser europeos o estadounidenses, y tuviéramos que ocuparnos principalmente de sus problemas y así seguimos a sus modelos de ciencia, modelos que fueron exitosos precisamente porque no siguieron otro modelo o porque lo apropiaron y transformaron de acuerdo con sus necesidades.

No podemos seguir trayendo modelos y modelos. Hay que pensar en lo nuestro. A mí me parece que uno de los problemas graves que tenemos en materia de investigación y de docencia en las universidades es el de los “cerebros fugados”; de la gente que se forma en el extranjero y se queda allá. Pero más grave aún es el caso de los cerebros fugados de los que regresan, de los que como pago de su formación dejan de ser colombianos, no entienden el país, y todo les parece malo, feo, desagradable, pobre, miserable, desorganizado a su regreso, de los que no son capaces de entender la lógica de su propio pueblo ni de reconocer su belleza. Desafortunadamente estamos mal en materia de comprensión de nuestro país, un país que se distingue, además, como una encrucijada de la geopolítica, muy importante por su posición estratégica en el mundo. Aquí tenemos una cantidad de personajes manejando el Estado y las empresas que no saben en qué país están ni a qué continente llegaron, que son náufragos en su propio país; cerebros fugados que quizás se han formado en universidades muy prestigiosas, a lo mejor hasta exigentes, pero que no pueden poner en contexto aquello que les serviría para revelar el ámbito en donde el dato fue encontrado. A este país, con una diversidad natural y cultural gigantesca, desconocida en el doble sentido de que no se le conoce y tampoco se le reconoce, a veces se le señala como promesa de futuro la de convertirlo en una ensambladora de computadores; como si Colombia fuera Singapur, que es una isla, una ciudad-estado diminuta, colonia hasta hace poco tiempo; resultado de la inmigración de muchos países y con muy poca identidad nacional. ¡Singapur como modelo de desarrollo para un país así!

Entonces es fundamental el papel de la universidad en el campo de la investigación. Debemos estudiar bajas temperaturas, películas delgadas, nuevos materiales, podemos estudiar lo que estudian los físicos alemanes o norteamericanos o ingleses, pero hay algunas cosas que nosotros podemos investigar mejor que ellos porque tenemos los laboratorios, y laboratorios costosísimos, irremplazables: nuestros laboratorios naturales que no usamos. Hay razones para presionar por el aumento del presupuesto para investigación, y cuanto más lo hagamos mejor. Pero no puede ser que digamos “si no nos dan recursos no podemos”. Nos falta voluntad, claridad, temperamento y no solamente ciencia. Si se trata de buscar modelos, que sea el de que tenemos que encontrar lo que los antiguos llamaban el logos. El logos, que como dice un clásico, “era la palabra silenciosa en los labios de la naturaleza”2. Repito, Darwin supo leer el libro de la naturaleza que está abierto ante nosotros, pero que nosotros raramente leemos por estar ocupados leyendo a los discípulos de Darwin. Y el sueño del logos para los antiguos griegos es igual para los antiguos mejicas o para los chamanes amazónicos: la clave de la sabiduría.

La ciencia es saber leer, es saber pensar, hacerse preguntas que otra gente no se hace. Y eso es lo más difícil de lograr, no solamente con las ciencias naturales, sino también en la ciencia social donde tenemos una gran cantidad de estereotipos. Palabras que terminan convirtiéndose en entidades reales, como en el caso de “modernidad”, “postmodernidad”, “globalización”, “progreso”, “desarrollo”. Todas esas palabras van y vienen como moneda dura, pero no son más que formas de ver. De lo que, en general, otros han visto según su manera de ver. No valoramos tampoco lo que hemos hecho ni lo que tenemos, y pensando en un futuro, nos olvidamos completamente del pasado. En las ciencias sociales vivimos en la moda permanente. No afirmo que no se deba conocer lo contemporáneo, sino que es necesario tener la capacidad y además la osadía de discutir lo presente, no importa en qué tribunas se esté diciendo. Hay que pensar con la propia cabeza, no ser embajadores de los otros.

En el mundo de las ciencias sociales se pierden las escuelas, la tradición. Lo que en otros países puede tener sentido porque forma parte de un orden –llamémoslo así– “procesual de las ideas”, a nosotros nos llega de manera fragmentaria como palabras sueltas y conceptos sin origen. Nos llegan los conceptos pero raramente las teorías y casi nunca las discusiones que condujeron a las teorías; no conocemos los contextos ni los problemas que las suscitaron. Nos convertimos en sabios usando unos cuantos conceptos que son fragmentos inconexos de tradiciones extrañas, que no recibimos como tradiciones sino como ideas, teniendo la posibilidad nosotros mismos de descubrir nuestro pensar acumulado. Si se trata del pensamiento teórico, no nos reconocemos, no nos valoramos. Así no hay posibilidad de formar escuelas, de crear tradiciones ni de darle sentido a la innovación. Insisto, es indispensable estar atento a las escuelas que están en boga; tener la posibilidad de salir de la propia cultura para valorar lo que hacemos. Pero no es lo mismo estar al tanto de lo que pasa desde un edificio ya creado que se enriquece con ello, que recibirlo todo como si nunca se tuviera nada. En la antropología y la economía se percibe claramente este problema, que es gravísimo porque tiene un efecto directo sobre la vida, sobre el destino del país, sobre la valoración de lo que ha existido.

HC: Sus reflexiones muestran la importancia de la universidad para mantener tradiciones tales como la transmisión de cultura, detentar el saber y formar científicos. Sin embargo, también la universidad preserva unas rutinas educativas y formativas que de alguna manera están produciendo su distanciamiento con problemas centrales de la sociedad. ¿Cómo mediar entre unas y otras, cómo conservar y fortalecer unos rituales, pero también, cómo enfrentar esas rutinas que hacen que justamente muchos investigadores sean ‘extraterrestres’?

GP: El asunto consiste, sobre todo, en que la universidad asuma con profundidad su papel. Cuáles sean los procedimientos, las técnicas, los recursos que busque para lograr eso es una materia de investigación, pero hay que plantearse el problema pedagógico. Si lo que estamos haciendo con los estudiantes conviene para lograr que ellos sean mejores, más productivos y creativos. O saber si lo que estamos produciendo son sujetos o piezas de una maquinaria gigantesca que nadie maneja. Yo tengo por supuesto muchas dudas con respecto de los métodos pedagógicos que siguen las universidades y las escuelas y sé que transformarlos es muy difícil, pero mencionaría algunos puntos que ojalá alguna vez la universidad tenga el valor o la creatividad para encarar. Por ejemplo, el problema de la división de disciplinas. Tenemos disciplinas que son compartimentos estancos, con una forma de desarrollo institucional y ritual que es enajenante. Si bien el mundo de la creación intelectual no puede escapar al ritual, ni nada puede escapar a él, ni al mito tampoco, se supone que la Universidad tiene capacidades de interpretar el mito y el ritual. Y cuando uno tiene al frente un economista que no puede hablar sino de lo suyo, allí puede adivinarse un problema mayor. Lo absurdo del asunto no está en que si usted es físico deba procurar saber todo lo más de física; lo absurdo es que por ser físico tenga prohibido tratar de saber algo que no sea física, y pedir perdón, hacer un ritual de expiación, cada vez que hable de algo que no sea física. ¡Como si la física y los físicos fueran autosuficientes! Pero la institución académica hace tiempo ha sido así y nosotros buscamos la manera de que los compartimentos estancos sean cada vez más estancos. Lo cierto es que sólo cuando se tienden puentes entre áreas aparentemente separadas se produce una posibilidad de crear, de innovar.

Creo que tenemos unos planes educativos demasiado sobrecargados de materias y muy poco libres para el ejercicio de la búsqueda del saber. En el proceso pedagógico no se trata tanto de ofrecer un universo de materias al estudiante, sino más bien de reconocer y estimular su sentido de libertad intelectual: que se sienta con el derecho de entrar en otros campos, de traerlos al suyo propio. La libertad es absolutamente indispensable para pensar. Ese también fue el caso de Darwin, y de Lyell, y el de naturalistas como Henri Fabre, maestro de Provenza, al sur de Francia, que se dedicó a estudiar a los insectos3. Ahora es el de Gould, para hablar solo de naturalistas, pero nosotros nos movemos exactamente en la dirección opuesta: hay que prohibir, el estudiante debe sentirse impedido de entrar en un tema que parece especulativo a la hora de tener un título. Ese estilo de pedagogía es un grave limitante para la investigación y para la formación. Ni siquiera somos consecuentes con el ideal positivista de las ciencias; no somos Sherlock Holmes, pues el detective llegaba a sus conclusiones aprovechando los datos más diversos.

Algo que me parece también muy delicado en la educación universitaria colombiana es que, creo, no imagina las carreras universitarias como procesos de formación para la vida, ni siquiera de iniciación en un campo, sino más bien como una actividad de preparación hacia una actividad exclusivamente laboral, pensando en términos de cómo va a ser el empleo de esa persona. Lo cual debe de tenerse en cuenta, claro, pues hay que adecuar la universidad a las fuentes de empleo y de mercado, pero también debiéramos pensar en la universidad como en un escenario en donde la gente hace el mundo y se hace ella misma de manera integral, donde aprende a sentir, a pensar, a crear, y no solo para subsistir o para producir mercancías. A veces creo que producimos robots y que nos sentimos satisfechos si creemos que están bien programados y aceitados. Pero la universidad puede cambiar las condiciones de existencia, crear nuevas situaciones, incluso modificar la economía. Nos acomodamos a un status quo cuando lo podemos cambiar.

En Colombia, casi todo es desproporcionado por pequeño. No se trata de anhelar el gigantismo, sino de ser proporcionados con el país que tenemos, porque este es un país grande y complejo. Todo es diminuto en un país grande, los planes son diminutos, los programas de gobierno son diminutos. Aquí no aceptamos la escala humana, pero lo terrible y doblemente trágico es que nos duele no ser como los otros. Los otros quieren ser dioses, nosotros nos sentimos inferiores, porque no reivindicamos nuestra estatura humana. Ese es un problema que tiene también la universidad; que la gente no se siente con confianza. ¿Por qué no decir que cualquier colombiano puede ser Einstein? Pero todo nos parece lejano y distante. Existe un problema de recursos económicos, indispensables quizás en lo inmediato y en lo mediato, pero lo más importante es tener la voluntad y la claridad para conseguirlos sin sentirse inferior.

HC: Se refirió usted a algunos aspectos de la organización de la universidad, de sus disciplinas y programas, pero hay algo particular que planteaba respecto del investigador, de esas competencias que se supone él posee, y que podrían ser distantes a la generalidad de los estudiantes y de los profesores que quisieran llevarla a cabo. Parece paradójico decir que para hacer investigación se requieren ciertas cualidades específicas, y afirmar también que todos somos capaces de plantearnos problemas de crear cosas, de tender puentes, etc.

GP: Lo que simplemente puede decirse es que en nuestra cultura, como en las demás, no todo mundo puede ocuparse de los problemas y de las preguntas que se hacen ordinariamente los investigadores. Sería terrible para la sociedad que todo el mundo estuviera demostrando teoremas o se dedicara a escribir poesía, como en la historia de Gulliver. Pero sí es muy importante que en cualquier país haya geómetras y músicos, y a algunos les correspondió eso. Tal vez no sea completamente justa la selección, pero hay unos seleccionados. Bien visto eso no tiene por qué considerarse como un privilegio, aun cuando da un poder especial, no es un privilegio en el sentido de que sea un ser superior a los demás. Y ese papel en nuestro país lo cumple muy poca gente que tiene la capacidad de dedicar un tiempo a leer, en una sociedad que no ha descubierto el legado cultural de todas las sociedades y generaciones que le han precedido. Sí hay unas diferencias gigantescas, que son las diferencias de justicia, de equidad; hay quien acumula el legado cultural y gente que se margina o se les niega prácticamente la posibilidad de acceso a su propio legado cultural, lo que debiera haber recibido espontáneamente solo por haber nacido donde nació, en la familia en que nació o por el nombre que recibió.

Pero hay otros que están en las universidades. Son gentes más dispuestas a resolver las cosas, especular, vencer obstáculos. Lo importante es que en la universidad haya conciencia de que un estudiante universitario tiene un gran potencial. Independientemente de cualquier consideración, debe ser presupuesto como alguien capaz de crear, igual que cualquier otro. Es parte del deber de la universidad, pero también de su manera de ser, y actuar sobre la base de esa suposición, no importa de dónde provenga ese estudiante. La universidad debe estar orientada para convertir ese potencial en una realidad. En universidades como ésta, eso tiene que ser especialmente claro. Es lo que le da valor a su ser, lo que la puede hacer distinta, lo que la justifica.

UE: ¿Qué nos puede decir con respecto al asunto de la interacción, de la conexión o la extensión social de la universidad, que siempre se sitúa para después?

GP: La universidad tiene un producto fundamental que es su egresado. A veces no es con el egresado, sino con lo que el egresado hizo, que la universidad propiamente consigue su objetivo. El ejercicio de la vida universitaria también se da en un tiempo mediato, esa es una acción de la universidad en la sociedad que generalmente se le niega. Eso es muy extraño y contradictorio; por un lado, se difiere la acción de la universidad negándole ese papel, el papel de la gente universitaria que no puede ser igual a la gente de afuera. Pero por el otro lado, se considera que la Universidad no es suficientemente productiva. Sin embargo la Universidad es para pensar las cosas con mucho cuidado, al contrario de la empresa. ¿Y si la universidad no existiera? Pues no habría en la sociedad quien pensara las cosas con cuidado, que meditara si conviene o no una hidroeléctrica, no para dentro de cinco años, sino para dentro de veinticinco o cincuenta. Si el veneno que se aplica a esta mata nos está matando a nosotros mismos. Esa no es la lógica de la empresa, la empresa fue fundada con un carácter completamente distinto. Ahora, claro que se puede decir que las universidades son empresas porque hay una dimensión de toda actividad humana que puede ser considerada como empresarial, pero no creo que la universidad deba concebirse como una empresa; eso es simplificarla. Esta es una sociedad que super simplifica; ve a un hospital como una empresa, lo mismo a una universidad y al Estado mismo. Los Estados con una visión “tecnocrática” creen que la competencia es la que regula las sociedades, como dice Adam Smith en La teoría de los sentimientos morales; una sociedad fundada por esta idea pone a competir a los hospitales con las clínicas privadas, sin darse cuenta de la falacia teórica. Cuando el propio Adam Smith y los fisiócratas decían que eso funciona siempre y cuando haya un Estado que garantice que la sociedad funcione así, y para eso se necesita que alguien invierta en lo que nadie puede invertir porque no le interesa, porque no da dinero. Para eso esta el Estado. Pero ahora tenemos un Estado que se reclama Estado para ser no-Estado. La educación, la salud, la seguridad, es decir, aquellas cosas que ni los más radicales fisiócratas hubieran reclamado para el interés privado, quieren dejárselo a la libre competencia. A eso se le llama neoliberalismo.

GP: La universidad tiene un producto fundamental que es su egresado. A veces no es con el egresado, sino con lo que el egresado hizo, que la universidad propiamente consigue su objetivo. El ejercicio de la vida universitaria también se da en un tiempo mediato, esa es una acción de la universidad en la sociedad que generalmente se le niega. Eso es muy extraño y contradictorio; por un lado, se difiere la acción de la universidad negándole ese papel, el papel de la gente universitaria que no puede ser igual a la gente de afuera. Pero por el otro lado, se considera que la Universidad no es suficientemente productiva. Sin embargo la Universidad es para pensar las cosas con mucho cuidado, al contrario de la empresa. ¿Y si la universidad no existiera? Pues no habría en la sociedad quien pensara las cosas con cuidado, que meditara si conviene o no una hidroeléctrica, no para dentro de cinco años, sino para dentro de veinticinco o cincuenta. Si el veneno que se aplica a esta mata nos está matando a nosotros mismos. Esa no es la lógica de la empresa, la empresa fue fundada con un carácter completamente distinto. Ahora, claro que se puede decir que las universidades son empresas porque hay una dimensión de toda actividad humana que puede ser considerada como empresarial, pero no creo que la universidad deba concebirse como una empresa; eso es simplificarla. Esta es una sociedad que super simplifica; ve a un hospital como una empresa, lo mismo a una universidad y al Estado mismo. Los Estados con una visión “tecnocrática” creen que la competencia es la que regula las sociedades, como dice Adam Smith en La teoría de los sentimientos morales; una sociedad fundada por esta idea pone a competir a los hospitales con las clínicas privadas, sin darse cuenta de la falacia teórica. Cuando el propio Adam Smith y los fisiócratas decían que eso funciona siempre y cuando haya un Estado que garantice que la sociedad funcione así, y para eso se necesita que alguien invierta en lo que nadie puede invertir porque no le interesa, porque no da dinero. Para eso esta el Estado. Pero ahora tenemos un Estado que se reclama Estado para ser no-Estado. La educación, la salud, la seguridad, es decir, aquellas cosas que ni los más radicales fisiócratas hubieran reclamado para el interés privado, quieren dejárselo a la libre competencia. A eso se le llama neoliberalismo.

HC: Pero en este punto es evidente que por esos problemas de mercado y porque no está generando suficientes utilidades, nuestra universidad es pobre. Pobre en términos de recursos bibliográficos, de docentes de planta, en materia de su formación académica, etc. ¿Cómo enfrentar esas condiciones indispensables para hacer investigación, cómo investigar desde esa situación de pobreza?

GP: Buscar recursos es difícil, pero depende de la “longitud de onda” con que se lo mire. Uno debe buscar recursos y garantizar la existencia de la universidad, pero hay unas dinámicas que ella tiene que manejar. Para una universidad es mucho más importante el prestigio que cualquier otro tipo de haber. La academia es así; lo han entendido los sociólogos desde hace tiempo. Para poder conseguir recursos es muy importante tener prestigio. Pensando en el mediano y largo plazos, se me ocurre necesario invertir los recursos con sentido de prestigio. Sacrificar el prestigio para obtener unos recursos me parece de lo más equivocado en política universitaria.

Lo que para mí es prioritario en una universidad, es lo que está haciendo bien. Si una institución investigativa está haciendo bien algo, eso debe ser prioritario. Por muchas razones, entre otras, porque ninguna institución universitaria o laboratorio puede ser especializado en todo. Tal vez eso que está haciendo bien en su campo de acción, no es la única prioridad. Pero ya es su fuerza. Si existe algo prestigioso en una institución eso debe ser prioritario. Y prioritario para conseguir recursos, que permitan alimentar, mantener y desarrollar ese prestigio. Hay muchas necesidades urgentes, y algunas son apremiantes, más algunas otras son necesidades estratégicas, necesidades para resolver otras. El caso de Patarroyo es un excelente ejemplo de nuestra situación. ¿Qué tiene Patarroyo? Un laboratorio de investigación en Colombia. Ese laboratorio se propone conseguir una vacuna sintética pero con resultados que algunos descalifican4.

Pero el valor del laboratorio de Patarroyo no está solamente en su vacuna, porque cuando se persigue una vacuna se conforma un equipo de gente que trabaja en inmunología, pero también en estadística, en bioquímica y en una cantidad de cosas más; es un grupo que puede estar trabajando en la vacuna contra la malaria pero también en más cosas. Más sin embargo a Patarroyo se le descalifica e incluso se le embarga su laboratorio. Supongamos que la vacuna nunca se produjera porque la investigación es así; la investigación es entrar en lo desconocido, en lo que no se puede asegurar, bueno: lo que queda es la infraestructura para otra vacuna, el laboratorio, la gente que forma todo eso. La gente de nuestro país está dispersando recursos, botándolos, pagando consultores expertos para que hagan cosas que aquí se hacen mucho mejor, y se le niega lo que necesita Patarroyo.

Este no es sólo un problema de la sociedad colombiana. Cuando Pasteur, en el mismo campo de Patarroyo, estaba trabajando en su vacuna contra el ántrax tenía detrás a toda Francia, así como detrás de Koch estaba toda Prusia. Se trataba de una competencia internacional. Y de ello resultó la vacuna sin rival contra el ántrax, pero igualmente, la pasteurización, la ruptura de la teoría de la generación espontánea y tantas cosas que vinieron con ese laboratorio.

Aquí sucede lo contrario; si al Pasteur nuestro se le mueren todas las ovejas, el resto de colombianos sale a echar voladores de la felicidad, pues se le prohíbe a un colombiano tener éxito. Hay que demostrar que él estaba equivocado, aún negándole logros que evidentemente tiene. No sé si la vacuna contra la malaria tenga éxito o no, pero es una investigación de punta en lo que no conocen muchos de los médicos, que festejan los fracasos de Patarroyo. Que él sólo esté constantemente haciéndose propaganda, ¿qué importa? Lo importante no es Patarroyo, es lo que queda. Si uno se pone a mirar qué científico es petulante o qué científico no lo es, pues tiene que tirar tres cuartas partes de la historia de la ciencia. La historia de la ciencia es una historia de gente a veces muy desagradable. Somos un pueblo que piensa que los sabios son otros, y no se da cuenta de que tiene que descubrir sabiduría y belleza en su propio rostro.

GP: Un mecanismo muy complejo es el que conduce a la calidad. La calidad es lo que se reconoce como tal por las personas que investigan lo que es la calidad. Esa es una tautología inevitable de la academia y del saber: ¿cómo reconocer que alguien sabe lo que yo no sé? Es un acto de fe en la investidura. Se supone que los médicos sí saben medicina, pero si uno no es médico, ¿cómo decir con sabiduría si un médico sabe o no sabe? La calidad no es lo mismo que la coincidencia teórica, porque uno puede reconocer calidad incluso en el rival. La academia es el lugar para el ejercicio de confrontar, de reconocer calidad aún en gente a la que uno no ve como un rival intelectual. Es algo básico para el proceso de la calidad, estar en capacidad de discutir y evaluar, así como en disposición de ser evaluado por aquel que uno reconoce como par. Y ambas cosas son esquivas en las instituciones académicas colombianas. Su reto es saber confiar, tener una mayor aceptación de que es indispensable que exista una comunidad académica de pares que juzga a los unos y a los otros.

La calidad es además dominio y seguridad. Una universidad insegura no encuentra sitio para sus investigadores, desconfía de sí misma, no tiene modelo propio de existencia. Una universidad que no se juzga sino por patrones ajenos, que no encuentra en su propio seno modelos ni paradigmas, que procura no ser ella misma, que se olvida de su historia y desconoce la gente que tiene, que le niega la posibilidad de éxito y

UE: Después de estas consideraciones ¿cómo pensar aquello que a usted le ha preocupado tanto: la calidad de la universidad? descalifica a la gente que produce, todo eso no puede ser una universidad de calidad. No solamente porque está confesando que no es dueña de sí misma y que no tiene confianza en sus fundamentos, sino porque tampoco así puede ser modelo de imitación, ser paradigma ella misma.

Creo que tenemos un problema de enajenación colectiva en Colombia. En Colombia y en América Latina somos enajenados en el sentido de que tendemos a no saber quiénes somos y a no ser ni dueños de nosotros mismos. Andamos detrás de las fórmulas del momento, que cada vez son más efímeras. La ciencia y la tecnología cambian todos los días, todos los días hay una revolución y nosotros corremos detrás de esas revoluciones como el caballo por la zanahoria. A veces somos el caballo entre la zanahoria y el látigo… Un caballo que corre detrás de una zanahoria, acosado por un palo no se detiene en su propia carrera. Todos los días nos ponen una zanahoria, nos dan un palazo y nosotros aceptamos el puesto del caballo.

HC: Pero hay teóricos de la educación, como Juan Carlos Tedesco, que destacan la importancia del acceso a niveles superiores de análisis de realidades y fenómenos complejos, de aproximarse a un nivel de conocimientos de punta; se resalta, por tanto, la posibilidad de acceder y manejar las nuevas tecnologías…

GP: Por supuesto, que aquí hay cuellos de botella, pero tienen que mirarse con una cierta distancia. A mí no me entusiasman esas ideas según las cuales conseguir los medios es igual a conseguir el objeto. Y estos son medios; ojalá podamos conseguirlos, pero no nos sirven de nada si no sabemos para dónde vamos con ellos. Somos una sociedad tecno-dependiente. Necesitamos cada vez más a la tecnología para sobrevivir, como quien necesita cada vez más, en mayores dosis, opio o heroína. Y se nos presenta todo eso como una maravilla, ¡estamos progresando! Pero también acabando con el mundo y con nosotros mismos. En nuestro tiempo, nos volvimos esclavos de aparatos como los teléfonos celulares. ¿Ha disminuido el tiempo de trabajo por el hecho de que se dispone ahora de un computador? ¡No! Aunque Santo Tomás tuvo que escribir con vela y una pluma de ganso ¡veamos lo que escribió!

No creo que realmente esa clave del progreso tecnológico tenga un sentido distinto del mismo que conduce del avión de los Wright hasta los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas. Aparatos que se vuelven cada vez más y más complejos. Cada invento tecnológico es una nueva carga de trabajo. Me he reconciliado con Marx en este punto, él veía la enajenación y el fetichismo de la mercancía en una sociedad explotada, controlada por las máquinas. Pensamiento romántico, pero quizás acertado, en el cual Marx era simplemente el intérprete de un antiquísimo mito judío: el Golem. Marx colocó en el escenario de la sociedad de su época, con sus propias complicaciones, el sentido común que se había vuelto mito en el judaísmo antiguo, en la Cábala. El título de la obra Todo lo sólido se desvanece en el aire, se volvió real. No hay nada sólido. Mañana se pueden acabar los Estados Unidos, como se acabó la Unión Soviética.


Citas

1 En términos biológicos, Colombia está considerada como uno de los países más ricos del planeta. Su alto endemismo y concentración de especies son inigualados en el mundo entero y su riqueza biológica es sobrepasada únicamente por Brasil, un país que posee siete veces su tamaño. La variedad de ecosistemas en el territorio colombiano comprende hábitat desde páramos y laderas andinas hasta selvas tropicales, humedales, llanuras y desiertos. Esta variedad de ecosistemas intensifica la riqueza biológica colombiana, la cual se calcula en diez por ciento del total de especies del planeta. A nivel mundial, Colombia ocupa el primer lugar en especies de aves y el segundo en plantas y anfibios. Entre los países tropicales, ocupa el primero en aves con 1.721 especies; el segundo en plantas con 45 mil especies, anfibios con 407 especies y primates con 27 especies; el tercero en reptiles y mariposas con 383 y 59 especies respectivamente, y el cuarto en mamíferos con 359 especies.

2 “(…) la palabra silenciosa pero eterna en los labios de la Naturaleza, el habla con la cual expresa el cosmos sus insitas razones”. (Murray, Gilbert. The rise of Greek epic. New York: Oxford University Press, 1934: 94) Cfr. Páramo Rocha, Guillermo. “Sentido cultural de la autonomía universitaria y de la vigilancia de su calidad”. Disponible en: Comisión Nacional de Acreditación www.cna.gov.co/cont/doc_aca/index.htm

3 Henri Fabre (1823-1915). Por sus poéticas descripciones del mundo entomológico fue llamado el “Virgilio de los insectos”. Comenzó a especializarse en entomología hacia 1854. Fue el primero en dedicarse a estudiar la vida, costumbres e instintos de los insectos vivientes. Al retirarse de la enseñanza en 1870, se dedicó a la preparación de una serie de libros científicos elementales que durante mucho tiempo se utilizó en las escuelas francesas. Entre 1879-1907 escribió los diez volúmenes de Souvenirs entomologiques, en los que describe literariamente la vida de pequeños animales como la araña, la mosca, la abeja, la avispa, la oruga, el saltamontes, la luciérnaga, el escorpión. En su mayor parte, estos relatos se basaban en observaciones realizadas por el autor en el jardín de su casa de Sérignan (Vaucluse), que después de su muerte fue declarada monumento nacional. Cfr. “La bruche des haricots” de Jean-Henri Fabre. Disponible en: http://www.e-fabre.com/e-texts/souvenirs_entomologiques/bruche_haricot.htm

4 Desde que el científico colombiano presentó su trabajo por primera vez en 1987, la eficacia de la vacuna sintética contra la malaria SPf66 ha sido sistemáticamente descalificada por esa revista científica británica. La vacuna colombiana ha sido polémica desde el principio, no sólo porque se fabrica sintéticamente a partir de tres péptidos del parásito de la malaria combinados por prueba-y-error, sino porque su diseño es totalmente innovador, pues no bloquea las primeras fases del parásito sino que ataca etapas avanzadas del parásito en la sangre, deteniendo así la enfermedad mas no la infección.

  Versión PDF

 

Un enfoque sistemático de las investigaciones desde la perspectiva de la subjetividad y la intersubjetividad en psicología y ciencias sociales

Uma abordagem sistemática para a pesquisa a partir da perspectiva da subjetividade e intersubjetividade em psicologia e ciências sociais

A systematic approach to research from the perspective of subjectivity and intersubjectivity in psychology and social sciences

David Maldavsky*


* Doctor en Filosofía y Letras (UBA), fue decano de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Hebrea Argentina Bar Ilán. Dirige el Instituto de Altos Estudios en Psicología y Ciencias Sociales, la Maestría en Problemas y Patologías del Desvalimiento, el Doctorado en Psicología y la revista Subjetividad y procesos cognitivos, en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.


Resumen

El artículo presenta un enfoque de avanzada en el desarrollo de la ciencia y la investigación, en el marco del pensamiento complejo, el referido a los problemas psíquicos y sociales desde el punto de vista de la subjetividad y la intersubjetividad. En primer lugar el autor define este aspecto. Luego plantea problemas metodológicos y expone una orientación reciente de la investigación sistemática basada en esta perspectiva, a la que denomina algoritmo David Liberman. Se refiere brevemente a algunas de las aplicaciones concretas de este enfoque, para terminar con una consideración sobre las perspectivas futuras.

Palabras clave: subjetividad, intersubjetividad, investigación sistemática, análisis del discurso, algoritmo David Liberman, diccionario computarizado.

Resumen

The article presents an advanced perspective on the developing of the science and the research, in the frame of the complex thought: the one considering to the psychic and social problems from the point of view of the subjectivity and the intersubjectivity. The author begins defining this perspective. Then he focuses methodological problems and shows a recent orientation of the systematic research based on this perspective, that he names David Liberman algorithm. He summarizes some concrete applications of this focus, and finishes his paper with a consideration of the future perspectives.

Key words: subjectivity, intersubjectivity, systematic research, discourse’ analysis, David Liberman algorithm, computerized dictionary.


Presentación

Existen múltiples perspectivas desde las cuales encarar el problema de la relación entre universidad, ciencia e investigación. Varias de ellas son políticas, como el concentrarse en el valor de la investigación y en el desarrollo científico universitario con miras a resolver problemas sociales, económicos, etc., de una región en la que la unidad académica está inserta, o el concentrarse en las estrategias de gobierno universitario para sacar provecho del incremento de la calidad académica de sus docentes y alumnos y ejecutar programas de estudios concretos, refinar métodos e instrumentos, etc.

Pese a la importancia de estas perspectivas prefiero considerar otra, consistente en la presentación de un enfoque de avanzada en el desarrollo de la ciencia y la investigación, en el marco del pensamiento complejo. Me refiero al enfoque de los problemas psíquicos y sociales, desde el punto de vista de la subjetividad y la intersubjetividad. En primer lugar procuro definir este aspecto, para luego plantear problemas metodológicos y exponer una orientación reciente de la investigación sistemática basada en esta perspectiva. Me referiré brevemente a algunas de las aplicaciones concretas de este enfoque, para terminar con una consideración sobre los aspectos futuros.

Deslinde de una perspectiva

Las investigaciones en el campo de la psicología y las ciencias sociales en el ámbito académico se hallan en una permanente tensión entre las necesidades de encarar problemas de la comunidad y responder a las exigencias concretas de los estándares universitarios. A medida que se desarrollan investigaciones concretas, el problema de las teorías y los métodos cobra creciente importancia. Se ha hecho evidente la necesidad de disponer de una perspectiva compleja, no reduccionista, que dé espacio a intercambios fluidos entre enfoques y disciplinas diversas, que van desde el terreno de la neurología y el estudio de sistemas y procesos económicos, hasta el análisis del discurso y las manifestaciones culturales. Los avances recientes en el campo teórico han puesto en evidencia el valor de considerar los procesos sociales y psíquicos desde una perspectiva, la que se centra en la subjetividad y la intersubjetividad.

“Sujeto” tiene múltiples significaciones, no solo en el terreno filosófico o epistemológico sino también en el de las ciencias. Entre estas últimas, algunos enfoques lo consideran sólo como una perspectiva general, por ejemplo para una sociología o una antropología del gusto. En muchas ocasiones “subjetividad” o “sujeto” parecen tener un sentido ambiguo o difuso, y quizá en ocasiones ello sea preferible, en lugar de una definición encorsetadora, que deje a un lado algún aspecto central. En buena medida la definición misma de un concepto se va forjando en la práctica concreta de la investigación. En el caso que nos ocupa, a medida que estas investigaciones se multiplicaron, se puso en evidencia el valor del enfoque freudiano. Para Freud (1923) la subjetividad implica tomar en cuenta que los procesos psíquicos y los vínculos están promovidos por una confluencia entre tres factores: la exigencia pulsional, las demandas de la realidad inmediata y mediata, y los requerimientos de una instancia valorativa y crítica, conectada con los ideales y la moral. La guía de este conjunto está dada por las exigencias internas, especialmente por las pulsiones, y entre ellas la sexualidad. En la vida psíquica y en los vínculos, responder a las exigencias de las pulsiones implica entrar en transacciones con las otras dos instancias a las que se les debe pleitesía: la realidad y el mundo de los valores morales e ideales. En estas transacciones la sexualidad pasa a tener diferentes destinos (Freud, 1915) en la vida psíquica y los vínculos. Tales destinos de la sexualidad se presentan bajo la forma de diversos sistemas defensivos, normales y patológicos. Tales transacciones y buena parte de las exigencias pulsionales son inconscientes, y por lo tanto también lo son los determinantes de las manifestaciones correspondientes.

Pero además, la definición de sujeto implica tomar en cuenta la conciencia como lugar en el que se da el mundo de las cualidades, entre las que hay dos con un valor central: los afectos y las impresiones sensoriales (Freud, 1950). Existen, en efecto, individuos cuyos actos carecen de subjetividad, de cualidades (sobre todo las afectivas), y otros en los cuales la subjetividad y la conciencia por momentos aparecen y por momentos se hacen desaparecer, a veces por el consumo de sustancias tóxicas. Subjetividad implica, pues, captación de cualidades en un mundo psíquico en el que se combinan tres grandes exigencias (pulsionales, mundanas, morales e ideales).

Encarar la cuestión de la subjetividad implica, al mismo tiempo, tomar en cuenta la eficacia de los vínculos, especialmente los nexos con otros sujetos, es decir, una perspectiva intersubjetiva. Estos otros sujetos pueden ser determinantes en la producción de los sistemas valorativos y morales, pero también en el peso que adquiere determinada pulsión, determinada erogeneidad. Y, por supuesto, esos otros sujetos forman parte central de esa realidad a la cual cada quien debe reconocer, y eventualmente transformar, y además tienen gran eficacia para promover o no el desarrollo de cualidades (de conciencia) en aquellos que dependen de ellos (Maldavsky, 1997). Así pues, subjetividad implica tomar en cuenta la sexualidad y sus destinos (las defensas), la conciencia y el nexo con los demás.

Considerar la subjetividad desde la perspectiva de las demandas pulsionales sexuales implica tomar en cuenta que el mundo sensorial, las acciones, las representaciones, los valores, los nexos intersubjetivos, reciben una significación diferencial, específica. En efecto, cada erogeneidad es fuente de significatividad, aporta rasgos diferenciales a la vida simbólica y se manifiesta también como cosmovisiones, como repertorios específicos de desempeños motrices, de afectos, de formalizaciones de la materia sensible, de valores e ideales.

La perspectiva de la subjetividad y la intersubjetividad así entendida, adquirió creciente vigencia en los medios académicos y científicos y condujo a desarrollar iniciativas sugerentes y sofisticadas en cuanto al modo de encarar diferentes manifestaciones culturales, periodísticas, grupales, familiares, individuales. Numerosos estudios mostraron la riqueza de este enfoque. En el terreno de las artes plásticas, las obras de Lyotard (1971) o Deleuze (1981), entre muchos otros, mostraron la incidencia de la erogeneidad y el deseo. En un terreno más general, se puso en evidencia el valor de considerar que en cada discurso es posible hallar una polifonía (Kristeva, 1977) de lenguajes, lógicas y significaciones ligadas al mundo libidinal. En el terreno de las ciencias sociales, los estudios sobre el líder y el grupo (Maldavsky, 1990a; Pommier, 1995), sobre los vínculos familiares (Eiguer, 1987; Puget y Berenstein, 1988; Maldavsky, 1995b), sobre las instituciones (Kaës et al., 1987; Maldavsky, 1990a, 1995b), destacaron el valor de estos mismos factores, así como el de ciertas defensas de la gama de la desmentida, que tiende a promover el desconocimiento de hechos (origen del poder, de la riqueza) y a la estigmatización de personas y grupos. También fueron objeto de estudios esclarecedores la violencia familiar y urbana, y su relación con ciertas situaciones infantiles tempranas de desamparo, derivadas sobre todo de la falta de investidura amorosa familiar, en especial materna (Winnicott, 1984). Igualmente, se estudiaron los efectos inmediatos y tardíos, incluso transgeneracionales, de las situaciones traumáticas individuales, familiares y colectivas, como las derivadas de la violencia de Estado (Beker, Beltrán, Besozzi, 2002; Maldavsky, 1995b). Se estudiaron (Maldavsky, 1995a), igualmente, las consecuencias deletéreas de la dependencia de un sujeto psicótico, o perverso, entre las cuales figura la alteración del cuerpo de otro (violencia familiar, abuso sexual) y la del propio soma (desde las adicciones y el tatuaje hasta la compulsión a los embarazos, las operaciones quirúrgicas innecesarias, la traumatofilia y las afecciones psicosomáticas).

Cuestiones metodológicas

Pese a la riqueza de sus sugerencias, muchas de las iniciativas recién mencionadas carecían de un fundamento metodológico sistemático, por lo cual perdían rigor y consistencia. Ello hacía que en los ámbitos académicos y científicos se diera una contradicción entre aspiraciones y logros. Había una coincidencia en destacar el valor de una perspectiva y al mismo tiempo en cuestionar que ésta carecía de sistematicidad.

La contradicción entre el valor de esta perspectiva y su falta de sistematicidad se hacía tanto más lamentable porque ella aportaba a las investigaciones una valiosa categorización del mundo de las significaciones. Esta perspectiva disponía, precisamente, de dicho repertorio de categorías de significaciones que, sin embargo, no lograba trasladar al desarrollo de investigaciones sistemáticas.

Al mismo tiempo que se desarrollaron estos aportes, otras corrientes en psicología y ciencias sociales comenzaron a refinar instrumentos concretos de investigación del lenguaje. Algunas de ellas se concentraron en el análisis de las palabras recurriendo a diccionarios computarizados cada vez más sofisticados (Bucci, 1997, Mergenthaler, 1985). Otras se concentraron en el análisis conversacional categorizando los repertorios de frases que intercambian los interlocutores, las cuales suelen ser clasificadas tomando en cuenta su valor ilocutorio, su función en tanto actos de enunciación (Stiles, 1992). Estas frases pueden ser estudiadas entonces desde la óptica de una retórica de la persuasión (Billig, 1987; Perelman y Olbrechts- Tyteca, 1958; Toulmin, 1958). Este enfoque se basa en la consideración del discurso como actos, que no solo refieren a una realidad sino que además la generan (Austin, 1962; Edwards, 1997); otro las encara en cambio desde la retórica poética (Dubois et al., 1970), es decir, en términos de su riqueza expresiva; otro enfoque del lenguaje presta atención al relato, a menudo como actos realizados al hablar, del mismo modo que las frases (Gergen, 1994; Polkinghorne, 1988; Ricoeur, 1980; Riesmann, 1993; Sarbin, 1986). En el relato se suelen deslindar escenas, actantes, con sus correspondientes funciones, acciones y estados, etc. (Greimas, 1966). Casi todos estos instrumentos empleados han sido desarrollados, primero en el terreno de la lingüística y la semiótica, y luego trasladados, a veces con algunas modificaciones, al campo de las herramientas para la investigación en psicología y ciencias sociales. Sin embargo, estas investigaciones concretas carecían de una teoría semántica desde la cual dotar de significatividad a los resultados de la aplicación de los instrumentos empleados, y, más aún, carecían de una categorización semántica a partir de la cual producir tales instrumentos.

Un camino básico para restringir la pluralidad de significaciones de las manifestaciones consiste en prestar atención al deseo como eje organizador (Greimas, 1966). El deseo genera tensiones, promueve actos, da lugar a diferentes escenas y posiciones en ella: objeto de deseo, rival, ayudante, etc. Pero este primer paso (destacar el valor del deseo) para restringir y organizar el mundo de las significaciones desde el punto de vista de la subjetividad solo aporta una orientación general, que requiere de mayores precisiones, sobre todo en cuanto a su categorización restrictiva. Al respecto se presentaron dos caminos: uno inductivo y pragmático, y otro deductivo. Los criterios inductivos crearon categorías algo difusas, que además tienen un problema adicional, y es que resulta difícil aprovechar los resultados de las investigaciones basadas en ellos cuando se pretende ir algo más allá, es decir, cuando se pretende una articulación con enunciados más generales (Luborsky y Crits-Christoph, 1990; Perry, 1990).

Las categorizaciones de los deseos derivadas de una deducción requieren de una teoría flexible para evitar esquematizaciones empobrecedoras. El modelo freudiano de las erogeneidades como criterio diferenciador de los deseos puede aportar las restricciones categoriales necesarias. Como existe un grupo acotado de erogeneidades también es posible sistematizar cuáles son los deseos correspondientes, pero al mismo tiempo es preciso dar cuenta del hecho de que en un discurso concreto se suelen presentar varios deseos, algunos de los cuales tienen mayor peso que otros, circunstancia que permite pensar a cada manifestación como polifónica, incluyendo conflictos, complementariedades, subordinaciones y dominancias entre dichos deseos.

Un método sistemático de análisis de la subjetividad y los procesos intersubjetivos

En el mismo período en que se dieron los avances ya reseñados comenzó a desarrollarse en Argentina un método para la investigación sistemática del discurso, partiendo de la perspectiva de la erogeneidad y la defensa como ejes centrales de la subjetividad y la intersubjetividad. En su versión inicial, el instrumento contaba con una sistematización que incluía el repertorio de las erogeneidades y de los estilos discursivos que le eran representativos (Liberman, 1970). La sistematización de las defensas (en cuanto al repertorio y los modos de manifestarse) era más precaria, y se requirió de sucesivos refinamientos y ampliaciones para llegar a una versión más satisfactoria del método y sus instrumentos correspondientes (Maldavsky, 2004).

En su versión más desarrollada, el método (al cual he denominado algoritmo David Liberman) estudia el discurso en tres niveles: palabra, frase, relato. En los tres pretende detectar el mismo universo de significaciones recurriendo a instrumentos de avanzada que se benefician de los desarrollos recientes en áreas afines (diccionarios computarizados, análisis conversacional, estudios semióticos y lingüísticos de relatos, enfoques retóricos en poética y en argumentación). En los tres niveles, el método investiga la especificidad de las erogeneidades y las defensas. En ocasiones se ha privilegiado el empleo de solo uno de los instrumentos (por ejemplo, el que permite investigar relatos); en otras ocasiones la investigación focaliza solo la consideración de las erogeneidades, las consiguientes representaciones espaciales, temporales, valorativas, grupales, la cosmovisión, el tipo de motricidad o de descripción de los estados, etc. El método fue adquiriendo creciente complejidad y condujo al desarrollo de investigaciones en universidades de Argentina, Brasil y Canadá, a las cuales se suman ahora las de Gran Bretaña y Francia. Se desarrollaron además diferentes pruebas de validez y confiabilidad (Maldavsky, 2004a).

El repertorio de las erogeneidades que constituyen el fundamento de la categorización semántica incluye este conjunto: 1) líbido intrasomática (LI), 2) oral primaria (O1), 3) sádico oral secundaria (O2), 4) sádico anal primaria (A1), 5) sádico anal secundaria (A2), 6) fálico uretral (FU), 7) fálico genital (FG).

El núcleo de este enfoque consiste en la categorización sistemática de las escenas en que un sujeto puede insertarse y colocar a los otros (véase Tabla 1), así como de las posiciones que en dichas escenas el narrador puede ocupar. Si las escenas son específicas de cada erogeneidad, la posición que en ellas ocupa el narrador es indicio de la defensa. Las escenas van acompañadas de una representación del ideal y del grupo, del espacio y del tiempo, de los ayudantes, de los objetos, de las acciones, de los estados, de una weltanschaung, etc. Las escenas pueden detectarse en el relato pero también en el acto de narrar. En este último caso, las escenas se despliegan en un escenario intersubjetivo. Una cosa es la escena relatada y otra es la desplegada en el acto de relatar.

  EROTISMO
ESCENA  
FÁLICO
GENITAL
FÁLICO
URETAL
SÁDICO ANAL
SECUNDARIA
SÁDICO ANAL
PRIMARIA
SÁDICO ORAL
SECUNDARIA
ORAL
PRIMARIA
LÍBIDO
INTRASOMÁTICA
Estado inicial Armonía estética Rutina Orden jerárquico Equilibrio jurídico natural Paraíso Paz cognitiva Equilibrio de tensiones
Primera trasformación: despertar del Deseo Deseo de completud estética Deseo ambicioso Deseo de dominar a un objeto en el marco de un juramento público Deseo justiciero Tentación
 
Expiación
Deseo cognitivo abstracto Deseo especulatorio
Segunda trasformación: tentativa de consumar el deseo Recepción de un don-regalo Encuentro con una marca paterna en el fondo del objeto Discernimiento de que el objeto es fiel a sujetos corruptos Venganza Pecado
 
Reparación
Acceso a una verdad Ganancia de goce por la intrusión orgánica
Tercera trasformación: consecuencias de la tentativa de consumar el deseo Embarazo
 
Desorganización estética
Desafío aventurero
 
Desafío rutinario
Reconocimiento por su virtud
 
Condena social y expulsión moral
Consagración y reconocimiento del liderazgo
 
Impotencia motriz, encierro y humillación
Expulsión del Paraíso
 
Perdón y reconocimiento amoroso
Reconocimiento de la genialidad
 
Pérdida de lucidez para el goce cognitivo ajeno
Euforia orgánica
 
Astenia
Estado final Armonía compartida
 
Sentimiento duradero de asquerosidad
Aventura
 
Rutina pesimista
Paz moral
 
Tormento moral
Evocación del pasado heroico
 
Retorno a la paz natural
 
Resentimiento duradero
Valle de lágrimas
 
Recuperación del paraíso
Goce en la revelación
 
Pérdida de la esencia
Equilibrio de tensiones sin pérdida de energía
 
Tensión o astenia duradera

Tabla 1. Esquema de las escenas inherentes a las secuencias narrativas de cada lenguaje del erotismo.

A su vez, esta categorización de las escenas puede extenderse a terrenos diferentes del discurso verbal, como el juego infantil (Goldberg, 2003), los componentes melódicos y tímbricos acompañantes del habla (Tarrab, 2003; Stanley, Cusien, Truscello de Manson, Garzoli, Roitman, Maldavsky, Bodni, 2004), las imágenes visuales (Maldavsky, 1995b, 1997, 1998a; Maldavsky, Aguirre de Micheli, Bustamante, 2004). Las investigaciones en que el método fue aplicado dan resultados complejos: cada manifestación suele contener un manojo específico de representaciones grupales, ideales, espacialidades, temporalidades, acciones y estados, etc., en donde algunos son dominantes y otros complementarios. En cada ocasión se hace necesaria una ratio, un criterio clave que dé significación a los resultados obtenidos de la aplicación del método, criterio este que constituye el núcleo orientador de la investigación.

Aplicaciones

1. El campo de la subjetividad

Una parte de estas investigaciones abarcó los terrenos de la cultura, la clínica en psicoterapia y la psicología evolutiva. En el terreno de la cultura se destacan los estudios sobre obras literarias, como las de Borges (Maldavsky, 2002a), R. Arlt (Maldavsky, 2002a), P. Levi (Maldavsky, 1999) y M. Cardinal (Cassia Fruett, 2003). Respecto de P. Levi fue posible investigar el efecto de la vivencia traumática del Holocausto a lo largo de su producción literaria, en la que cobró creciente vigencia una tendencia a los procesos de tipo tóxico (Maldavsky, 1999). En estos estudios se emplearon básicamente los instrumentos del método para detectar erogeneidades en los niveles de las frases y el relato, pero no los de la defensa. También se desarrollaron estudios de la producción artística, sobre todo de F. Bacon (Maldavsky, 1998a), M. Duchamps (Maldavsky, 1995b) y L. Bourgeois (Maldavsky, Aguirre de Micheli, Bustamante, 2004). Estas investigaciones requirieron una extensión de la teoría y el método para su aplicación a la obra artística visual y escultórica y a las instalaciones, con su correspondiente retórica (Maldavsky, 2004c). Otros análisis de la producción plástica se centró en la comparación entre los dibujos de niños oyentes y niños sordos de nacimiento, algunos de los cuales se comunicaban con lenguaje de señas y, otros, gracias a la oralización (Danesi, 2002). También se estudiaron spots publicitarios en cuanto a la imagen, el mensaje verbal y la música (Amon, 1997).

Otros trabajos constituyeron una extensión del método al estudio de los juegos de los niños en las sesiones de psicoterapia. En tal caso, se utilizaron los instrumentos para analizar frases (dado que no es frecuente que los niños relaten) y desempeños motrices, para detectar tanto erogeneidades como defensas (Goldberg, 2003). Igualmente, se estudió el proceso de lecto-escritura (Maldavsky, 1990a) y las geometrías subyacentes a la producción gráfica infantil (Maldavsky, 1980). Además, se realizaron estudios concretos de prácticas musicales en la cotidianidad (Tarrab,2003).

Con respecto al terreno laboral, se estudiaron las prácticas de trabajo de los conductores de buses (Britti, 2003), así como ciertas situaciones críticas derivadas del impacto de medidas económicas que afectaron a la población íntegra (Plut, 2003).

Otras investigaciones se centraron en el estudio de textos periodísticos. Algunos prestaron atención a la página de opinión política de grandes matutinos argentinos a lo largo de diferentes períodos (Maldavsky, Almasia, Álvarez, Tarrab, 2002; Maldavsky, 2002b). En estos casos se recurrió a los instrumentos para detectar erogeneidades en los niveles de la palabra, la frase y el relato. Otra investigación se centró (Maldavsky, 2004) en doce diferentes secciones de periódicos de Argentina y España (1. Recetas, 2. Sociedad, 3. Economía, 4. Gastronomía, 5. Policiales, 6. Deportes, 7. Moda, 8. Avisos fúnebres, 9. Página de opinión política, 10. Noticias internacionales, 11. Mundo computacional, 12. Política nacional) a lo largo de sesenta días. Esta investigación recurrió, sobre todo, al programa computarizado. El resultado de la investigación permitió ordenar las doce secciones en grupos. En un grupo pequeño no es posible hallar coincidencias (Policiales y Deportes); pero sí en los otros diez, que se reúnen en tres grupos. En cada uno de ellos el estudio del lenguaje permite inferir que prevalece no tanto el contenido específico de la noticia como el acto de enunciación, es decir, una posición del relator (y del periódico) respecto de los temas concretos tratados.

En uno de los grupos (compuesto por Noticias fúnebres y Mundo computacional) no fue posible hallar una unidad, pero sí en los otros dos, mayoritarios. Uno está compuesto por Recetas, Sociedad, Gastronomía y Moda. El otro, por Economía, Página de opinión política, Noticias internacionales y Política nacional. En el primero predomina una promesa de totalización estética, de plenitud del disfrute, del encanto de la belleza. En el segundo prevalece un énfasis en el conocimiento objetivo de una realidad concreta, la racionalidad, la jerarquización del orden. (En Noticias fúnebres, en cambio, predomina otra weltanschaung, centrada en la nostalgia del pasado, el lamento, la fidelidad a los muertos, mientras que en Mundo computacional cobra importancia el pensamiento abstracto, la producción de un mundo puramente mental, como lo propondría una orientación platónica: la idea crea a la realidad material).

Es posible inferir que cada sección del periódico tiene un código interno, derivado de un contrato social implícito entre escritores y lectores. Este último espera encontrar algún tipo de estilo y el primero despliega dicho estilo, que las críticas internas de los correctores del periódico controlan y supervisan (y a veces los manuales de estilo del periódico dictaminan). Se admiten algunas variaciones estilísticas, como consecuencia de los temas tocados o quizá de algunas otras condiciones (por ejemplo, los supuestos sentimientos sociales de los lectores). En algunas secciones se admiten dos estrategias de exposición. Por ejemplo, a veces el objetivo de informar prevalece sobre el tema tratado, y a veces esta prevalencia se invierte.

Entre las situaciones clínicas estudiadas se hallan la psicosomática (Álvarez, 2002), la discapacidad (Kazez, 2002), la violencia y el SIDA (Rembado, 2004), la adicción a la cocaína (Maldavsky, Costa, de Oliveira, Katz, 2004), la psicosis (Maldavsky, 2003b), el apego a Internet (Maldavsky y Almasia, 2001), la mujer víctima de maltrato (Maldavsky, 1998b), la homosexualidad femenina (Maldavsky et al., 2000), así como casos más convencionales, histéricos, fóbicos y obsesivos (Maldavsky, 1998b, 2000a; Maldavsky et al., 2000).

2. El campo de la intersubjetividad

Otras investigaciones consideran el terreno más complejo de los nexos intersubjetivos. En este campo puede advertirse que, si bien el intercambio entre los interlocutores define en buena medida las características del vínculo y de la significatividad de los términos empleados, así como de la realidad a la que hacen referencia (Wetherell y Potter, 1996), al mismo tiempo las escenas desplegadas en tales intercambios pueden ser analizadas tomando en cuenta su fundamento pulsional. Cada sujeto en el intercambio se coloca en una posición definida en dichas escenas, tiende a promover algunas y a desalentar otras, o a desactivar cierto posicionamiento en ellas.

Algunas de las investigaciones que toman en cuenta estas premisas se centran en los intercambios entre varios participantes de una “conversación” colectiva, el “chateo” (Romano, 2003, 2004). Pudo advertirse que a través de dicho intercambio los diferentes interlocutores generan escenas en las cuales ocupan algunas de las posiciones adjudicadas a los correspondientes actantes. Las escenas que se despliegan pueden ser categorizadas en los términos de las inherentes a los relatos, por lo cual es posible inferir que en cada sujeto dichas escenas, así como la posición en que se ubican en ellas, se hallan inscritas y están disponibles para ser activadas en ciertas circunstancias. Cada sujeto cuenta con un repertorio de tales escenas y de posiciones en ellas. En esta investigación prevaleció el análisis de las frases como actos de enunciación.

Un terreno al que se prestó amplia atención es el de las relaciones entre paciente y terapeuta en las sesiones. Por un lado se estudiaron los árboles de decisiones del terapeuta (Maldavsky, Álvarez, Neves, Roitman, Tate de Stanley, 2003b), la complementariedad óptima entre sus intervenciones y el estilo del paciente, y los efectos del discurso del paciente sobre la subjetividad de quien lo atiende (contratransferencia) (Maldavsky, 2004b). Por otro lado, se estudiaron las respuestas mediatas e inmediatas del paciente ante las intervenciones del terapeuta, y sobre todo hasta dónde aquellas indicaban el grado y tipo de colaboración del paciente con la tarea terapéutica (Maldavsky, 2004b).

Nuevas perspectivas

El método constituye en realidad una puerta de entrada para que la perspectiva de la subjetividad y la intersujetividad pueda constituir un aporte al desarrollo científico, gracias a las investigaciones sistemáticas. Por lo tanto, puede abarcar numerosos terrenos correspondientes a manifestaciones de muy diferente tipo y extensión, tanto clínicas como culturales o de la vida cotidiana. Permite realizar enfoques microanalíticos de sectores muy restringidos de un discurso y estudios correspondientes a una muestra muy amplia. En consecuencia, es posible abordar proyectos ambiciosos de diferente tipo, que incluye también la combinación de este enfoque con otros afines, como los correspondientes a las técnicas psicométricas y proyectivas, a los estudios cualitativos usando cuestionarios o entrevistas abiertas o semidirigidas, testimonios, etc. La investigación de la weltanschaung correspondiente a cada erogeneidad puede ensamblarse con el enfoque de las representaciones sociales y con el enfoque constructivista. En el terreno de las artes visuales, plásticas y escénicas, puede conducir a una nueva forma de encarar las cuestiones teóricas y concretas de las estéticas diferenciales y aquello que las reúne, incluyendo el estudio de casos, los enfoques retóricos y el refinamiento de la categorización de los lenguajes y las geometrías a partir de las cuales se constituye la espacialidad. También es posible aprovechar muchos estudios concretos de casos (clínicos, literarios, artísticos, de pareja, etc.) sin la utilización de este método sistemático, para enriquecer aún más los argumentos y la fineza del análisis de los instrumentos del método. En efecto, muchas investigaciones precedentes en diferentes terrenos, como las de Kristeva (1974), Donnet y Green (1973) o Deleuze (1981) desde la perspectiva de la subjetividad, así como otras, provenientes del campo literario (Alazraki, 1968; Barrenechea, 1956), pueden armonizar con las investigaciones sistemáticas concretas o con algunos sectores específicos de los instrumentos que componen el método.

En cuanto a los sectores del método que requieren mayor desarrollo, corresponden sobre todo a las categorizaciones sistemáticas de los programas gesticulares (Maldavsky, 1976) y de los instrumentos para la detección de los componentes melódicos y tímbricos (Tarrab, 2003, Maldavsky, 2004a).


Bibliografía

  1. ÁLVAREZ, L., “Investigación psicoanalítica del lenguaje en pacientes psoriásicos”, tesis de la Maestría de Problemas y Patologías del Desvalimiento, Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, 2002.
  2. ALAZRAKI, J., La prosa narrativa de Jorge Luis Borges, Madrid, Gredos, 1968.
  3. AMON, D., “O espírito da comida”, proyecto de tesis de doctorado en psicología, presentado en la Pontifíca Universidade Católica Do Rio Grande Do Sul, 1997.
  4. AUSTIN, L.L., How to do things with words, Oxford, 1962.
  5. BARRENECHEA, A.M., La expresión de la irrealidad en la obra de Borges, Buenos Aires, Paidós, (1956) 1967.
  6. BEKER, E.; M. del C. Beltrán y A. Besozzi (eds.), Intervenciones en situaciones críticas. Prácticas interdisciplinarias, Buenos Aires, Catálogos, 2002.
  7. BILLIG, M., Arguing and thinking: a rethorical approach to social psychology, Cambridge, Cambridge University Press, 1987.
  8. BRITTI, A. M., “El apego a los procedimientos autocalmantes y los procesos subjetivos en la actividad laboral: los conductores de colectivo”, tesis de la Maestría de Problemas y Patologías del Desvalimiento, Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, 2003.
  9. BRUNNER, J., Acts of meaning, Cambridge, MA, Harvard University Press, 1990. BUCCI, W., Psychoanalysis & Cognitive Science, NY, The Guilford Press, 1997.
  10. CASSIA FRUETT, A., “E o verbo se fez carne... Uma investigação sobre as linguagens do erotismo presentes num sintoma de metrorragia”, tesis de la Maestría de Problemas y Patologías del Desvalimiento, Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, 2003.
  11. DANESI, M. C., “Representação gráfica em desenhos de crianças surdas”, tesis de la Maestría de Problemas y Patologías del Desvalimiento, Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, 2002.
  12. DELEUZE, G., Francis Bacon. Logique de la sensation, París, Editions de la Différence, 1981.
  13. DONNET, J-L. and A. Green, L’enfant de ça, París, Minuit, 1973.
  14. DUBOIS, J. et al., Rhétorique générale, París, Larousse, 1970.
  15. EDWARDS, D., Discourse and Cognition, London, Sage, 1997.
  16. EIGUER, A., El parentesco fantasmático. Transferencia y contratransferencia en terapia familiar psicoanalítica, Buenos Aires, Amorrortu, (1987) 1989.
  17. FREUD, S., “Pulsiones y destinos de pulsión”, en: AE, Vol. 14, 1915.
  18. ________, “El yo y el ello”, en: AE, Vol. 19, 1923.
  19. ________, “Proyecto de psicología”, en: Los orígenes del psicoanálisis, AE, Vol. 1, (1950a) 1985.
  20. GERGEN, K.J., Realidades y relaciones. Aproximación a la construcción social, Barcelona, Paidós, (1994)1996.
  21. GOLDBERG, J., “El algoritmo David Liberman (ADL): su lugar en la clínica psicoanalítica con niños”, en: Actualidad Psicológica, No. 313, octubre 2003.
  22. GREIMAS, A., Semántica estructural, Madrid, Gredos, (1966) 1971.
  23. KAES, R.; J. Bleger; E. Enríquez; F. Fornari; P. Fustier; R. Roussillon; JP. Vidal, La institución y las instituciones, Buenos Aires, Paidós, (1987) 1989.
  24. KAZEZ, R., “Estudio exploratorio del lenguaje en dos momentos de un tratamiento psicoterapéutico”, tesis de la Maestría de Problemas y Patologías del Desvalimiento, Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, 2002.
  25. KRISTEVA, J., La revolution du langage poétique. L’avant-garde à la fin du XIXº siècle. Lautréamont et Mallarmé, Editions du Seuil, 1974.
  26. ________, Polylogue, Edutuibs dy Seyuk, 1977.
  27. LIBERMAN, D., Lingüística, interacción comunicativa y proceso psicoanalítico, Buenos Aires, Galerna-Nueva Visión, (1970) 1971-72.
  28. LYOTARD, JF., Discours, Figure, París, Klinckseick, 1971.
  29. LUBORSKY, L.; P. Crits-Christoph, Understanding transference, Nueva York, Basic Books, 1990.
  30. MALDAVSKY, D., Teoría de las representaciones, Buenos Aires, Nueva Visión, 1976.
  31. ________, El complejo de Edipo positivo: constitución y transformaciones, Buenos Aires, Amorrortu, (1980) 1982.
  32. ________, Procesos y estructuras vinculares, Buenos Aires, Nueva Visión, (1990a) 1991.
  33. ________, Pesadillas en vigilia. Sobre neurosis tóxicas y traumáticas, Buenos Aires, Amorrortu, (1995a) 1996.
  34. ________, Linajes abúlicos, Buenos Aires, Paidós, (1995b) 1996.
  35. ________, Sobre las ciencias de la subjetividad, Buenos Aires, Nueva Visión, 1997.
  36. ________, Casos atípicos. Cuerpos marcados por delirios y números, Buenos Aires, Amorrortu, (1998a) 1999.
  37. ________, Lenguajes del erotismo, Buenos Aires, Nueva Visión, (1998b) 1999.
  38. ________, “La violencia de Estado y sus efectos sobre los procesos subjetivos. Un estudio sobre los lenguajes del erotismo en los textos de Primo Levi”, inédito, 1999.
  39. ________, Lenguaje, pulsiones, defensas, Nueva Visión, (2000a) 2000.
  40. ________, Análisis computacional del lenguaje desde la perspectiva psicoanalítica, editado en CD-Rom, 2002a.
  41. ________, “Lenguajes del erotismo, cosmovisiones y periodismo político”, en: Actualidad Psicológica, No. 297, Mayo (2002b) 2002.
  42. ________, “La clínica y la investigación en psicoanálisis. Sobre el método y las categorías teóricas”, en: Revista de Psicoanálisis, LX, No. 4, 2003b.
  43. ________, “Un diccionario computarizado para la investigación del discurso desde la perspectiva psicoanalítica”, enviado, 2004a.
  44. ________, “Research on the countertransference and the tree of clinical decisions of the therapist, applying DLA. A systematic study of the patient’s and therapist’s style”, sended, 2004b.
  45. ________, “Las artes y los lenguajes de las pulsiones”, en: Actualidad Psicológica, 2004c.
  46. MALDAVSKY, D.; G. Aguirre de Micheli; B. Bustamante, “The David Liberman algorithm (DLA) and the analysis of Louise Bourgeois visual works”, Rome, SPR Meeting, 2004.
  47. MALDAVSKY, D.; A. Almasia, “Análisis con el algoritmo David Liberman del discurso de un paciente con apego a Internet”, en: Subjetividad y procesos cognitivos, 4, 2001.
  48. MALDAVSKY, D.; A. Almasia; L. Álvarez; E. Tarrab, “Análisis computacional del discurso periodístico con un enfoque psicoanalítico. Contribuciones a la psicología política”, en: Revista del Instituto de Investigaciones, Año 7, No. 3, UBA, 2002, pp.69-93.
  49. MALDAVSKY, D.; L. Álvarez; N. Neves; C.R. Roitman; C. Tate de Stanley, “El ADL y la investigación de la subjetividad del analista”, en: Revista del Instituto de Investigaciones, UBA, Año 9, No.1, 2003b, pp.43-74.
  50. MALDAVSKY, D.; O. Bodni; I. Cusien; F. Lambersky de Widder; C. Roitman; E. Tamburi; E. Tarrab de Sucari; C. Tate de Stanley; M. Truscello de Manson, Investigaciones en procesos psicoanalíticos. Teoría y método: secuencias narrativas, Nueva Visión, (2000) 2001. MALDAVSKY, D.; G. Costa; J.F. de Oliviera; G. Katz, “Investigación psicoanalítica contemporánea”, en: Psicoanálise, Vol. 6, No.1, 2004.
  51. MERGENTHALER, E., Computer science applied in the field of psychoanalysis, Heidelberg New York, Springer, 1985.
  52. PERELMAN, C. y L. Olbrechts-Tyteca, La nouvelle rhèrorique. Traité de l’argumentation, PUF, 1958. PERRY, J.C., “Escalas de evaluación clínica de los mecanismos de defensa”, 5th ed., Cambridge, The Cambridge Hospital Dept. of Psychiatry, 1990.
  53. PLUT, S., “Sobre la aplicación del algoritmo David Liberman en una organización”, I Jornadas Actualización ADL, UCES, 2003.
  54. POLKINGHORNE, D.E., Narrative Knowing and the Human Sciences, NY, State University of New York Pressm Albany, 1988.
  55. POMMIER, G., El amor al revés. Ensayo sobre la transferencia en psicoanálisis, Buenos Aires, Amorrortu, (1995) 1997.
  56. PUGET, J. e I. Berenstein, Psicoanálisis de la pareja matrimonial, Buenos Aires, Paidós, 1988.
  57. REMBADO, J.M., “Adolescencia y marginalidad”, en: Actualidad Psicológica, No. 319, Mayo 2004.
  58. RICOEUR, P., “The narrative function”, en: Mitchell, W.J.T (ed.), On Narrative, Chicago Press, 1980.
  59. RIESMANN, C.K., Narrative analysis, London, Sage, 1993.
  60. ROMANO, E., “Análisis de las estructuras-frase en las conversaciones públicas mediadas por computadora”, I Jornadas de Actualización del ADL, UCES, 2003.
  61. ________, “El ‘chateo’ en tanto nueva práctica cultural”, en: Subjetividad y procesos cognitivos, No. 7, en prensa, 2004.
  62. SARBIN, T.R., “The narrative as root metaphor for psychology”, in T.R. Sarbin (ed.), Narrative Psychology: the Storied Nature of Human Conduct, New York, Praeger, 1986. STANLEY, C.; I. Cusien; M. Truscello de Manson; E. Garzoli; C. Roitman; D. Maldavsky; O. Bodni, “Analyzing the erogeneicities and the defenses in the patient’s verbal and paraverbal components (with the David Liberman algorithm)”, SPR Meeting, Rome 2004.
  63. STILES, W.B., Describing Talk: A Taxonomy of Verbal Response Modes, Sage Publications, 1992.
  64. TARRAB, E., “Avances sobre el estudio de los componentes paraverbales”, I Jornadas Actualización ADL, UCES, 2003.
  65. TOULMIN, S., The uses of argument , Cambridge, Cambridge University Press, 1958.
  66. WETHERELL, M. y J. Potter, “El análisis del discurso y la identificación de los repertorios interpretativos”, en: A. Gordo y J. Linaza (eds.), Discursos y poder (PDP), Madrid, Visor, 1996.
  67. WINNICOTT, D., Deprivación y delincuencia, Buenos Aires, Paidós, 1984.
  Versión PDF

 

El juego de la ciudad en la formación de nuevas subjetividades

O jogo da cidade na formação de novas subjetividades

The game of the city in the formation of new subjectivities

José Aladier Salinas Herrera


* Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad Santo Tomás. Magíster en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana, especializado en Comunicación Educación de la Universidad Central. Miembro del grupo de investigación de Comunicación-Educación, Universidad Central, reconocido por Colciencias. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.


Resumen

La ciudad produce un discurso sociocultural en relación directa con la experiencia urbana del sujeto. Ello implica la apropiación de la realidad simbólica y material a través de ciertas prácticas sociales, determinantes en la promoción de nuevas subjetividades urbanas. Bajo esta óptica, en el presente artículo se hace una breve reflexión, a partir de algunas categorías de orden ontológico, con la intención de aproximarnos al proceso de incidencia que tiene la ciudad actual y su juego de transformaciones permanentes en las diversas formas de ser y estar en la ciudad.

Palabras clave: sociocultural, subjetividades, ciudad, experiencia urbana.

Abstract

The city produces a sociocultural discourse directly related to the subject urban experience. This implies that, through some social practices, the subject appropriates the symbolical and material truth, which are determining in the promotion of new urban subjectivities. Starting from some ontological categories, a brief reflection is made in this paper, trying to get us closer to the current city incidental process and to its permanent transformation playing in the various ways of being and living in the city.

Key words: sociocultural, subjectivities, city, urbanexperience.


Bogotá vive la experiencia de la transformación permanente y veloz de su composición física; es un cambio que trasciende a sus habitantes y modifica, consecuentemente, las percepciones que de la misma urbe se tienen1. “La ciudad cambia por las acciones que en ella se desarrollan y por la articulación material y simbólica de su tiempo y espacio” (Margulis, 2002: 520). En realidad, ciudad y habitante se construyen mutuamente en una dinámica de historicidad en la que se integran tanto la renovación y producción de nuevos imaginarios como la transformación de las subjetividades.

“La ciudad es un discurso y este discurso es verdaderamente un lenguaje. La ciudad habla a sus habitantes”, afirma Roland Barthes2. De esta idea hacen parte las dinámicas comunicativas vinculadas al espacio urbano, en donde la ciudad asume el carácter de un texto que podemos leer desde varias ópticas, pues ella genera un sinnúmero de significantes y sentidos renovados permanentemente. La ciudad produce un discurso sociocultural, en el cual cada parte suya (la calle, la casa, el edificio, la avenida, el parque) es un espacio cargado de fuerza semiótica3; dicho entramado de elementos tienen una disposición correlativa, de asociación, de vínculo, en la experiencia urbana de un individuo, hasta formar núcleos metafóricos determinantes en la relación del sujeto con el espacio urbano y en la percepción que éste pueda tener de la urbe en la que vive: la ciudad lúdica, gastronómica, del amor, también la ciudad del peligro, del frenesí, de lo desconocido.

Como realidad sociocultural la ciudad exige entonces una apropiación de su realidad simbólica y material a través de prácticas sociales, las cuales están determinadas por un juego de mediaciones que ejercen instituciones como la escuela, la iglesia, la administración pública, la política, los medios y las nuevas tecnologías de comunicación, entre otros. En esta dinámica el habitante, el ciudadano, se ve impelido a asumir nuevas formas de estar en la urbe bajo la necesidad de conexión a una ciudad que se transforma como consecuencia del reordenamiento de su espacio y la aparición de nuevos paradigmas de comunicación e información4 , entre otras variables.

Sin embargo, la ciudad como escenario de transformación cultural tiene en el sujeto su esfera esencial puesto que, a nuestro modo de ver, en éste se consolida el ejercicio de apropiación y producción del material físico, simbólico e imaginario de lo urbano; particularmente, porque el sujeto es el depositario último de toda política en el contexto de lo público. Pensamos en el sujeto como concepto que encierra la idea de actor, descrito por Alain Touraine, en cuanto libertad de ser protagonista de sus acciones y por tanto de su propia historia: “El sujeto es la voluntad de un individuo de actuar y ser reconocido como actor” (1993: 267).

Asumimos entonces en las siguientes líneas una breve aproximación a la incidencia que tiene la ciudad actual, bajo el carácter de cambio permanente, en la formación y transformación de las “nuevas subjetividades urbanas”5. Se trata, en pocas palabras, de identificar algunos elementos que permitan “entender las prácticas de construcción y apropiación del espacio urbano como expresión de identidades grupales” (Niño, 2003:51).

Hacia el reconocimiento de nuevas subjetividades urbanas

Algunas categorías de orden ontológico asumidas por Emma León en su texto “El magma constitutivo de la historicidad”sirven de coordenadas en el análisis propuesto. Precisamente, la autora señala dos ideas que sirven de directriz a nuestro ejercicio: por un lado, la importancia que tiene el sujeto como eje del pensamiento social, reconocido como generador de los mundos que se vuelve sobre él mismo para determinarlo; y, por otro lado, al indicar que “… la naturaleza subjetiva es la piedra de toque en la elaboración de sentidos para las prácticas de apropiación de esos mundos” (1997: 38). Pues bien, nos interesa abordar aquí el proceso de composición de las subjetividades, derivadas de la relación cotidiana del sujeto habitante con la ciudad.

En el texto mencionado el concepto de objetivación señala “… los procesos de relación que los sujetos establecen con las realidades materiales y simbólicas, en virtud de las cuales realidades y sujetos se transforman en objetos de experiencia humana, social y gnoseológica” (1997: 40). La experiencia de ciudad integraría la objetivación mediante la relación quese establece entre el sujeto habitante con el espacio público y con sus realidades materiales y simbólicas, dentro de los recorridos permanentes dados en el tiempo y acumulados en la experiencia. Es en este juego existencial, en donde los sujetos construyen procesos y prácticas socioculturales, como la significante6, a partir de referentes compartidos, cuya experiencia puede darse individual o colectivamente. Así, en la acción de vivir la ciudad se cruzan la relación directa con el espacio, objetivación, la socialidad, que deriva en ciudadanía, y la historicidad que finalmente se expresa en conciencia e identidad.

En cuanto a la historicidad, ésta nos remite al juego de temporalidades pasado-presente-futuro de un individuo, mediado por las visiones de mundo y de sentidos resultantes de la práctica social. En este caso, la experiencia de ciudad permite una práctica que se objetiva en la realidad espacio-temporal de los sujetos- habitantes, en relación directa con su manera particular de ser y estar en la metrópoli, es decir con una subjetividad específica; pues como afirma Emma León, “cuando hablamos del tiempo histórico de un sujeto estamos pensando en la manera como la práctica objetiva una construcción espacio-temporal de los sujetos, la cual está mediada por su subjetividad” (1997: 60).

Ahora bien, la práctica social de un sujeto encierra en realidad una pluralidad de prácticas que se dan igualmente en la multiplicidad de espacios y tiempos de la ciudad, en un juego de doble reciprocidad entre el sujeto y la urbe; de ahí las distintas y diversas maneras de ser y estar en la ciudad. Este proceso se entiende igualmente en la perspectiva de historicidad que plantea Emma León: “… el tiempo histórico de un sujeto tiene raíz en la pluralidad de subjetividades, cuya vinculación las dota de distintas cargas de significación, según el tipo de realidades que conforman el marco vivenciable de condiciones contextuales y situacionales” (Ibid.: 60).

El carácter de diversidad subjetiva presente en la ciudad nos hace pensar en las oportunidades educativas que debe ofrecer todo el espacio urbano y, tal vez, en la consolidación de una ciudad igualitaria, sin que ello signifique uniformidad en las experiencias de formación, puesto que “la pluralidad y la diferencia, cuando no son consecuencia de la injusticia social, son también valores que deben ser respetados” (Trilla Bernett, 1990:19).

Otras categorías que integramos en este punto a la reflexión son la memoria, la experiencia y la utopía, las cuales, según la autora en referencia, hacen parte del núcleo constituyente de la subjetividad.

La memoria:

… cumple esa función de hacerse en el presente de los sujetos, un (unos) pasado(s) mediato e inmediato, recordado o solamente vivenciado aproblemáticamente en todas las escalas posibles de sujeto (individuales, colectivos, etc.), y traducido en cosmovisiones, valores y sentires que colorean los significados y sentidos sobre el tránsito de un grupo humano y sus miembros (Ibid.: 65).

Así entonces, la memoria se convierte en una especie de mediación que el sujeto usa en su relación con la ciudad, es un ejercicio permanente de reconocimiento e interpretación de los símbolos y signos que hacen parte del texto urbano. La ciudad es una realidad comunicante, una especie de escritura colectiva forjada mediante la acción permanente de sus habitantes, y la memoria es un puente que permite al ciudadano establecer puntos de encuentro, de interacción, de identidad y representación con la urbe a través de la lectura que diariamente hace de dicho texto. Esta capacidad lectora es parte esencial de la competencia ciudadana, necesaria para vivir lo urbano, proceso sustentado en la acción de interpretar el entramado simbólico7.

Junto a la memoria, la utopía, no entendida como meta, se identifica con el tema de las aspiraciones que el ciudadano genera en su interior respecto de la ciudad que habita: espacio de oportunidades, de sueños. Y la experiencia, por su parte, evidencia la importancia que tiene “el arrastre de los aspectos acumulativos, latentes y objetivados del pasado, así como su reconstrucción y actualización” (Ibid.: 67). La experiencia adquiere, al igual que la memoria, la facultad de mediación entre el sujeto y la ciudad, puesto que permite relaciones de transfusión y transmutación entre la realidad material y simbólica de la urbe y los contextos mundovitales de los sujetos.

A su vez, la experiencia urbana se inscribe en el plano de los recorridos que el sujeto habitante hace por la ciudad, en el uso de sus espacios públicos y en la relación filial que entabla con su entorno privado. La memoria tiene aquí un papel preponderante, pues almacena los símbolos referidos a las múltiples realidades de la ciudad8. La experiencia y la memoria son parte esencial de la acción de recorrer la ciudad, o parte de ella, y por ello el viaje urbano9 puede constituirse en un recurso metodológico para acceder a las huellas de un imaginario y de una subjetividad, cuando logra reconstruirse a través de una narrativa que dé cuenta de dicha experiencia. Por demás, los viajes urbanos, según García Canclini, “…nos lanzan más allá de la ciudad física, del espacio construido y visible a lo que suponemos detrás de la materia y de los signos” (1996: 24).

Es importante señalar que hoy la experiencia de ciudad es apenas un fragmento vital respecto de la totalidad de la urbe, puesto que como individuos estamos marcados por aquella parte de la ciudad con la que interactuamos, recorremos y usamos.

Asimismo, sabemos que la interacción recíproca entre el sujeto y su ciudad está regulada por las políticas públicas y los mecanismos de gestión administrativa que modifican la composición física y cultural de la urbe: se marcan nuevos territorios, se transforma y delimita el uso del espacio público, se reconstruyen las calles, avenidas y centros bajo la perspectiva del flujo; aparecen nuevos referentes y significantes. De esta manera, la construcción permanente del espacio metropolitano exige al sujeto –habitante– reacomodar o reinventar, en algunos casos, las significaciones e imaginarios de esa ciudad que habita de múltiples maneras.

Hacia una nueva perspectiva

Pensar la ciudad desde el papel que tiene el sujeto en el reordenamiento urbano de una ciudad como nuestra capital nos lleva a pensarla como espacio para la formación ciudadana, tema de gran profundidad académica. Aquí hemos señalado cómo el cambio físico de una ciudad está estrechamente ligado con el juego de percepciones con que el individuo entra en la dinámica de interacción con el espacio público y con el orden sociocultural. La práctica significante permite al individuo apropiarse de la nueva realidad simbólica y material de lo urbano, a tal punto que con ello transforma sus propios ejes de sentido, mediante competencias que le brindan la oportunidad de asumir nuevas formas de ser en la ciudad.

Consideramos finalmente que los aspectos enunciados demuestran que la ciudad misma requiere en su administración de nuevas políticas de formación, particularmente aquellas en las que se tenga en cuenta la renovación del componente físico y semántico de lo urbano, como componente fundamental en la promoción de un nuevo sujeto, tarea indispensable para crear un marco político que promueva reconocimiento y valoración de las nuevas subjetividades que produce la metrópoli. Se tratarían de asumir dos tareas fundamentales a la hora de pensar la ciudad: por un lado, promover formación ciudadana, mediante la producción de conocimiento y de creatividad en la experiencia de vivir juntos, teniendo en cuenta para ello el componente semiótico, el cual implica, desde nuestro punto de vista, el juego de la transformación física de lo urbano; y, por otro, la construcción de una pedagogía urbana que favorezca las acciones derivadas del concepto de ciudad como espacio educador.


Citas

1 Castoriadis explica que “la institución de la sociedad es lo que es y tal como es en la medida en que ‘materializa’ un magma de significaciones imaginarias sociales, en referencia al cual y sólo en referencia al cual, tanto los individuos como los objetos pueden ser aprehendidos e incluso pueden simplemente existir; y este magma tampoco puede ser dicho separadamente de los individuos y de los sujetos a los que da existencia” (1989: 307).

2 Tomado del texto “Semiología y urbanismo”, publicado por la revista Pre-til, No. 1, Universidad Piloto de Colombia, traducción del arquitecto Serge Durand de la conferencia ofrecida por Barthes el 10 de mayo de 1967 en la Universidad de Nápoles. Fue publicado por primera vez en el número 153 de la revista L’architecture D’Aujordui, diciembre de 1970- enero de 1971.

3 Armando Silva describe a la ciudad como una inmensa “red simbólica” y afirma, además, que “en una ciudad lo físico produce efectos en lo simbólico”; correlativamente dichas manifestaciones culturales modifican el uso y concepción del espacio (2000: 20).

4 Para Martín-Barbero los procesos de modernización de ciudades como Bogotá están impulsados por los cambios dados en el ámbito de la comunicación y la información; y de ello se deriva igualmente la preocupación por la movilidad, la circulación y el recorrido, a tal punto que el ordenamiento urbanístico no busca el encuentro, sino el flujo.

5 Esta reflexión surge del trabajo monográfico de investigación adelantado conjuntamente con Sandra Nieto, en la especialización en Comunicación Educación del DIUC, en la línea de Ciudad educadora comunicadora, año 2003.

6 Julia Kristeva habla de prácticas significantes para definir la producción y travesía de signos en un “… proceso de disolución de la unidad: en lo relativo a la lógica, al lenguaje, a lo familiar, lo estatal, lo subjetivo” (1982: 17).

7 Para Armando Silva la competencia ciudadana alude a la capacidad de ser sujeto realizado, la ciudad exige al individuo el cumplimiento de ciertos contratos que garantizan el ordenamiento social (2000: 132).

8 Para Pérgolis “el nuevo contexto urbano exige mantener viva la presencia de lo ausente, es decir, el deseo, insinuando su satisfacción a través de una enorme variedad de imágenes que nutren nuestros desplazamientos y nos exigen seleccionar y guardar solamente algunas de ellas en la memoria” (2001: 30).

9 Frente al tema de los viajes urbanos García Canclini en su texto “Los viajes metropolitanos” plantea algunas perspectivas: desde la figura del flaneur propuesta por Walter Benjamin, en la cual el sujeto urbano ve en la ciudad un objeto en exhibición, una red mercantil y de consumo; pero se reconocen también los viajes obligatorios, recreativos, cortos y largos, peculiares como las peregrinaciones, las marchas, los festejos deportivos, etc. El común denominador en ellos es la travesía de espacios públicos (1996: 36).


Bibliografía

  1. BARTHES, Roland, “Semiología y urbanismo”, traducción de Serge Durand, en: Revista Pre-til, No. 1, Bogotá, Universidad Piloto, abril-junio 2003.
  2. CASTORIADIS, Cornelius, “Las significaciones imaginarias sociales”, en: La institución imaginaria de la sociedad, Volumen 2, Barcelona, Tusquets, 1989.
  3. COLOM CAÑEDAS, Antonio, La pedagogía urbana, marco conceptual de la ciudad educadora, en: I Congreso de ciudades educadoras, Barcelona, Adjuntament de Barcelona, 1990.
  4. GARCÍA CANCLINI, Néstor, La ciudad de los viajeros. Travesías e imaginarios urbanos: México 1940-2000, México D.F., Grijalbo, 1996.
  5. KRISTEVA, Julia, Travesía de los signos, Buenos Aires, La Aurora, 1985.
  6. LEÓN, Emma, “El magma constitutivo de la Historicidad”, en: Zemelma, Hugo y León, Emma, Subjetividad: umbrales del pensamiento social, Buenos Aires, La Aurora, 1995. MARGULIS, Mario, “La ciudad y sus signos”, en: Estudios Sociológicos, XX: 60, México D.F., Colegio de México, septiembre-diciembre de 2002.
  7. MARTÍN-BARBERO, Jesús, “Comunicación y ciudad: sensibilidades, paradigmas, escenarios”, en: Pensar la Ciudad, Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1998.
  8. ________, Oficio de cartógrafo, travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura, México D.F., Fondo de Cultura Económica, 2002.
  9. NIÑO RAMÍREZ, Álvaro, “Investigación Urbana y Sentido”, en: Revista Pre-til, No. 1, Universidad Piloto de Colombia, Bogotá, abril-junio 2003.
  10. PÉRGOLIS, Juan Carlos; Orduz, Luis Fernando; Moreno, Danilo, Relatos de ciudades posibles: la práctica significante, Bogotá, IDEP, 2000.
  11. SALINAS HERRERA, José Aladier; Nieto Useche, Sandra, Subjetividades e imaginarios juveniles escolares desde la experiencia de ciudad, Bogotá, Universidad Central, 2003. SILVA, Armando, Imaginarios urbanos, Bogotá, Tercer Mundo, 2000. TRILLA BERNET, Jaume, Introducción I Congreso internacional de ciudades educadoras, Adjuntament de Barcelona, Barcelona, 1990.
  12. TOURAINE, Alain, Crítica de la modernidad, Madrid, Temas de Hoy, 1993.
  Versión PDF

 

Entre la ciencia y la magia, o los juegos del aprendiz

Entre ciência e magia, ou os jogos do aprendiz

Between science and magic, or the games of the apprentice

Nina Cabra*


* Comunicadora Social. Especialización en Comunicación Educación y Maestría en Filosofía. Coordinadora del ciclo básico de formación y docente de la Escuela de Comunicación Social y Periodismo, Universidad Central. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

“… como si ciertos individuos incidieran sin proponérselo en la química profunda de los demás y viceversa, de modo que se operaran las más curiosas e inquietantes reacciones en cadena, fisiones y transmutaciones”

Rayuela, Julio Cortázar


Resumen

Este artículo plantea una gran pregunta: ¿cómo gestionar modelos de comunicación educación en los que los mitos recuperen su lugar, en los que la imaginación, el cuerpo y los sentimientos puedan inscribirse en el territorio del descubrimiento y de la producción de la ciencia? Desde esta visión la comunicación educación se convierte en esa danza sutil en la que bailarines encuentran sus fuerzas rectoras, sus formas de conexión con las potencias del pensamiento.

Palabras clave: comunicación, educación, ciencia, imaginación, descubrimiento.

Abstract

A big question is stated in this paper: how to manage communication-education models where myths recover their place, where imagination, body, feelings could inscribe themselves in the land of discovery and in the production of science? From this point of view, communication-education becomes a subtle dance where dancers find their ruling forces, their connection forms with thought powers.

Key words: communication, education, science, imagination, discovering.


Probablemente la ciencia se pueda quedar atascada entre los signos y las fórmulas crípticas, en una guerra absurda entre la razón y el corazón; tal vez nuestra fuerza científica se despliegue en formas distintas a la racional: palimpsesto que se ha escrito sobre el cuerpo, que guarda el instinto y el deseo. En este texto se propone un juego en el que la lectura tiene bifurcaciones y aperturas, donde la propuesta teórica transmuta en imágenes, relato mítico y en historia de amor. La irrupción de las voces míticas, la presencia de la bruja, el ermitaño y el aprendiz, nos convocan a un replanteamiento de la producción científica y del lugar que la comunicación ocupa en este proceso.

Siguiendo el trazado de Rayuela, como el libro bisagra en el que Julio Cortázar nos abre otra forma de leer y de pensar desde el sentir, este artículo intenta tres posibilidades de lectura desde una narrativa no lineal que se hace propuesta de pensamiento: primera lectura, lineal: en donde se encuentra la propuesta de configuración de medios de comunicación en la producción de ciencia. Segunda lectura, siguiendo la secuencia de números arábigos: historia de un amor clandestino. Tercera lectura, siguiendo los números romanos: de cómo Latinoamérica puede generar ciencia desde su propia naturaleza.

Para seguir las lecturas segunda y tercera hay que jugar rayuela, hay que saltar entre los párrafos, el orden no es lineal. Cada lectura configura una secuencia con inicio y final en distintos puntos del texto. Para la lectura orientada por los números arábigos basta con seguir la secuencia de 1 a 8, en el caso de la lectura sugerida por los números romanos no hay orden secuencial, por ejemplo, el número I se encuentra hacia el final del texto, el II está al inicio; el lector debe encontrar los demás números para organizar la secuencia. Aquí el lector es aprendiz y autor al construir textos y sentido desde los fragmentos.

***

Las voces de los dioses retumban en el cuerpo del pueblo. Pero hay un hombre que se niega a obedecerles, se niega a abandonar sus preguntas y a creer que la naturaleza se mueve sólo por la voluntad de seres sobrenaturales. Este hombre se aleja de todos y trata de silenciar a los dioses, de olvidarlos, pero como los dioses habitan en el cuerpo, este hombre tiene que someter su propia carne. Sin embargo, esto no es suficiente pues los dioses lo asaltan en las noches y agitan su corazón. Así que el hombre que se aleja en busca de cierta ciencia, también debe silenciar sus pasiones. Este hombre se hace un asceta, un hombre que se priva del saber del cuerpo y del corazón para iluminar su razón. Y he aquí el nacimiento del ermitaño. El pensamiento ermitaño es un movimiento en busca de una sola verdad, como un asunto humano y no divino.

II. El pensamiento ermitaño es el orden que se impone, es la formulación de ciertas leyes que somete a innumerables pruebas, el ermitaño creyó que “su imagen del universo era distinta porque prescindía de dioses, diosas, grandes batallas entre seres sobrenaturales… Estos supuestos –el de que existen leyes de la naturaleza y el de que el hombre puede esclarecerlas mediante la razón– constituyen la idea de ciencia”1. El pensamiento ermitaño es dominio de la naturaleza que se traduce en explicación y descripción, para él no hay misterio ni enigma, no hay nada sagrado ni velado; el ermitaño se proclama único poseedor de la verdad, reduciendo las otras formas de saber a salvajismo y superstición.

1. La bruja hace el esfuerzo por mantenerse entre los humanos pero sabe ser estrella, insecto, cosmos. La bruja es el pensamiento que quiere mostrarse, aparecer, transformar el mundo, los sentimientos, los acontecimientos. La bruja es pensamiento encarnado en un cuerpo mutante que está enamorado. Bruja o pensamiento que cruza umbrales, que abre la percepción para participar de presencias que no se pueden explicar. La bruja presiente la persecución del ermitaño, la destrucción de los oráculos y de secretos sagrados; ella sabe cómo hacer de la máscara una puerta, simulacro: el arte de ocultarse.

Esta mujer sabe que la metáfora, su palabra-flor, es la posibilidad de entrar en otras formas de ser, llave que abre los múltiples devenires, es el inicio del simulacro. Ella, es actividad creadora que da paso a la verdad; pero no como correspondencia entre una designación y la cosa, sino en el sentido de permitir el desplazamiento, el escurrimiento de un velo. “El poder de verdad como desvelamiento de la naturaleza (physis) por la mimesis, pertenece congénitamente a la física del hombre, a la antropofísica. Este es el origen natural de la poesía y este es el origen natural de la metáfora”2. En un mismo placer tienen origen el conocimiento y la poesía, en el placer de simular el hombre se mueve hacia el placer de aprender. El pensamiento bruja es la lógica del descubrimiento que incorpora el amor y la percepción.

2. El ermitaño escucha atemorizado el murmullo enloquecido de las palabras, huellas de dioses caídos, de fiestas paganas, rumor subversivo que atenta contra la claridad de su verdad. El ermitaño amordaza y somete a la bruja, resonancia de los ecos divinos sometida por la violencia de la razón, barbarie que arrasa con el cuerpo florido de la bruja. El ermitaño, el hombre de la duda y la verdad, toma la palabra y la pasa por una muela, la diseca, busca borrar el exergo, el relieve. Entonces, la palabra pierde su color, su brillo y se convierte en una moneda lisa, sin muescas ni señales, la palabra ha sido desflorada.

El ermitaño busca apagar el eco, borrar todo movimiento y fisura en las palabras. La borradura ataca la posibilidad física de la palabra, busca llevarla a un nivel metafísico. Pero “toda expresión de una idea abstracta no podría ser sino una alegoría… Por un extraño azar estos metafísicos que creen escapar al mundo de las apariencias, están obligados a vivir perpetuamente en la alegoría”3. Estos científicos recogen fábulas antiguas y las pasan por su muela para limarlas; son poetas tristes que arrancan a la metáfora su brillo y color, hacen mitología blanca.

3. El amor es la forma en que la bruja se mueve, es su método y su orden. La bruja sabe que ella es y no es, que transita, que por más que se mire a sí misma algo se le escapa. “En el querer, en cambio, y correspondientemente también en el no querer, nos sacamos a la luz, una luz que es encendida por el querer mismo, querer es siempre un llevarse-a-sí mismo y con ello un encontrarse en el ir más-allá-de-sí, un tener-se en el impulso desde algo hacia algo”4. El sentimiento lleva al pensamiento bruja más allá de sí, y es en este movimiento donde el saber tiene sentido, en tanto alteración de las orillas de sí mismo, y recomposición de los propios límites, apertura de sí, elevación de la propia potencia.

VIII. Hacer ciencia desde el cuerpo y los sentimientos implica un descentramiento esencial, un desplazamiento que no permite la fijación de un método que se mantiene constante. El pensamiento bruja produce ciencia en otros movimientos y relaciones. La bruja se separa del ermitaño y de su ascetismo y se entrega a otras formas de conocer y vivir: juego y fiesta. La maga sabe que el ermitaño desea secretamente la fiesta desbordada, ella comprende que desear el saber es acercarse peligrosamente a la locura aun cuando lo hagamos por el camino luminoso y llano. El ermitaño creyó que la bruja había caído y en el descuido su cuerpo ha sido envenenado, en el simulacro la razón y los sentimientos están enmascarados.

El silencioso ataque de la bruja es la violencia del cuerpo que se despierta en medio de dolorosas convulsiones. El veneno de la bruja es el despertar de los sentimientos, la tristeza de una razón que olvidó la esencia de la humanidad. Los cambios en la ciencia son el producto de un cuerpo que se agita en medio de lágrimas y gritos contenidos por demasiado tiempo. Rupturas. Ahora, el ermitaño se configura en el tránsito de la quietud de la caverna al movimiento del viaje; el confinamiento le permite aclarar su mente, construir nuevas formas de trabajar, ordenar sus ideas; y el viaje le permite romper con la claridad y el orden. El pensamiento ermitaño es el errar, caer en el error, ser errabundo, no detenerse. La ciencia se renueva y se reinventa en el ensayo y el error, en el desplazamiento de sus límites, violentados por el constante viaje procurando constantes metamorfosis.

V. La mutación de la imagen de ciencia se genera desde el reconocimiento de la incertidumbre y del caos como formas naturales. Los simulacros y las fuerzas que negaba el ermitaño, irrumpen en su forma de pensar, la razón se ha contagiado de naturaleza. La naturaleza se alza con su multiplicidad de fuerzas por encima de la linealidad, de la imagen de mecanismo y de la idea de control y neutralidad de la imagen heredada de la ciencia. El ermitaño ha sido violentado por la fuerza de una nueva visión, el cuerpo, los sentimientos y la imaginación han consumado su propia invasión.

4. “Ella lo ama ahora, y desde entonces mira con una confianza tan plácida hacia lo que está delante suyo –tal como una vaca. Pero, ¡ay! ¡Precisamente, su encanto consistía en que parecía ser completamente cambiante e inaprensible! ¡Y justamente él tenía en sí mismo un tiempo demasiado constante ya! ¿No le haría bien a ella fingir su viejo carácter? ¿Fingir desamor? ¿No la aconseja así –el amor–? ¡Vivat comoedia! (viva la comedia)”5. Fingirse a sí mismo, ser histrión, papel y escena. Ser la risa de una comedia cambiante e inaprensible, la bruja ha descubierto el camino para encender el amor: fingir desamor. Pensamiento enamorado que se hace leve y escapa por la ventana.

IV. El simulacro, el artificio y el adorno son elementos de la fiesta, del juego. El simulacro es el juego de la resistencia, de las voces que hablan de la magia y de las metamorfosis. Puesta en escena que oculta y muestra las fuerzas que están en peligro y permite la trasgresión de la norma, la recomposición del orden. Acto estético en el que sobrevivir es simular la muerte y ocultar las múltiples resurrecciones, enmascarar los nacimientos, juego que tiene sentido en tanto fortalece la naturaleza del jugador.

El tirano ha caído, ya no es el único centro; ahora escucha las voces de otros, reconoce la ciencia como devenir histórico, como construcción colectiva sujeta a transformaciones y rupturas. Cuando la caverna se hizo oscura y muda, el viajero comprendió que el encuentro puede ser un gran maestro y que cada pueblo teje su camino a la verdad con hilos muy diferentes. Así, el pensamiento ermitaño empieza a tender lazos en diversas direcciones y a establecer vínculos con otros saberes. El ermitaño ha visto con sorpresa que su deseo de control y su obsesión por una verdad absoluta lo han hecho pesado y demasiado prudente. La bruja le ha enseñado que el saber exige actos de valor y locura, que hay que estar dispuesto a abandonar el método y el orden.

La ciencia es un escenario en el que los sujetos que ingresan a ella se hacen fuertes, participan de la multiplicidad y pueden transformar el mundo que habitan. Es la fiesta del encuentro. La bruja sabe que la repetición y la memoria son formas de paralizar el pensamiento; ella ha soportado la hoguera, el castigo, la exclusión, pero su fuerza ha crecido: el deseo se ha hecho híbrido. El simulacro ha transformado la magia, la ha puesto en contacto con la razón: la venganza femenina se ha consumado en la seducción.

5. El ermitaño mira con desconfianza la danza de la bruja y ella mira con cierta burla las mediciones del ermitaño. Choque violento que ha dado paso a muertes y recomposiciones, pensamiento que es guerra y seducción; el encuentro de la bruja y el ermitaño les ha mostrado que ambos construyen fórmulas, que ambos persiguen lo intangible, beben embriagados de la misma pócima. Alianza que los lleva a nuevas formas de sabiduría, pensamiento mutante que a veces se hace mágico, a veces se hace lógico.

VI. Se abre paso un nuevo ser, naturaleza híbrida que se hace aprendiz. Hereda la magia de la bruja y el método del ermitaño. Nuevo movimiento para la ciencia que vuela del mythos al logos y nada del logos al mythos: superada la tensión de la elección y de la renuncia, la ciencia se hace jovial y vigorosa, abundante y valerosa. Método que se puede bifurcar por el golpe de una intuición, experimento fundado en el sentimiento. Puentes colgantes que la bruja levanta entre lugares antes separados.

6. “Porque con tus encantamientos infernales, me has arrancado a mi primera vida… el sol y la luna brillaban para mí sin artificio; me despertaba entre apacibles pensamientos, y al amanecer plegaba mis hojas para hacer mis oraciones. No veía nada de malo, pues no tenía ojos; no escuchaba nada de malo, pues no tenía oídos, pero me vengaré”6.

III. El aprendiz es esencialmente apertura, es punto de cruce, cuerpo en el que convergen la percusión africana, los vientos indígenas y las guitarras flamencas. Distintas formas de composición, nuevos ritmos y fusiones. El aprendiz es un flujo acelerado en el que se han fusionado pensamiento, cuerpo y sentimiento. Para este nuevo ser no son suficientes los instrumentos precisos del ermitaño ni los artificios delirantes de la bruja. El aprendiz ha logrado el arte de componer nuevos cuerpos, nuevos medios para ingresar en nuevas formas de percepción y nuevas formas de conocer.

El aprendiz ve más allá de la materia y descubre que un cuerpo es esencialmente una composición de lentitudes y velocidades con una cierta potencia. En un cuerpo se componen fuerzas y energías de diversos movimientos; de acuerdo con la relación de velocidad este cuerpo tendrá una naturaleza particular y un cierto poder de afectar, cierta posibilidad de acción. El poder que tiene un cuerpo de afectar a otro se piensa en términos del impacto que tiene uno sobre la composición del otro. El aprendiz comprende que los cuerpos son alterados por dos sentimientos esenciales, alegría o la posibilidad de elevar la potencia de acción y tristeza: el debilitamiento de la fuerza. En el aprendiz resuena el latido de un amor secreto.

7. Ermitaño y bruja en medio del combate, alegría que acelera el corazón, que desborda la imaginación y eleva la fuerza, los deseos y las ideas. Después de cada enfrentamiento, bruja y ermitaño están llenos de dones, de nuevos ojos y pieles con nuevos poderes. Juegos delirantes que abren paso a nuevos artefactos, nuevos viajes y destinos insospechados. Cada uno implica una lógica distinta, pensamiento racional vs. pensamiento mítico.

Esta relación “engloba tanto para el cuerpo como para el espíritu, un aumento o disminución de la potencia de acción… el affectus remite al paso de un estado a otro distinto”7. Tránsito en el que el cuerpo se hace otro, en el que puede transmutarse, pasar a un estado que favorezca su naturaleza, que aumenta sus posibilidades vitales. El cuerpo es la composición con otros cuerpos, es el juego de la alquimia, es el lugar de la acción de la bruja. Es allí donde se operan las metamorfosis y se inician los tránsitos hacia otras formas de percibir y pensar.

VII. “Ciencia jovial: eso significan las saturnales de un espíritu que ha resistido pacientemente una larga y terrible presión –paciente, riguroso, frío, sin someterse, pero sin esperanza– y ahora que de una sola vez es asaltado por la esperanza, por la esperanza de la salud, por la embriaguez de la curación. Como puede sorprender que con ello se haga visible mucho que es irracional y loco, mucha ternura impetuosa, derrochada incluso sobre problemas que tienen una piel erizada y que no parecen ser apropiados para ser acariciados y seducidos”8.

Para el aprendiz el pensamiento es comunicación entre razón e instinto, entre sentimientos y método, contacto y afectación. Educación: comunicar movimientos, mover el pensamiento alterando su composición, de tal manera que los jugadores transitan de un estado a otro. Aprendiz que fluye y transmuta. La ciencia se mueve a partir de la relación comunicacióneducación como la composición de cuerpos y afectos que altera un cuerpo de tal forma, que eleva su potencia de actuar; así, el cuerpo afectado y el afectante pasan a otro estado, en el cual su naturaleza se hace más fuerte, pasando de ser un cuerpo que padece a un cuerpo que obra y en este tránsito lo que se afirma es la vida.

8. “Dos aleaciones cambian de ley, se barajan las cartas, se redistribuyen. Una tormenta estalla sobre los dos campos. Las líneas de fuerza, curvas de nivel, pendientes, valles, se vuelven a dibujar… Quizá jugamos a la bendita piedra que transforma las aleaciones o transmuta los títulos… te abrazo, nuestra contingencia produce, aquí, ahora, matiz sobre matiz, mezcla sobre mezcla. Café sobre gris o púrpura sobre oro… cuando un amarillo desciende al azul se convierte en verde… yo te abrazo campana y yo te abandono bronce, tú me abrazas metal blanco, tú me dejas bermejo”9.

Juego del ermitaño y la bruja que seducen al aprendiz, que lo mueven al descubrimiento a través de medios recién inventados. Esa lógica nos habla de que “hay un saber del cuerpo que no es pensable desde la conciencia en que se representa el mundo, pero que es accesible a la experiencia originaria en que se constituye el mundo, y en especial el mundo del arte, interfaz entre la percepción y la expresión. Constituido en punto de vista desde el cual el mundo toma sentido, el cuerpo deja de ser el instrumento del que se sirve la mente para conocer y se convierte en el lugar desde el que veo y toco, o mejor desde el que siento cómo el mundo me toca”10.

El aprendiz es la resistencia, es el pensamiento que se aburre en la repetición, que dispersa la memoria en medio de la agitación de la naturaleza. Para el pensamiento híbrido la ciencia es experimento y exploración, riesgo y alegría de sentir, de ser movido por el afecto y el placer. Sujetos mutantes que se complacen en la aparición de sus nuevos cuerpos; susurro de lo sagrado, voces de otros tiempos que irrumpen en la ciencia para darle nuevos sentidos. Signos que se hacen puertas, umbrales de comunicación.

Y como cuerpo, los medios de comunicación-educación pueden hacernos cosas, pueden alterar nuestra capacidad de acción. El aprendiz mueve su pensamiento en un masaje, una serie de frotamientos, golpes, caricias, punciones, vibraciones, descargas… un masaje puede ser de naturaleza muy variada: terapéutica, erótica, relajante, adelgazante, afirmante, cosmético, somnífero, y todas las posibles variaciones se pueden combinar para llegar a un masaje distinto, pero lo importante es que el masaje afecta los cuerpos involucrados, el cuerpo masajeado es excitado (acelerado), remodelado (su composición adquiere una nueva forma), también puede ser relajado (desacelerado) o sanado (sus partes entran en una relación más provechosa para su propio ser). El masaje atraviesa el cuerpo y afecta el pensamiento.

El aprendiz es arrastrado por fases de locura mágica, reposado por momentos de reflexión profunda, pero ya no se asusta por estos cambios, ha descubierto que puede hacer ciencia y que su fuerza es la hibridez. El aprendiz ha comprendido que la forma en que se despliega la acción de los medios de comunicación- educación sobre otros cuerpos es a través de la sensibilidad, a través del cuerpo. Los medios “suscitan en nosotros percepciones sensoriales de proporciones únicas. La prolongación de cualquier sentido modifica nuestra manera de pensar y de actuar –nuestra manera de percibir el mundo–. Cuando esas proporciones cambian, los hombres cambian”11. Al inscribir nuevos sentidos en el cuerpo social, los medios configuran nuevas sensibilidades que se despliegan con nuevas inteligibilidades.

I. Descubrimiento y conquista. Violencias y reconfiguraciones del cuerpo, invasiones que hacen aparecer nuevas formas de sentir. Choques y combinaciones que lanzan al pensamiento hacia la contradicción, algunas veces hacia la parálisis, descargas de movimiento que generan extrañas criaturas. Formas de saber que oscilan entre la razón y el instinto, que necesitan bailar para liberarse de la esclavitud. Silencio de la magia que da a luz a un nuevo mundo.

El aprendiz es apasionado, tiene umbrales de velocidad que son traspasados y remodelados por la acción de los medios. Estas modificaciones en la velocidad del cuerpo afectan su percepción. La alteración de la velocidad implica una nueva forma de concebir el tiempo y el espacio y por ende una nueva forma de habitar el mundo. Y si podemos seguir hablando de medios al referirnos a estos cuerpos de comunicación es porque se instalan entre un cuerpo determinado y su nueva composición; entre mi cuerpo que padece y el nuevo cuerpo que obra, entre el cuerpo actual y el metamorfoseado. La presencia silenciosa de la bruja inscribe a los medios de comunicación en la estética, en la esfera de la creación: no son aparatos inertes y finalizados sino movimientos y recomposiciones. Y, en el pase mágico que la bruja hace sobre la ciencia, aprendemos que “cuando se equilibran con imaginación dos elementos aparentemente contradictorios, cuando se los opone en formas nuevas y singulares, de ello resultan a menudo sorprendentes descubrimientos”12. Son precisamente estos descubrimientos los que nos llevan a nuevas formas de pensar y de actuar, es en la sorpresa de esos nuevos caminos que el aprendiz se alegra, eleva su potencia y crea nuevas opciones para la ciencia.

IX. El aprendiz es alegre por su naturaleza híbrida, está atravesado por la alegría del combate amoroso, deseo por el saber del pensamiento bruja y del pensamiento ermitaño, por eso necesita encuentros alegres que afecten su cuerpo, que aumenten su posibilidad de hacer ciencia. Los encuentros se pueden dar en medio del azar, a través de los choques que genera el mismo movimiento de recomposición propio de los cuerpos, pero el aprendiz debe concentrar su fuerza en provocar esos encuentros. Evitar los malos encuentros del todo es imposible, pero sí podemos esforzarnos en evitar los cuerpos y fuerzas que nos entristecen, que disminuyen nuestra capacidad de hacer cosas por la vida.

El aprendiz convierte a los medios en prolongaciones, es decir, movimientos y recomposiciones de la sensibilidad, y en el despliegue de este movimiento se potencian el pensamiento y la acción. El cuerpo social es un elemento que se mueve para lograr un bloque de fuerzas más variado y potente. A través de los medios de comunicación, el cuerpo social puede hacer cosas que antes no podía más que imaginar. Es desde una lógica del cuerpo que los medios de comunicación pueden transformar la educación en un acto creativo que llena de valor y coraje el corazón del aprendiz; fuerza necesaria para lanzarse hacia lo desconocido, al descubrimiento, a la aventura de la ciencia.


Citas

1 Asimov Isaac, Grandes ideas de la ciencia, Madrid, Alianza Editorial, 2001, p.11.

2 Ibid., p.256.

3 Jacques Derrida, Márgenes de la filosofía, Madrid, Cátedra, p.253.

4 Martín Heidegger, Nietzsche, Tomo I, Barcelona, Destino, 2000, p.59.

5 Federico Nietzsche, La ciencia jovial, Caracas, Monte Avila, 1999, p.72.

6 Discurso de la Mandrágora, en Rayuela de Julio Cortázar.

7 Gilles Deleuze, Spinoza. Filosofía práctica, Barcelona, Tusquets, 1981, pp.62-63.

8 F. Nietzsche, La ciencia jovial, p.1.

9 Michel Serres, Los cinco sentidos. Ciencia, poesía y filosofía del cuerpo, Madrid, Taurus, 2003, p.32.

10 Jesús Martin-Barbero, “Arte, comunicación, tecnicidad en el fin de siglo”, en: Ensayo y Error, año 3, No. 5, octubre 1998, pp.198- 199.

11 Marshall Mc. Luhan; F. Quentin, El medio es el masaje, U.S., Bantam Books, 1967, p.7.

12 Ibid., p.6.


Bibliografía

  1. AA.VV., Ciencia para el despliegue de la creatividad, Colombia, Colciencias, 1993.
  2. ASIMOV, Isaac, Grandes ideas de la ciencia, Madrid, Alianza editorial, 2001.
  3. DELEUZE, Gilles, Spinoza. Filosofía práctica, Barcelona, Tusquets, 1981.
  4. DERRIDA, Jacques, Márgenes de la filosofía, Madrid, Cátedra, p.253.
  5. HEIDEGGER, Martín, Nietzsche, Tomo I, Barcelona, Destino, 2000, p.59.
  6. MARTÍN-BARBERO, Jesús M., “Arte, comunicación, tecnicidad en el fin de siglo”, en: Ensayo y error, año 3, No. 5, octubre 1998, pp.198-199.
  7. Mc. LUHAN, Marshall; Quentin, F., El medio es el masaje, U.S., Bantam Books, 1967.
  8. NIETZSCHE, Federico, La ciencia jovial, Caracas, Monte Avila, 1999.
  9. SERRES, Michel, Historia de las ciencias, Madrid, Cátedra, 1998.
  10. ________, Los cinco sentidos. Ciencia, poesía y filosofía del cuerpo, Madrid, Taurus, 2003.

Contáctenos

Revista Nómadas

Dirección de Investigación y Transferencia de Conocimiento

Carrera 5 No. 21-38

Bogotá, Colombia

Correo electrónico: nomadas@ucentral.edu.co