Revista Nómadas
Dirección de Investigación y Transferencia de Conocimiento
Carrera 5 No. 21-38
Bogotá, Colombia
Correo electrónico: nomadas@ucentral.edu.co
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Arribar a esta décima edición de NÓMADAS ha significado responder a diversos retos explícitamente asumidos por el Departamento de Investigaciones de la Universidad Central y que satisfacen no sólo la necesidad de construir un espacio propio para la difusión de nuestras búsquedas y hallazgos sino un lugar de debate, de confrontación y, así, un escenario para la creación de esa comunidad académica tan evocada, tan necesaria pero tan esquiva a nuestras culturas contemporáneas. Un balance de este difícil pero grato caminar señala una misión en gran parte cumplida; igualmente un compromiso agigantado por los desafíos que el nuevo milenio impone también al avance de las ciencias y frente a los cuales esperamos ser dueños de las fortalezas que nos permitan responder como hasta hoy lo hemos hecho.
Llegar al número diez contando con la acogida estimulante y creciente de educadores, académicos, investigadores, trabajadores de la cultura del país y del exterior, llevó al DIUC y a sus Nómadas a darle a esta edición un carácter especial en su temática y en su estructura interna; de aquí el abordaje de lo nomádico como objeto de reflexión del número total y de aquí la ausencia de sus ya tradicionales secciones.
Igualmente a partir de esta décima publicación cambió la composición de su Consejo Editorial y sea propicia la oportunidad para agradecer a quienes nos acompañaron hasta hoy en esta tarea e, igualmente, para dar la bienvenida a los nuevos consejeros, todos amigos y cómplices de nuestros Nómadas.
Con este número preparamos una separata que en bella edición permitirá compartir con nuestros lectores la celebración de los cinco años y la décima edición de NÓMADAS. A más de los índices temático y de autores, presentamos una breve selección, que no antología, de poemas alusivos a lo nomádico y para la cual logramos el apoyo de diversos poetas colombianos. Gracias a la dirección de la Universidad, a su rector Dr. Rubén Amaya Reyes, a sus Consejos Superior y Académico por su invaluable respaldo; a los investigadores del país y del exterior que con entusiasmo han preparado sus escritos para cada una de nuestras ediciones; a los anunciantes cuya credibilidad en esta aventura y su apoyo económico han sido definitivos para la vida de la publicación. Gracias inmensas a nuestros lectores quienes finalmente son los que han hecho posible esta travesía...
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De una u otra manera la reflexión sobre el significado de lo nómada ha estado presente en nuestra publicación. Si bien, ya como concepto o como metáfora, no dudábamos de su fortaleza para indagar diversos fenómenos de la cultura contemporánea, los temores surgían al proponerlo como eje de una fructífera discusión académica: ¿hasta dónde podían centrarse las múltiples interpretaciones? ¿no se corría el peligro de caer en divagaciones en las que el nomadismo fuera simple pretexto temático? ¿ qué valor podría tener para teóricos e investigadores el adentrarse en un terreno tan poco explorado? Ahora, luego de un amplio ejercicio en el que lo nómada fue puesto en tensión frente a la política, los procesos de creación y de elaboración científica, las dinámicas de la subjetivación y ante el orden de lo social en sus diversas expresiones, creemos que la categoría emerge con renovadas posibilidades de aplicación. Adentrémonos entonces en los variados sentidos propuestos.
Un primer conjunto de artículos en los se presenta una clara referencia al tema de la política, destaca el carácter táctico que puede asumir el nomadismo; la energía antiautoritaria que algunos autores le atribuyen, en una especie de vuelta al salvajismo y a la satisfacción de ciertos deseos reprimidos de la civilización, permitiría a algunas comunidades marginales la ocupación de espacios autónomos, bajo la condición de que se asuman como verdaderamente libres. Se trata así de una especie de alzamiento, de una forma de desaparición para enfrentar un poder que ha perdido toda su significación y se ha convertido en pura simulación; expresiones de este levantamiento serían, entre otros, el analfabetismo voluntario, no ejercer el derecho al voto, el rechazo al trabajo, la falta de hogar, resistirse al arte comercial, etc. El tramaje invisible de esta forma de nomadismo psíquico y político permitiría ocupar una zona que no es propia ni de la guerra ni de la revolución; sin embargo, la trama ha de constituirse como contra-red física si se quiere convertir en arma efectiva. Pero bien distinta es la táctica de la opresión; el aparato de control del Estado, obedeciendo a las lógicas del capital, al peso de la globalización económica y cultural, ejerce su poder hasta el punto de obligar al desplazamiento masivo, a la desaparición física y a la migración forzosa. En esta condición, desde el flujo y la copresencia de formaciones culturales diversas, se explican los procesos sincréticos de transculturación, de resistencia, pero también de exclusión, como sucede con la reactivación de diversas expresiones racistas y supremacistas.
Sin tornar a reminiscencias históricas, y usados como metáfora que permite explicar una interacción particular -más que aludiendo a una condición natural-, un segundo bloque de articulistas que se adentran en el amplio ámbito de la creación, comparten la idea de que nomadismo y sedentarismo resultan conceptos útiles para identificar un contraste relativo en el que la inclinación no excede esta interacción y la oposición confiere a los contrarios una salida nueva, afirmativa. No se trata entonces de definir negativamente una categoría con relación a la otra, sino de colocarlas en tensión en una situación determinada. De esta manera, por ejemplo, la práctica científica sólo puede desplegarse plenamente en la dualidad de una exigencia nómada, la de la pregunta abierta y la permanente confrontación de lo afirmado, y de una afirmación sedentaria: colocarse en un territorio teórico y en un ámbito específico de problemas. O, desde otra mirada, el pensamiento se ve cotejado al acercarse a su objeto de tal forma que la interpretación surge de la lucha por impedir que el objeto se imponga en tanto prefigurado, o el pensamiento se superponga frente al objeto para modelarlo. Estas propuestas implican un descentramiento de la actividad respecto de los paradigmas y los modelos científicos o artísticos, es decir, suponen el desarrollo de procesos orientados a la deconstrucción: inversión y desplazamiento sobre los a priori históricos de las disciplinas, sus presupuestos y su función social. Pero implican también procesos orientados a la reconstrucción: configuración de otros caminos para interpretar y adelantar la empresa científica y cultural, las relaciones entre teoría y práctica, el ordenamiento social, la vida cotidiana y, en fin, las formas de subjetividad.
Otro es el punto de partida de lo que se define como el nomadismo fundador, planteamiento que abre un tercer grupo de trabajos orientado a examinar el nomadismo en algunas practicas sociales; desde allí se lo plantea como inscrito en la propia naturaleza humana, su carácter evanescente e irreversible recuerda la aventura original y remite a un doloroso pensamiento de cambio, en búsqueda de un destino propio. De esta manera, el esquema de la fuga estaría en el fundamento mismo de todo estado naciente; a la idea de progreso se le opondría otra de itregresencial. En este sentido, el nomadismo se confundiría con todo aquello que es instituyente y que no pueden ocultar del todo el endurecimiento de lo instituido, lo reificado socialmente, o lo intelectualmente solidificado. Las diversas modulaciones asociadas a dicha peligrosa aventura: errancia, vagabundeo, anomia, deseo de evasión, pulsión migratoria, etc., no serían otra cosa que expresión de la pluralidad de la cultura en su inherente movilidad. Así, lo social no podría perdurar sin volver a la circulación original. Sin embargo, estabilidad y desestabilización se conjugan de tal modo que lo anómico de un momento favorecería lo canónico del mañana; paradójicamente la móvil errancia encontraría su completa realización en las sólidas construcciones que le siguen. El surgimiento de las tribus posmodernas sería manifestación de ese espíritu del tiempo en el que se enlazaría la intención de una libertad errante y la tendencia a la solidaridad, a encontrar una nueva comunión, una religancia con la naturaleza y lo social. Dicha dimensión fecunda de la vida no se acomoda por tanto a ningún tipo de norma social.
Por último, para quienes dentro del apartado final de la revista examinan procesos asociados al problema de la subjetividad, la condición de excentricidad del nomadismo ante las formas de vida ofrecidas por el sistema social, esto es, su oblicuidad para reordenar las diversas relaciones que se dan entre el saber, el ser y el poder, explicaría la emergencia de formas críticas a la normalidad, en su intento por desarrollar nuevas posibilidades de significación. En esta perspectiva, entendiendo la sexualidad como discurso que regula las economías sociales del placer y que permite la expresión del deseo y la afectividad, y al género como una identidad instituida mediante la repetición de actos estilizados, se explica la aparición de dimensiones performativas del género, que, a manera de una actuación, construyen la ficción social de su propia interioridad psicológica. De modo semejante, la condición prostituida de algunos jóvenes, como mecanismo de especialización productiva, no representa otra cosa que los puntos de fuga de un sedentarismo sexual y social en crisis. Pero aún más allá, nuevas formas de errancia subjetiva y de búsqueda de identidad, al margen de los parámetros establecidos para los comportamientos saludables, muestran la importancia del nexo con lo diverso, de los desplazamientos simbólicos y el llamado a la heteronomía de la que se invisten las maquinas deseantes.
Nomadismo y lo nomádico se nos presentan de esta manera como categorías plenas de contenidos diversos: de un lado significan la apuesta por una dimensión fecunda de la vida, aquella que alude al cambio, a la reconfiguración constructiva del mundo, a la deriva hacia sentidos más amplios y el dejar atrás estructuras y valores petrificados y tardíos. Como metáfora resultan fértiles cuando aluden al tránsito, a la exploración de nuevos territorios y el desplazamiento sobre huellas borrosas, a la búsqueda de la libertad; ello en la medida en que no se traduzcan a oposiciones artificiales que lleven a identificar procesos globales con uno u otro curso de la historia. En fin, el lector de NÓMADAS en su transitar por este número sabrá encontrar sus propios caminos.
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIONES
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Hakim Bey *
* Poeta y pensador anárquico. Ha publicado entre otros textos: T.A.Z.: The Temporary Autonomous Zone (Autonomedia, 1991), además de diversos artículos en revistas electrónicas y páginas web.
** Traducción de Guadalupe Sordo. Originalmente publicada por Talasa Ediciones. Reproducida posteriormente por la Revista Acción Paralela No. 4, de donde fue tomada para esta edición.
Este artículo realiza un recorrido por el pasado, presente y algunas manifestaciones futuras de las llamadas, por el autor, Zonas Temporalmente Autónomas TAZ. El escenario es el asentamiento del Nuevo Mundo y se considera el período comprendido entre los siglos XVI . XVII.**
No tenemos deseo alguno de definir la TAZ o de elaborar dogmas acerca de cómo debe ser creada. Nuestro argumento es más bien que ha sido creada, que será creada, y que está siendo creada. Por tanto resultar ía más valioso e interesante observar algunas TAZs pasadas y presentes, y especular sobre manifestaciones futuras; evocando unos pocos prototipos podemos calibrar el alcance potencial del complejo, e incluso quizás atisbar un .arquetipo.. Más que intentar cualquier forma de enciclopedismo adoptaremos una técnica de tiro disperso, un mosaico de retazos comenzando, algo arbitrariamente, con los siglos XVI-XVII y el asentamiento en el Nuevo Mundo. La apertura del .Nuevo. Mundo fue concebida desde un primer momento como una operación ocultista. El mago John Dee, consejero espiritual de Isabel I, parece haber inventado el concepto de .imperialismo mágico. e infectado a una generación entera con él. Halkyut y Raleigh cayeron bajo su embrujo, y Raleigh utilizó sus conexiones en la .Escuela de la Noche., una cábala de eruditos progresistas, aristócratas y adeptos, creada para avanzar las causas de la exploración, la colonización y la cartografía. La tempestad1 fue una pieza de propaganda de la nueva ideología, y la colonia de Roanoke su primer experimento de laboratorio.
La visión alquímica del Nuevo Mundo lo asociaba con la materia prima o hyle, el .estado de naturaleza.2, la inocencia y la potencialidad (.Virginia.), un caos embrionario que el adepto transmutaría en .oro., es decir, en perfección espiritual al igual que en abundancia material.
Pero esta visión alquímica está también informada en parte por una fascinación efectiva por el rudimento, una furtiva simpatía por él, un sentimiento de añoranza por su estampa informe que toma como foco el símbolo del .Indio.: el .Hombre. en estado natural, incorrupto por el .gobierno.. Calibán, el salvaje, está alojado como un virus en la misma maquinaria del imperialismo ocultista; los animales/humanos del bosque están investidos desde un principio con el poder mágico de lo marginal, lo excluido y lo desterrado. Por un lado Calibán es feo, y la naturaleza una .inmensidad aullante.; por otro, Calibán es noble y soberano, y la naturaleza un Edén. Este desdoblamiento en la conciencia europea precede a la dicotomía romanticismo/clasicismo; se encuentra enraizado en la Alta Magia del Renacimiento. El descubrimiento de América (El Dorado, la Fuente de la Juventud) lo cristalizó; y precipitó sus esquemas efectivos para la colonización.
En el colegio nos enseñaron que los primeros asentamientos en Roanoke no fructificaron; los colonos desaparecieron, dejando sólo tras sí el críptico mensaje .nos vamos a Croatan.. Informes posteriores acerca de .indios de ojos grises. fueron desacreditados como leyenda. Lo que realmente ocurrió, según el libro de texto, fue que los indios masacraron a los indefensos colonos. Sin embargo .Croatan. no era una especie de El Dorado; era el nombre de una tribu vecina de indios amistosos. En apariencia el asentamiento fue simplemente trasladado de la costa a los pantanos de Great Dismal y absorbido por la tribu. Así que los indios de ojos grises eran reales; aún están allí, y aún se llaman a sí mismos Croatans.
Por tanto, la primera colonia del Nuevo Mundo decidió escindir su contrato con Próspero (Dee/Raleigh/el imperio) y pasarse a los salvajes con Calibán. Se descolgaron. Se convirtieron en .indios., se hicieron .nativos., optaron por el caos sobre las roñosas miserias de la servidumbre a plutócratas e intelectuales de Londres.
Tal como América vino a existir donde una vez estuvo la .Isla Tortuga., así Croatan permaneció embebida en su psique colectiva. Más allá de la frontera, el estado de naturaleza (es decir, el no Estado) aún prevalecía; y en la conciencia de los colonos la opción silvestre siempre acechó, la tentación de abandonar la iglesia, el trabajo agrícola, la alfabetización, los impuestos -todas las cargas de la civilización- e .irse a Croatan. de una forma u otra. Además, mientras la revolución en Inglaterra era traicionada, primero por Cromwell y luego por la Restauración, olas de radicales protestantes escaparon o fueron transportadas al Nuevo Mundo (que se había convertido ahora en una prisión, un sitio de exilio). Antinomianos, Familistas, Cuáqueros vagabundos, Niveladores3, Cavadores4 y Ranters se veían ahora expuestos a la sombra oscura de lo indómito, y corrieron a abrazarla.
Anne Hutchinson y sus amigos son sólo los más conocidos (es decir, los más aristócratas) de los Antinomianos -habiendo tenido la mala suerte de haber sido atrapados en la política de la colonia de Bahía-, pero un ala mucho más radical del movimiento existía claramente. Los incidentes que Hawthorne relata en The Maypole of Merry Mount son enteramente históricos; aparentemente los extremistas habían decidido renunciar de plano al cristianismo y retornar al paganismo. Si hubieran prevalecido uniéndose a sus aliados indios el resultado podría haber sido una religión sincrética antinómica/ celta/algonquina, una especie de santería en la Norteamérica del siglo XVII.
Los sectarios fueron capaces de prosperar más bajo las administraciones disolutas y corruptas del Caribe, donde los intereses enfrentados de los europeos habían dejado muchas islas desiertas, o incluso por reclamar. Barbados y Jamaica en particular deben haber sido colonizadas por muchos extremistas, y se cree que las influencias Niveladoras y Ranter contribuyeron a la .utopía. bucanera de Tortuga. Por primera vez aquí, gracias a Exquemelin5, podemos estudiar una próspera proto-TAZ del Nuevo Mundo en cierta profundidad. Huyendo de los siniestros .beneficios. del imperialismo tales como la esclavitud, el servilismo, el racismo y la intolerancia, de las torturas de la expropiación y la muerte en vida de las plantaciones, los bucaneros adoptaron formas indias, se emparejaron con los caribeños, aceptaron a negros e hispanos como iguales, rechazaron toda nacionalidad, eligieron a sus capitanes democráticamente, y volvieron al .estado de naturaleza.. Declarándose a sí mismos .en guerra con todo el mundo., largaron velas para saquear bajo contratos mutuos denominados .Artículos., tan igualitarios que cada miembro recibía una participación completa del botín y el capitán normalmente sólo 1 ó 1 1/4. Los azotes y castigos estaban prohibidos; las peleas se resolvían por votación o por la ley de duelo.
Es simplemente un error calificar a los piratas de meros salteadores marítimos o incluso de proto-capitalistas, como ciertos historiadores han hecho. En un sentido eran .bandidos sociales., a pesar de que sus comunidades de base no eran sociedades agrícolas tradicionales sino .utopías. creadas casi ex nihilo en terra incógnita, enclaves de libertad total que ocupaban espacios vacíos en el mapa. Después de la caída de Tortuga, el ideal bucanero permaneció vivo a lo largo de la .edad de oro. de la piratería (hacia 1660-1790), y resultó en asentamientos terrestres en Belice, por ejemplo, fundada por bucaneros. Más tarde, mientras la escena derivaba hacia Madagascar -una isla aún no reclamada por ninguna potencia imperial y gobernada sólo por un rompecabezas de reyes (jefes) nativos deseosos de aliados piratas-, la utopía pirata alcanzó su expresión más alta.
El recuento que hace Defoe del capitán Mission y la fundación de Libertaria puede ser, como defienden algunos historiadores, una mistificación literaria creada como propaganda de la teoría radical whig6; pero estaba contenido en The General History of the Pyrates (1724-28), la mayoría de la cual aún se acepta como fidedigna y rigurosa. Además la historia del capitán Mission no fue criticada cuando el libro apareció y muchas viejas tripulaciones malgaches aún sobrevivían. Ellos parecen haberlo creído, sin duda porque habían conocido enclaves piratas muy parecidos a Libertaria. Una vez más, esclavos rescatados, nativos e incluso enemigos tradicionales como los portugueses fueron todos invitados a unirse como iguales. (Liberar barcos de esclavos era una ocupación principal). La tierra se poseía en común, con representantes elegidos por temporadas cortas, el botín era compartido; las doctrinas de la libertad se predicaban de manera mucho más radical de lo que dictaba el sentido común.
Libertaria esperaba perdurar, y Mission murió en su defensa. Pero la mayoría de utopías piratas pretendían ser temporales; de hecho las verdaderas .repúblicas. de los corsarios eran sus barcos, que navegaban bajo los artículos. Normalmente los enclaves en la orilla no tenían ley en absoluto. El último ejemplo clásico, Nassau en las Bahamas, un asentamiento de tiendas y cobertizos en el frente de playa entregado al vino, a las mujeres (y probablemente también a los muchachos, a juzgar por el libro Sodomy and Piracy de Birge), a las canciones (los piratas eran unos devotos a ultranza de la música y solían contratar bandas por singladuras enteras), y al exceso incontinente, se desvaneció de la noche a la mañana cuando la flota británica apareció en la bah ía. Barbanegra y .Calicó Jack. Rackham y su tripulación de mujeres piratas se trasladaron a orillas más salvajes y destinos menos placenteros, mientras otros aceptaron humildemente el perdón y se reformaron. Pero la tradición bucanera perduró, en Madagascar donde los hijos de sangre mixta de los piratas empezaron a forjar reinos propios, y en el Caribe, donde esclavos fugados al igual que grupos mixtos negro/blanco/ rojo fueron capaces de prosperar en las montañas tierra adentro como maroons. La comunidad maroon de Jamaica aún retenía un grado de autonomía y muchas de sus viejas costumbres cuando Zora Neale Hurston la visitó en los años veinte (ver Tell My Horse). Los maroons de Surinam todavía practican el .paganismo. africano.
A través del siglo XVIII, Norteamérica también produjo cierta cantidad de .comunidades tri-raciales aisladas.. (Este término de resonancias clínicas fue inventado por el movimiento eugenésico, que produjo los primeros estudios científicos de estas comunidades. Desafortunadamente la .ciencia. sólo servía de excusa al odio por los .Mestizos. y los pobres, y la solución del problema era normalmente la esterilización forzosa). El núcleo invariablemente consistía en esclavos y siervos fugitivos, .criminales. (es decir, los muy pobres), .prostitutas . (es decir, mujeres blancas que se casaban con hombres no blancos), y los miembros de diversas tribus nativas.
En algunos casos, como el de los Seminolas o los Cherokees, la estructura ancestral de la tribu permitía asimilar a los recién llegados; en otros casos, nuevas tribus se formaban. Así tenemos a los maroons del pantano Great Dismal, que subsistieron a lo largo de los siglos XVIII y XIX, adoptando a esclavos fugitivos, funcionando como estación de paso del Tren Subterráneo7, y sirviendo como centro religioso e ideológico para las rebeliones de esclavos.
La religión era el vudú, una mezcla de elementos nativos y cristianos, y de acuerdo al historiador H. Leaming Bey, a los ancianos de esta fe y a los líderes de los maroons del Great Dismal se los conocía como el .Alto Lucero de los Siete Dedos..
Los Ramapaughs del norte de Nueva Jersey (mal llamados los .Blancos de Jackson.) presentan otra genealog ía romántica y arquet ípica: esclavos liberados por los desertores holandeses, diversos clanes algonquinos y de Delaware, las .prostitutas . de costumbre, los .Hesienses. (término para designar a mercenarios británicos perdidos, realistas descolgados, etc.) y bandas locales de bandidos sociales como la de Claudias Smith.
Algunos de los grupos reclaman un origen afroislámico, como en el caso de los Moros de Delaware y los Ben Ishmaels, que emigraron de Kentucky a Ohio a mediados del XVIII. Los Ishmaels practicaban la poligamia, nunca bebían alcohol, vivían como juglares, se emparejaban con indios y adoptaban sus costumbres, y eran tan devotos del nomadismo que construían sus casas sobre ruedas. Su migración anual triangulaba entre pueblos fronterizos con nombres como La Meca y Medina. A finales del XIX algunos de ellos abrazaron ideales anarquistas, y fueron el blanco de los eugenesistas para un pogrom particularmente cruel de .salvación por la exterminación.. Algunas de las primeras leyes eugenésicas fueron aprobadas en su honor. Como tribu desaparecieron en los años veinte, por más que seguramente engordaran las filas de tempranas sectas .islámicas negras. como el Templo de la Ciencia Morisca.
Yo mismo crecí con leyendas de los .Kallikaks. en los cercanos Pine Barrens de Nueva Jersey (y por supuesto con Lovecraft, un rábido fascista seducido por las comunidades aisladas). Las leyendas resultaron ser recuerdos folklóricos de las calumnias de los eugenesistas, cuyo cuartel general se encontraba en Vineland, Nueva Jersey, y quienes acometieron las .reformas. de costumbre contra la .miscegenación. y la .debilidad mental. en los Barrens (intuyendo la publicación de fotografías de los Kallikaks, cruda y obviamente retocadas para hacerlos parecer monstruos de la incuria).
Las .comunidades aisladas. -al menos, aquellas que han retenido su identidad entrado el siglo XX- rechazan consistentemente la absorción por parte de la cultura mayoritaria o de la .subcultura. negra en la que los sociólogos modernos prefieren categorizarlas. En los setenta, inspirados por el renacimiento nativo americano, unos cuantos grupos -incluyendo a los Moros y a los Ramapaughs- solicitaron al Departamento de Asuntos Indios el reconocimiento como tribus Indias. Aun cuando recibieron el apoyo de los activistas nativos no se les concedió estatus oficial. Si, después de todo, lo hubieran conseguido, podrían haber sentado un peligroso precedente para grupos de descolgados de toda índole, desde .peyoteros blancos. y hippies a nacionalistas negros, arios, anarquistas y libertarios; ¡una .reserva . para cada uno! El .Proyecto Europeo. no puede reconocer la existencia del salvaje; el caos verde es todavía una amenaza excesiva para el sueño imperial de orden.
Esencialmente los Moros y los Ramapaughs rechazaban la explicación .diacrónica. o histórica de sus orígenes en favor de una autoidentidad .sincrónica. basada en el .mito. de adopción india. O por ponerlo de otra forma, se llamaban a sí mismos indios . Si cualquiera que deseara .ser un indio. pudiera conseguirlo por un acto de autoproclamación, imagínate qué éxodo a Croatan tendría lugar. Esa ancestral sombra oculta todavía cautiva los vestigios de nuestros bosques (los que, a propósito, se han extendido grandemente en el nordeste desde los siglos XVIII-XIX con el retorno de vastos terrenos de tierra de cultivo a la espesura). Thoreau en el lecho de muerte soñó con la vuelta de .indios… bosques….: la vuelta de lo reprimido.
Los Moros y los Ramapaughs tienen por supuesto buenas razones materiales para definirse a sí mismos como indios -después de todo, tienen antepasados indiospero si consideramos su autoproclamación en términos .míticos. al igual que históricos ahondaremos en aspectos de mayor relevancia en nuestra búsqueda de la TAZ. Dentro de las sociedades tribales existe lo que ciertos antropólogos han denominado mannenbunden: sociedades totémicas entregadas a una identidad con la .naturaleza. en el acto de transmutarse, de convertirse en el animal tótem (hombres lobo, chamanes jaguar, hombres leopardo, brujas gato, etc.) En el contexto de una sociedad colonial entera (como Taussig señala en Chamanism Colonialism and the Wild Man) el poder de transmutación se percibe como inherente a la cultura nativa en su totalidad; así el sector más reprimido de la sociedad adquiere un poder paradójico a través del mito de su conocimiento oculto, que es temido y deseado por el colono. Por supuesto los nativos poseen realmente cierto conocimiento oculto; pero en respuesta a la percepción imperial de la cultura nativa como una especie de .selva espiritual., los nativos tienden a verse a sí mismos cada vez más conscientemente dentro de ese papel. Incluso al ser marginados, el margen adquiere el aura de lo mágico. Antes del hombre blanco, simplemente eran tribus de gente; ahora, son los .guardianes de la naturaleza., los habitantes del .estado de naturaleza.. Finalmente el propio colono es seducido por este .mito.. En cuanto un americano quiere descolgarse o volver a la naturaleza, invariablemente .se convierte en indio.. Los demócratas radicales de Massachusetts (herederos espirituales de los protestantes radicales) que organizaron el Tea Party8, creyeron literalmente que podían abolir los gobiernos (¡la región de Berkshire entera se autoproclamó en .estado de naturaleza.!) disfrazados de Mohawks. Por tanto los colonos, quienes de pronto se vieron marginados en el propio terruño, adoptaron el papel de nativos marginados, buscando con ello participar (en un sentido) de su poder oculto, de su fulgor mítico. De los montañeses a los boy scouts, el sueño de .convertirse en indio. fluye bajo una plétora de rastros en la historia, cultura y conciencia norteamericanas.
El imaginario sexual conectado a los grupos .tri-raciales . también conlleva esta hipótesis. Por supuesto los .nativos. son siempre inmorales, pero los renegados y descolgados raciales han de ser ya absolutamente poliperversos. Los bucaneros eran unos pervertidos, los maroons y montañeses unos miscegenistas, los .Jukes. y .Kallikaks. se abandonaban a la fornicación y el incesto (lo que llevaba a mutaciones como la polidactilidad), los niños corrían por ahí desnudos y se masturbaban abiertamente, etc. Revertir a un .estado de naturaleza . paradójicamente parece permitir la práctica de todo acto antinatural; o así lo parecería si creyéramos a puritanos y eugenesistas. Y dado que mucha gente en las sociedades racistas moralistas reprimidas desean secretamente practicar estos mismos actos licenciosos, los proyectan fuera hacia los marginados, y así se persuaden de que ellos mismos permanecen civilizados y puros. Y de hecho algunas comunidades marginales realmente rechazan la moralidad consensuada -¡los piratas sin duda lo hicieron!- y no hay duda de que efectivamente satisfacen algunos de los deseos reprimidos de la civilización. (¿No harías tú lo mismo?) Volverse salvaje es siempre un acto erótico, un acto de desnudez.
Antes de dejar el tema de los .triraciales aislados., me gustaría rememorar el entusiasmo de Nietzsche por la .mezcla de razas.. Impresionado por el vigor y belleza de las culturas híbridas, propuso la miscegenación no sólo como una solución al problema racial sino también como el fundamento de una nueva humanidad libre del chauvinismo étnico y nacional; una premonición de .nómada psíquico. quizás. El sueño de Nietzsche aún parece tan remoto ahora como le pareció a él entonces. El chauvinismo aún campa por sus respetos. Las culturas mixtas permanecen sumergidas. Pero las zonas autónomas de bucaneros y maroons, Moros e Ishmaels, Ramapaughs y .Kallikaks. permanecen, o sus historias subsisten, como indicaciones de lo que Nietzsche podría haber llamado la .voluntad de poder como desaparición.. Tenemos que volver a este tema.
Entretanto volvemos, en cualquier caso, a la historia del anarquismo clásico a luz del concepto de la TAZ.
Antes del .cierre del mapa., una gran cantidad de energía antiautoritaria se dirigió hacia comunas .escapistas. como Tiempos Modernos, los diversos falansterios, y demás. Curiosamente, algunas de ellas no se propusieron durar .para siempre ., sino sólo durante el tiempo en que el proyecto pudiera satisfacer sus designios. En términos socialistas utópicos estos proyectos fueron .fracasos., y por tanto conocemos poco de ellos.
Cuando la escapada más allá de la frontera se demostró un imposible, la era de las comunas revolucionarias urbanas comenzó en Europa. Las comunas de París, Lyon y Marsella no sobrevivieron lo bastante como para tomar característica alguna de permanencia, y uno se pregunta si de hecho se lo propusieron. Desde nuestro punto de vista el principal foco de fascinación es el espíritu de las comunas. Durante y después de estos años los anarquistas adoptaron la práctica del nomadismo revolucionario, desplazándose de sublevación en sublevación, buscando mantener dentro de sí la intensidad de espíritu que experimentaron en el momento del levantamiento. De hecho, ciertos anarquistas de la vena stirnerita/ nietzscheana llegaron a considerar esta actividad como un fin en sí misma, una forma de estar siempre ocupando una zona autónoma, la interzona que se abre en mitad o en los albores de la guerra y la revolución (la .zona. de Pynchon en Arco iris de gravedad). Declararon que si cualquier revolución socialista triunfaba, ellos serían los primeros en volverse contra ella. Por menos de anarquía universal no tenían intención de parar jamás. En Rusia en 1917 congratularon a los soviets libres con entusiasmo: éste era su objetivo. Pero tan pronto como los bolcheviques traicionaron la revolución, los anarquistas individualistas fueron los primeros en volver a la senda de guerra. Después de Kronstadt, por supuesto, todos los anarquistas condenaron a la .Unión Soviética. (una contradicción en los términos) y se movilizaron en busca de nuevos levantamientos.
La Ucrania de Makhno9 y la España anarquista10 buscaron la permanencia, y a pesar de las exigencias de una continua guerra ambas tuvieron éxito hasta cierto punto: no porque duraran .mucho tiempo., sino porque estaban cabalmente organizadas y podrían haber perdurado a no ser por la agresión exterior. Por tanto, de entre los experimentos del período de Entreguerras me concentraré si no en la alocada república de Fiume, que es mucho menos conocida, y no se organizó para perdurar.
Gabriele D.Annunzio, poeta decadente, artista, músico, esteta, mujeriego, atrevido pionero aeronáutico, mago negro, genio y canalla, emergió de la I Guerra Mundial como un héroe con un pequeño ejército a sus órdenes: los .Arditi.. A falta de aventuras, decidió capturar la ciudad de Fiume en Yugoslavia y entregársela a Italia. Después de una ceremonia necromántica junto a su querida en un cementerio de Venecia partió a la conquista de Fiume, y triunfó sin mayores problemas. Sin embargo Italia rechazó su generosa oferta; el primer ministro lo tachó de loco.
En un arrebato, D.Annunzio decidió declarar la independencia y comprobar por cuanto tiempo podría salirse con la suya. Junto a uno de sus amigos anarquistas escribió la Constitución, que declaraba la música como el fundamento central del Estado. Los miembros de la marina (desertores y anarcosindicalistas marítimos de Milán) se autodenominaron los Uscochi, en honor de los desaparecidos piratas que una vez vivieron en islas cercanas a la costa saqueando barcos venecianos y otomanos. Los mudemos Uscochi triunfaron en algunos golpes salvajes: las ricas naves italianas dieron de pronto un futuro a la república: ¡dinero en las arcas! Artistas, bohemios, aventureros, anarquistas (D.Annunzio mantenía correspondencia con Malatesta) fugitivos y expatriados, homosexuales, dandis militares (el uniforme era negro con la calavera y los huesos pirata; robada más tarde por las SS) y reformistas chalados de toda índole (incluyendo a budistas, teósofos y védicos) empezaron a presentarse en Fiume en manadas. La fiesta nunca acababa. Cada mañana D.Annunzio leía poesía y manifiestos desde el balcón; cada noche un concierto, después fuegos artificiales. Esto constituía toda la actividad del gobierno. Dieciocho meses más tarde, cuando se acabaron el vino y el dinero y la flota italiana se presentó, porfió y voleó unos cuantos proyectiles al palacio municipal, nadie tenía ya fuerzas para resistir.
D.Annunzio, como otros muchos anarquistas italianos, derivó tardíamente hacia el fascismo -de hecho, Mussolini mismo (el ex-sindicalista) sedujo al poeta a lo largo de esa senda-. Para el momento en que D.Annunzio se percató de su error era ya muy tarde: estaba demasiado viejo y enfermo. Pero el Duce lo hizo asesinar de todas formas -lo tiraron de un balcón- convirtiéndolo en un .mártir.. En cuanto a Fiume, aunque carecía de la seriedad de la Ucrania o Barcelona libres, puede probablemente ilustrar mejor ciertos matices de nuestra búsqueda. En algunos aspectos fue la última de las utopías piratas (o el único ejemplo moderno); en otros quizás, fue muy posiblemente la primera TAZ moderna.
Creo que si comparamos Fiume con los levantamientos de París en 1968 (también con las insurrecciones urbanas italianas de los primeros setenta), al igual que con las comunas contraculturales americanas y sus influencias anarco-Nueva Izquierda, deberíamos percatarnos de ciertas similitudes, tales como la importancia de la teoría estética (los situacionistas); también lo que podrían llamarse .economías pirata., vivir de los excedentes de la sobreproducción social -incluyendo la popularidad de coloridos uniformes militares- y el concepto de música como forma de cambio social revolucionario; y finalmente su aire compartido de impermanencia, de estar preparados para movilizarse, transmutarse, reubicarse en otras universidades, cimas montañosas, guetos, fábricas, guaridas, fincas abandonadas; o incluso nuevos planos de la realidad. Nadie intentaba imponer otra dictadura revolucionaria más, ni en Fiume, ni en Paris o Millbrook. El mundo cambiaría o no; mientras tanto, mantenerse en movimiento y vivir intensamente.
El Soviet de Munich (o .república de consejos.) de 1919 mostraba algunos rasgos de la TAZ, incluso a pesar de que -como en la mayoría de revoluciones- los objetivos establecidos no fueran exactamente .transitorios .. La participación de Gustav Landauer como ministro de cultura junto a Silvio Gesell como ministro de economía y otros antiautoritarios y socialistas libertarios extremos como el poeta y dramaturgo Erich Mühsam, Ernst Toller y Ret Marut (el novelista B. Traven11) dieron al Soviet su inequívoco sabor anarquista. Landauer, que pasó años de soledad trabajando en su gran síntesis de Nietzsche, Proudhon, Kropotkin, Stirner, Meister Eckhardt, los místicos radicales, y los filósofos volk románticos, sabía desde un principio que el Soviet estaba condenado; sólo esperaba que durara lo suficiente para ser comprendido. Kurt Eisner, el mártir fundador del Soviet, creyó literalmente que los poetas y la poesía debían formar las bases de la revolución. Se pusieron en marcha planes para dedicar gran parte de Baviera a un experimento en economía y comunidad anarcosocialista. Landauer diseñó propuestas para un sistema de escuelas libres y un teatro del pueblo. Los ingresos del Soviet estaban más o menos limitados a la clase trabajadora más pobre y a los vecindarios bohemios de Munich, y a grupos como el Wandervogel (el movimiento neorromántico de la juventud), radicales judíos (como Buber), los expresionistas, y otros marginales. Por tanto los historiadores la menosprecian como una .república de café. y menoscaban su significado en comparación a la participación marxista y espartaquista en la(s) revolucion( es) alemana(s) de posguerra. Dejado fuera de juego por los comunistas y asesinado finalmente por soldados bajo la influencia de la sociedad oculto-fascista de Thule, Landauer merece ser recordado como un santo. Aún así hasta algunos anarquistas hoy en día lo malinterpretan y condenan por .haberse vendido. al .gobierno socialista.. Si el Soviet hubiera durado incluso un año, derramaríamos lágrimas con la sola mención de su belleza; pero aún antes de que las primeras flores de esa primavera se hubieran marchitado, el geist y el espíritu de poesía fueron aplastados, y los hemos olvidado. Imagínate lo que debe haber sido respirar el aire de una ciudad en la que el ministro de cultura acaba de avanzar que los niños del colegio pronto estarán aprendiéndose de memoria los trabajos de Walt Whitman. ¡Ay! quien tuviera una máquina del tiempo…
El Soviet de Munich (o .república de consejos.) de 1919 mostraba algunos rasgos de la TAZ, incluso a pesar de que -como en la mayoría de revoluciones- los objetivos establecidos no fueran exactamente .transitorios .. La participación de Gustav Landauer como ministro de cultura junto a Silvio Gesell como ministro de economía y otros antiautoritarios y socialistas libertarios extremos como el poeta y dramaturgo Erich Mühsam, Ernst Toller y Ret Marut (el novelista B. Traven11) dieron al Soviet su inequívoco sabor anarquista. Landauer, que pasó años de soledad trabajando en su gran síntesis de Nietzsche, Proudhon, Kropotkin, Stirner, Meister Eckhardt, los místicos radicales, y los filósofos volk románticos, sabía desde un principio que el Soviet estaba condenado; sólo esperaba que durara lo suficiente para ser comprendido. Kurt Eisner, el mártir fundador del Soviet, creyó literalmente que los poetas y la poesía debían formar las bases de la revolución. Se pusieron en marcha planes para dedicar gran parte de Baviera a un experimento en economía y comunidad anarcosocialista. Landauer diseñó propuestas para un sistema de escuelas libres y un teatro del pueblo. Los ingresos del Soviet estaban más o menos limitados a la clase trabajadora más pobre y a los vecindarios bohemios de Munich, y a grupos como el Wandervogel (el movimiento neorromántico de la juventud), radicales judíos (como Buber), los expresionistas, y otros marginales. Por tanto los historiadores la menosprecian como una .república de café. y menoscaban su significado en comparación a la participación marxista y espartaquista en la(s) revolucion( es) alemana(s) de posguerra. Dejado fuera de juego por los comunistas y asesinado finalmente por soldados bajo la influencia de la sociedad oculto-fascista de Thule, Landauer merece ser recordado como un santo. Aún así hasta algunos anarquistas hoy en día lo malinterpretan y condenan por .haberse vendido. al .gobierno socialista.. Si el Soviet hubiera durado incluso un año, derramaríamos lágrimas con la sola mención de su belleza; pero aún antes de que las primeras flores de esa primavera se hubieran marchitado, el geist y el espíritu de poesía fueron aplastados, y los hemos olvidado. Imagínate lo que debe haber sido respirar el aire de una ciudad en la que el ministro de cultura acaba de avanzar que los niños del colegio pronto estarán aprendiéndose de memoria los trabajos de Walt Whitman. ¡Ay! quien tuviera una máquina del tiempo…
Foucault, Baudrillard, etc., han discutido en gran extensión las formas diversas de la .desaparición.. Aquí quiero sugerir que la TAZ es de alguna manera una táctica de desaparición.
Cuando los teóricos hablan de una desaparición de lo social se refieren en parte a la imposibilidad de una .revolución social., y en parte a la imposibilidad del .Estado.; del abismo de poder, el fin del discurso del poder. La pregunta anarquista en este caso debería ser entonces: ¿Por qué molestarse en enfrentar un .poder . que ha perdido todo su significado y se ha convertido en pura simulación? Confrontaciones tales sólo han de resultar en grotescos y peligrosos espasmos de violencia por parte de los cretinos cabezamierda que han heredado las llaves de todos los arsenales y prisiones. (Quizás sea ésta una tosca malinterpretación norteamericana de la sutil y sublime teoría franco-alemana. Pues si es así, estupendo ¿quién ha dicho que haga falta entender una idea para hacer uso de ella?)
Tal como yo lo leo, la desaparición se muestra como una muy lógica opción radical de nuestro tiempo, en absoluto un desastre o la muerte del proyecto radical. A diferencia de la mórbida interpretación nihilista maníaca de la muerte de la teoría, la nuestra intenta minarla con estrategias útiles en la continua .revolución de la vida cotidiana.: lucha que no ha de cesar ni con el último fracaso de la revolución política o social porque nada excepto el fin del mundo puede traer ni el fin de la vida cotidiana, ni nuestra aspiración por las cosas buenas ni por lo maravilloso. Y como dijo Nietzsche, si el mundo pudiera .acabarse., lógicamente lo hubiera hecho ya; no lo ha hecho, por tanto no lo hace. Y así, como uno de los sufíes dijo, no importa cuantos vasos de vino prohibido bebamos, nos llevaremos esta sed rabiosa a la eternidad.
Zerzan y Black han señalado independientemente ciertos elementos de .rechazo. (en palabras de Zerzan) que quizás puedan ser considerados de alguna forma como síntomas, en parte inconscientes pero en parte conscientes, de una cultura radical de la desaparición, que influyen a mucha más gente que ninguna idea izquierdista o anarquista. Estos gestos se hacen contra las instituciones, y en ese sentido son .negativos.; pero cada gesto negativo también sugiere una táctica alternativa .positiva. más allá de un mero rechazo de la institución condenada.
Por ejemplo, el gesto negativo contra la escolarización es un .analfabetismo voluntario.. Dado que no comparto la adoración liberal por el alfabetismo en aras de la mejora social, no puedo enteramente compartir los suspiros de desmayo que se oyen por todas partes frente a este fenómeno: uno simpatiza con los ni- ños que rechazan los libros al igual que la basura que contienen. Hay sin embargo alternativas positivas que hacen uso de la misma energía de desaparición. La escolarización casera y el aprendizaje de oficios, como formas posibles de .hacer novillos ., eluden la prisión de la escuela. El pirateo informático es otra forma de .educación. con ciertos rasgos de .invisibilidad..
Un gesto negativo a gran escala contra la política consiste simplemente en no votar. La .apatía. (es decir, un sano aburrimiento del cansino espectáculo) mantiene a más de la mitad del país apartado de los comicios; ¡el anarquismo nunca consiguió tanto! Tampoco tuvo el anarquismo nada que ver con el reciente fiasco del censo). Una vez más, hay paralelismos positivos: la creación de tramas como alternativa a la política se practica en muchos niveles en la sociedad, y las formas de organización no jerárquica han obtenido popularidad incluso fuera del movimiento anarquista, simplemente porque funcionan (ACT UP12, y Earth First!13 son dos ejemplos. Alcohólicos Anónimos es, curiosamente, otro).
El rechazo al trabajo puede tomar las formas del absentismo, la ebriedad en el empleo, el sabotaje, y la pura desidia; pero igualmente puede dar lugar a nuevos modos de rebeldía: más autoempleo, participación en la economía sumergida y el .lavoro nero., fraude fiscal y otras opciones criminales, cultivo de marihuana, etc.; actividades todas ellas más o menos .invisibles. en comparación con las tácticas izquierdistas de confrontación tradicionales como la huelga general.
¿Rechazo a la iglesia? Bueno, el .gesto negativo. por excelencia aquí probablemente consiste en… ver la televisión. Pero las alternativas positivas incluyen todo tipo de formas antiautoritarias de espiritualidad, desde el cristianismo no eclesiástico al neopaganismo. Las .Religiones Libres . como me gusta llamarlas -cultos pequeños, creados medio en serio medio en broma e influenciados por corrientes tales como el discordianismo y el anarcotaoismo- se pueden encontrar a lo ancho de la América marginal, y proveen una .cuarta vía. en crecimiento fuera de las iglesias mayoritarias, los fanáticos televangélicos, y la insipidez y consumismo new age. También puede decirse que el rechazo principal a la ortodoxia consiste en construir .morales privadas. en el sentido nietzscheano: la espiritualidad de los .espíritus libres..
El rechazo negativo del hogar es la .falta de hogar., que la mayoría considera una forma de victimización, al no desear ser forzada a la nomadología. Pero la .falta de hogar. puede ser en un sentido una virtud, una aventura; o así lo parece, al menos, el inmenso movimiento internacional de okupas, nuestros vagabundos modernos.
El rechazo negativo de la familia es claramente el divorcio, o algún otro síntoma de .avería.. La alternativa positiva brota de la conciencia de que la vida puede ser más dichosa sin la familia nuclear, sobre la que florezcan cien flores; de la maternidad soltera al matrimonio en grupo o al grupo de afinidad crética. El .Proyecto Europeo. libra una intensa acción de retaguardia en defensa de la .familia.; la miseria edípica anida en el corazón del control. Las alternativas existen; pero deben permanecer veladas, especialmente desde la guerra contra el sexo de los ochenta y los noventa.
¿Cuál es el rechazo del arte? El .gesto negativo. no lo habremos de encontrar en el tonto nihilismo de una .huelga artística. o en el vandalismo contra algún cuadro famoso; lo encontramos en el aburrimiento casi universal de ojos vidriosos que hace presa en la mayoría de la gente con la sola mención de la palabra. ¿Pero en qué consistiría el .gesto positivo.? ¿Es posible imaginar una estética que no esté comprometida?, ¿que se emancipe de la historia e incluso del mercado?, ¿o al menos tienda a hacerlo?, ¿que quiera reemplazar la representación con la presencia? ¿Cómo se hace sentir la presencia a sí misma incluso en (o a través) de la representación?
La .lingüística del caos. irradia una presencia que está continuamente desapareciendo de todos los órdenes del lenguaje y de los sistemas de significado; una presencia fugaz, evanescente, .sutil., (un término de la alquimia sufí); el atractor extraño alrededor del que los átomos de significado se acumulan, formando órdenes caóticamente nuevos y espontáneos. Aquí tenemos una estética de la frontera entre el caos y el orden, el margen, el área de .catástrofe . donde la .avería. del sistema puede significar la iluminación.
La desaparición del artista es .la superación y realización del arte. en los términos situacionistas. Pero ¿de dónde nos desvanecemos? ¿y se verá u oirá de nosotros jamás? Nos vamos a Croatan; ¿cuál es nuestro destino? Todo nuestro arte consiste en una nota de adiós a la historia - .Nos vamos a Croatan.- ¿pero dónde está, y qué es lo que haremos allí?
Primero: aquí no estamos hablando de desaparecer literalmente del mundo y de su futuro: ni escape hacia atrás en tiempo a la .sociedad original del ocio. paleolítica; ni utopía eterna, ni escondite entre las montañas, ni isla; ni tampoco utopía post-revolucionaria ¡preferiblemente ni revolución en absoluto! tampoco VONU14, ni estaciones espaciales anarquistas; tampoco aceptamos una .desaparición baudrillardiana. en el silencio de una hiperconformidad irónica. No tengo nada en contra de Rimbaud ninguno que escape del arte en busca de cualquier Abisinia que pueda encontrar. Pero no podemos construir una estética, siquiera una estética de la desaparición, sobre el simple acto de no volver jamás. Diciendo que no somos una vanguardia y que no hay vanguardia, hemos escrito nuestro .nos vamos a Croatan. -la pregunta entonces es ¿cómo imaginar la .vida cotidiana. en Croatan?, en particular si no podemos decir que Croatan existe en el tiempo (edad de piedra o post-revolución) o el espacio, ya como utopia o como algún pueblo olvidado del medio oeste o como Abisinia? ¿Dónde y cuándo se encuentra el mundo de la creatividad inmediata? Si puede existir, entonces existe; pero quizás sólo como una especie de realidad alternativa que hasta ahora no hemos aprendido a percibir. ¿Dónde buscar las semillas - la mala hierba creciendo en las grietas de la acera- entre ese otro mundo y el nuestro? ¿las pistas, las indicaciones correctas para buscar? ¿un dedo apuntando a la Luna?
Yo creo, o al menos me gustaría proponer, que la única solución a la .superación y realización. del arte reside en la emergencia de la TAZ. Yo rechazaría categóricamente la crítica de que la TAZ en sí misma .no es más que. una obra de arte, bien que pueda tener algunos de sus entrampamientos. Sugiero que la TAZ es el único .tiempo. y .lugar. posible para que ocurra arte por el puro placer de la acción creativa, y como contribución efectiva a las fuerzas que dan coherencia a la TAZ para manifestarse.
El arte se ha convertido en mercancía en el mundo del arte, pero por debajo de eso aún yace el problema mismo de la representación, y el rechazo a toda mediación. En la TAZ el arte como mercancía se hará simplemente imposible; será más bien una condición de vida. La mediación es más difícil de superar, pero la extracción de todas las barreras entre artistas y .usuarios. del arte llevará las trazas de una condición en la que -como A.K. Coomaraswamy15 ha descrito- .el artista no es un tipo determinado de persona, sino cada persona es un tipo determinado de artista..
En suma: la desaparición no es necesariamente una .catástrofe.; excepto en el sentido matemático de .un cambio topológico repentino.. Todos los gestos positivos esbozados aquí parecen implicar varios grados de invisibilidad como alternativa a la confrontación revolucionaria tradicional. La .Nueva Izquierda. nunca creyó realmente en su propia existencia hasta que se vio a sí misma en el noticiario de la noche. La Nueva Autonomía, en contraste, bien se infiltrará en los medios y los subvertirá desde dentro; o bien nunca será .vista. en absoluto. La TAZ no sólo existe más allá del control sino también más allá de definiciones, más allá de miradas y nombres y actos de esclavitud, más allá de las entendederas del Estado, más allá de la capacidad de ver del Estado.
LA TAZ como táctica consciente radical emergerá bajo ciertas condiciones:
Ya hemos discutido la cuestión de si la TAZ puede ser vista .meramente . como obra de arte. Pero también querrás saber si es algo más que una pobre ratonera en la Babilonia de la información, o más bien un laberinto de túneles, más y más conectados, pero entregados sólo al callejón sin salida del parasitismo pirata. Contestaré que preferiría ser una rata en el muro que una rata en la jaula; pero también insistir é en que la TAZ trasciende estas categorías.
Un mundo en el que la TAZ echara efectivamente raíces puede parecerse al mundo imaginado por .P.M.. en su novela de fantasía bolo.bolo. Quizás la TAZ es un .protocolo.. Pero en la medida en que la TAZ existe ya, encarna mucho más que la mundanidad de la nolición. O que el pasotismo contracultural. Hemos mencionado los aspectos festivos del momento descontrolado que se conforma en una autocoordinación espontánea, si bien breve. Es .epifánico.; una experiencia punta en la escala tanto social como individual.
La liberación se realiza en la lucha; ésta es la esencia de la autosuperación de Nietzsche. La tesis presente puede igualmente tomar como señal el vagabundeo de Nietzsche. Es el precursor de la deriva, en el sentido situ de dérive y en la definición de Lyotard de driftwork.
Podemos prever una geografía enteramente nueva, una especie de mapa de peregrinaciones en el que los lugares sagrados se han reemplazado con experiencias punta y TAZs: una verdadera ciencia de la psicotopografía, quizá para llamarla .geoautonomía. o .anarcomancia..
La TAZ implica una forma de feracidad, un crecimiento que va de la domesticación a lo salvaje, un .retorno. que es también un paso adelante. También exige un .yoga. del caos, un proyecto de .más altos . órdenes (de conciencia o simplemente de vida) que es abordado .surfeando el frente de ola del caos., del dinamismo complejo. La TAZ es un arte de la vida en continuo alzamiento, salvaje pero dulce; un seductor, no un violador; un contrabandista más que un pirata sangriento, un bailarín más que un escatólogo.
Admitamos que por una breve noche una república de deseos se vio gratificada. ¿No confesaremos que la política de esa noche tiene más fuerza y realidad para nosotros que, digamos, el gobierno de la nación en pleno? Algunas de las .fiestas. que hemos mencionado duraron dos o tres años. ¿Es esto algo que merezca la pena imaginar, por lo que merezca la pena luchar? Estudiemos la invisibilidad, el tramaje, el nomadismo psíquico; y ¿quién sabe lo que hemos de conseguir?
Equinoccio de primavera, 1990.
1 La conocida obra de Shakespeare. Próspero y Calibán son personajes de esta obra.
2 Expresión empleada por los teóricos del contrato social (Hobbes, Locke, Rousseau, etc.) para describir un estado de cosas en el que no existe autoridad política establecida. Su papel ha servido para justificar la existencia del Estado, para negar su necesidad, para comparar el estado feliz del hombre civilizado con el estado miserable del hombre salvaje o para invertir el sentido de esta comparación. Esencialmente supone una reflexión en torno a la pregunta tradicional ¿si no tenemos un soberano, estamos obligados a crear uno?
3 Los Levellers constituían un movimiento de activistas radicales durante la Revolución inglesa. Sus objetivos giraban en torno a las garantías de la reforma del sufragio, la tolerancia religiosa y la compensación de una amplia serie de cargas sociales y económicas. También defendían la idea radical protestante de que el individuo tiene un deber (para con Dios) y por tanto un derecho natural de ser responsable de sí mismo: y la idea de que no sólo era imprudente, sino perjudicial, dejar el control político en manos de los líderes y subordinar así el propio destino al de éstos. Los Niveladores representan la primera expresión sustancial en Inglaterra del .pueblo. como fuerza política secular, y por esta razón el movimiento ha despertado gran interés.
4 Los Diggers eran Niveladores radicales, un grupo de comuneros agrarios conducido por William Everard y Gerard Winstanley que predicaban en 1649 el tipo de comunismo que habían instaurado en su comuna de St. George.s Hill, Surrey. Inspirados en las ideas radicales de la tradición cristiana, equiparaban la propiedad privada al pecado original y pensaban que la difusión gradual de su comunismo agrario anunciaba una suerte de milenio igualitario.
5 Alexander Olivier Exquemelin, empleado de la Compañía Francesa de las Indias Occidentales, fue vendido como esclavo en isla Tortuga en 1666. Aprendió durante su cautiverio el oficio de cirujano y, en calidad de tal, abrazó la ley de la Costa y se unió a los piratas. A las órdenes de L.Olonnais, Morgan y Bertrand d.Oregon participó activamente en el corso y en los asaltos a las plazas de tierra firme. Estuvo presente en los dos saqueos de Maracaibo, en las dos tomas de la Isla de Santa Cristina y en la toma e incendio de Panamá. Escribió Piratas de América.
6 El partido patriótico durante el período revolucionario norteamericano.
7 Término bajo el que se conocía la red clandestina establecida por el Movimiento Abolicionista para facilitar la liberación y evasión de esclavos a través de los EE.UU.
8 Episodio del período revolucionario norteamericano. Un grupo de conspiradores anti-ingleses, disfrazados de indios, lanzaron las cajas de té (fuertemente tasado en la época) de los barcos a las aguas del puerto de Boston.
9 Nestor Makhno, agricultor y general anarquista ucraniano. Durante la Revolución Rusa organizó un ejército insurgente que con extraordinarias tácticas de guerrilla defendió Ucrania tanto del Ejército Rojo como del Ejército Blanco.
10 Bey se refiere a la revolución anarquista que se centró en Barcelona desde julio de 1936 durante la Guerra Civil española. Con una estación de radio requisada, ocho diarios, innumerables revistas y publicaciones sobre todo tipo de temas sociales y continuas asambleas públicas, el movimiento anarquista se adueñó completamente de la ciudad. Sólo en Barcelona había por entonces 350.000 anarquistas. El órgano ejecutivo era el Comité de las Milicias Antifascistas, que bajo las influencias de la FAI y la CNT, puso a la industria de nuevo en marcha sólo diez días después del levantamiento. Los servicios públicos se mantenían gracias a los sindicatos anarquistas, el suministro eléctrico estaba asegurado, se colectivizaron los cines y las 60 líneas de tranvías conducidas por sus 6.500 trabajadores anarquistas, estuvieron pronto funcionando a pleno rendimiento. En el campo se ensayaron asombrosos experimentos sociales y económicos de colectivización y autogestión (se abolió el dinero, por ejemplo) en comunas libertarias como las descritas por Kropotkin en La conquista del pan.
11 Después de su participación en el Soviet, huyó a México y se escondió tras diferentes identidades falsas. Escribió las más grandes novelas de anarco-aventura del siglo XX, entre ellas El tesoro de Sierra Madre.
12 Action Coalition to Unleash Power (Coalición de Acción para Liberar el Poder, o .Actúa.) un colectivo internacional de activistas contra el SIDA.
13 Un colectivo abierto de saboteadores ecologistas norteamericanos. Conocidos por sus golpes teatrales, sabotajes de instalaciones mineras y madereras, colocación de piezas metálicas en los árboles para romper las sierras mecánicas, .desviación. de vallas publicitarias, echar arena en los depósitos de combustible de las excavadoras, etc.
14 14. Retiro voluntario, generalmente a la naturaleza, practicado por los anarcosurvivalistas en los año setenta.
15 Ananda Kentish Coomaraswamy (1877- 1947). Pionero historiador del arte indio y primer intérprete en Occidente de la cultura de la India. Estableció el marco de estudios para contextualizar la historia del arte indio.
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Carlos Mario Valenzuela Tamayo*
Edición Oscar Darío Forero Usma**
* Doctor en Ciencias Económicas, D.A. en Economía del Desarrollo, Maestría en Economía del Desarrollo, D.EM.G en Ciencias Económicas y Maestría en Lingüística. Actualmente es Consultor de Naciones Unidas para procesos electorales.
** Docente-investigador de la especialización en Comunicación-Educación del Departamento de Investigaciones de la Universidad Central y candidato a magister en Planificación y Administraci ón del Desarrollo Regional de la Universidad de Los Andes.
Durante cada misión, este colombiano ha escrito sendas cartas, para compartir con amigos y familiares sus vivencias y sus lecturas de los procesos. Con su autorización, el equipo de redacción de Nómadas ha editado la carta que escribió sobre la identificación electoral de los nómadas saharauis que podrían eventualmente participar en el referendo por la autodeterminación de este pueblo del Sahara Occidental. Se ha procurado mantener el tono epistolar, en que el autor mezcla la calidez narrativa con una gran capacidad analítica e interpretativa.
Camp Dakhla,
23 diciembre de 1997
Queridos todos:
¡Asalaam Alekum! ¡Saludos desde el Sahara! Aunque un poco llenos de arena, estos saludos van felices, porque creo, sin mucho riesgo a equivocarme, que de todos los lugares adonde me han llevado mis trabajos onuasíanos, este es el que más le interesaría a la mayoría de ustedes. Es que el Sahara es una maravilla maravillosa (sin temor a redundancias). El encanto viene del lugar, del Sahara. Estoy contento aquí, me han mandado a la mitad del desierto, a un campo de refugiados a 250 kilómetros de Tindouf, en el oeste de Argelia. Aún cuando las condiciones no son las mejores, el aislamiento y la magia de este sitio me tienen absolutamente encantado. El trabajo como miembro de la Comisión de Identificación para el referendo no es exactamente lo que me había imaginado, pero tampoco carece de interés.
Desde aquí, en nuestra base empolvada y seca en medio de rocas y arena, me siento a años luz del Hotel África y su inusitado décor de surrealismo africano. No es que esté muy lejos de la costa liberiana. Pero el mar, la humedad y el despelote de la humanidad negra y simpática de Monrovia1 quedaron atrás. Aquí se respira un aire seco y sereno, la población es más apacible y misteriosa. Sigo trabajando en Africa, pero en otra, muy distinta a la que ya me había acostumbrado.
Llegué hace unas pocas semanas. Mi pasada por Bogotá, como ya es desafortunada costumbre, fue demasiado breve y apenas me di cuenta que había llegado, cuando ya estaba embarcándome para el Sahara. En Madrid perdí la conexión por retraso del vuelo y, en lugar de seguir a Casablanca, me tocó pasar allí una noche; como andaba cansado y con maleta rota, el cambio no me molestó para nada. Al otro día, en el aeropuerto de Casablanca, empecé mal mi relación con Marruecos. Como no llegué a tiempo, el representante de la misión no me esperaba; yo ingenuamente buscaba por mi cuenta la salida internacional para continuar con mi vuelo al .Sahara Occidental. y, con cara de piedra y sin asomos de sonrisa los oficiales me hicieron saber que .la provincia del Sahara forma parte integral del reino de Marruecos. y que, por tanto, el vuelo a El Aiún (su capital) es nacional. Para mi fortuna, casi inmediatamente me topé con el representante de la MINURSO2, y más importante, con Pascal, un buen amigo francés de UNOMIL. Ellos me sacaron de líos y de allí en adelante me dejé llevar como oveja mansa.
El Aiún está en pleno desierto, a unos 25 kilómetros del mar. La ciudad es nueva y muy .moderna. para mi gusto, tiene un ambiente tranquilo, agradable y con suficiente movimiento como para no ser aburrida. Por esta época el clima es ideal: calor seco y moderado durante el día, fresco por las mañanas y las noches (hay que ponerse saco y todo, es una maravilla), brisa constante, cielo azul total, estrellado por la noche: es el .invierno., delicioso. Las condiciones de vida tampoco son como nos las habían descrito antes de llegar. La ciudad tiene electricidad, agua, calles pavimentadas, se encuentra de todo. Los marroquíes han invertido mucho dinero en la zona en los últimos veinte años y los resultados se ven: nada que ver con una Monrovia destruida y en ruinas. El sitio es una verdadera belleza, rodeado de dunas maravillosas, olas de arena en perpetua mutación: un espectáculo. Me alojaron en el hotel más elegante, bastante charro pero sin el humor surrealista del Hotel África. La habitación y la alimentación son gratis, pagados por el Rey de Marruecos.
El Aiún (Laayoune en inglés y francés, Al.Ayun en árabe) fue fundada por los españoles ya bien entrado este siglo para que sirviera de capital administrativa de su colonia, el Sahara Español. Ahora quedan muy pocas señas de la presencia española, y en los últimos años la ciudad se ha .marroquinizado. montones, amén de la presencia de los militares del ejército real. Marruecos ha promovido la migración de millares de personas no-saharauis, cambiando así la estructura demográfica y el ambiente de la ciudad. El Aiún pasó así de ser un pueblo dormido a una ciudad pequeña pero pujante, centro militar, orgullo de Marruecos que hace alarde de su .prosperidad. como un ejemplo más de los beneficios de pertenecer al reino. Para el Frente Polisario, en cambio, El Aiún de hoy en día se ha convertido en un símbolo de la ocupación marroquí, una ciudad reprimida y triste, llena de .extranjeros . y fuerzas de ocupación, cuyos habitantes nativos están en su gran mayoría condenados a vivir en el exilio.
Esas dos percepciones sobre El Aiún resumen el conflicto que nos tiene aquí reunidos. Mi trabajo aquí gira en torno a la identificación de votantes para la eventual realización de un referendo. En Nueva York me habían descrito un trabajo focalizado en políticas y estrategias. Sin embargo, aquí la cosa pinta muy distinto. Se trata de una instancia operacional donde la mayoría de los funcionarios va al terreno a decidir caso por caso si la persona tiene derecho a votar. La idea no me apasiona, pues yo siempre he preferido la planeación y la coordinación de las operaciones a la implementación directa de actividades (como buen neivano, dirán algunos). Sin embargo, pienso que puede ser muy divertido; es una buena manera de conocer directamente la situación y de aprender montones. Además, el contacto directo con los lugares y la gente me ha hecho mucha falta en las últimas misiones.
La primera semana fue de capacitación y la pasé de película, conociendo el lugar y aprendiendo; a pesar de que en MINURSO es política que a los recién llegados se les deja en El Aiún aclimatándose por un tiempo, en medio de la capacitación me llamaron los jefes y me anunciaron que me mandaban a Camp Dakhla, un campo de refugiados saharauis en la zona de Tindouf. El viaje tenía que ser rápido (¿cuándo no?), al otro día. Pero según ellos no tenía por qué preocuparme, mi estadía sería de una semana. A mí ni se me había ocurrido que tendría que haberme preocupado por algo, así que cuando me dijeron que no me preocupara, pues… ¡me preocupé! Averiguando supe que ese campamento tenía una reputación terrible, era el más lejano de todos y el viaje en carro es complicado. Habían tenido muchos problemas para lograr que alguien aceptara irse, porque las condiciones de vida los ahuyentaban. Acababan de reabrir la base esa semana, pero ya un miembro de la Comisión se había enfermado y había que remplazarlo urgentemente. Acepté ir a lo más lejos de lo más lejos, y aquí estoy en Camp Dakhla, en medio del desierto argelino, feliz y encantado de la vida.
De cierta manera es irónico que desde que llegué a la misión de Naciones Unidas en el Sahara Occidental, la mayor parte del tiempo la he pasado en… ¡Argelia! Aquí es donde, huyendo de las tropas y bombas marroquíes, llegaron los saharauis independentistas en 1975. En un acto casi sin precedentes, Argelia apoyó la causa del Frente Polisario, acogiendo los refugiados y entregándoles terrenos del desierto argelino, para establecer su república en el exilio (la República Arabe Saharaui Democrática, la RASD).
Como supondrán, al tratar de resolver un conflicto territorial, hay que tener mucho cuidado al referirse a lugares y actores. Al retirarse los españoles de su colonia, los saharauis cambiaron el nombre a Sahara Occidental. Sin embargo, a pesar de aparecer en el nombre oficial de la misión, los marroquíes no aceptan esa denominación, prefieren hablar de las .provincias del sur., o de la .provincia del Sahara.. En la misión se ha optado por la denominación más neutra de .el Territorio.. El Territorio tiene una zona bajo control marroquí que los del Polisario llaman .zona ocupada., al resto se refieren como .zona liberada.. Nosotros hablamos de las .zonas al este o al oeste del birm. (muro de arena construido por los marroquíes entre las dos zonas). Tampoco se habla de la RASD, sino de .el otro lado. o de .la zona de Tindouf.. Además, oficialmente no se habla de .los marroquíes. ni .del Polisario. sino de la .parte A. y la .parte B., respectivamente.
De estas sutilezas no sabía nada cuando nos mandaron a Pascal y a mí, en un Antonov hacia Tindouf. Me sentí muy en el Sahara cuando el Antonov empezó a aterrizar en plena arena. Aún más cuando en Smara se subieron al avión cuatro sheikhs (jeques), con sus vestimentas muy propias y sus sendos turbantes y barbas, repartiendo en árabe saludos y bendiciones para la tripulación y nosotros dos. En Tindouf me despedí de Pascal, a mí me esperaba un jeep para llevarme directamente a Camp Dakhla. El viaje es de unas tres horas, y fue la primera oportunidad que tuve para apreciar el desierto con detenimiento. Tindouf se veía mucho más seco y rocoso que El Aiún, a medida que fuimos avanzando el paisaje iba volviéndose más agreste, casi lunar. El desierto en que se encuentra Camp Dakhla se llama L.Hamada: el .desierto en el desierto .. Considerado el centro espiritual (no geográfico) del Sahara. Es un entorno áspero y a primera vista hostil, es una extensión eterna de piedra y arena, donde predomina un panorama de fin del mundo, de una belleza eléctrica y muy particular. Nada que ver con el desierto de turistas con las dunas suaves y los oasis de dátiles y palmeras. Seguimos andando en zonas cada vez más agrestes y de pronto, a lo lejos, vi un puesto de guardia del Polisario. Para entonces, ya me sentía en una pelí- cula de aventura de los años 40: soldados enturbantados, con sus Kalashnikov, saludándome en árabe y español, deseándome la bienvenida. Allí, en una hondonada, como una aparición, estaba el campamento, un larguero de algunas casuchas bajitas en barro y piedra, montones de tiendas (carpas inmensas), y algunas construcciones más grandes con torres redondas, exóticas, donde quedan las escuelas y los edificios del gobierno del campamento.
Como les decía, los saharauis declararon su república en exilio desde su llegada a este sitio en 1975. Más importante, establecieron todo un sistema de gobierno, con las instancias administrativas necesarias para manejar no sólo los campamentos, sino también su lucha por la independencia y el retorno al Sahara Occidental. Estos campamentos son manejados por ellos mismos, si bien dependen integralmente de la ayuda externa. Existe un gobierno .nacional., establecido en Rabuni, cerca a Tindouf; allí están todas las oficinas públicas, incluyendo ministerios y otras dependencias. Además se han organizado cuatro grandes campamentos (wilayas, que en árabe significa algo así como comuna administrativa), donde vive repartida la población en exilio. Para darles nombre recuperaron los de las .ciudades. más importantes del Territorio (El Aiún, Smara, Auserd, Dakhla). Camp Dakhla, además de ser el más aislado, situado cerca a la frontera entre Argelia y Mauritania, es también el más grande de todos los campamentos. Se calcula en 60.000 el número de habitantes. En total, los saharauis exiliados en la zona de Tindouf están estimados entre 170.000 a 200.000, aunque es difícil saber con certeza cuántos son por la falta de estadísticas y el constante movimiento entre los campos y Mauritania.
La tarde de mi llegada yo no salía de mi asombro, al ver ese montón de tiendas en un reguero que sólo más tarde entendí tenía lógica, pues los habitantes se han agrupado en .barrios. (unidades administrativas con su gobernante). Los .barrios. han tomado el nombre de los pueblos en el Territorio, situados alrededor de la ciudad cuyo nombre lleva el campamento. Dakhla es una .ciudad . importante en el Territorio, situada en el centro (El Aiún está en el norte, cerca a la frontera con Marruecos) en una entrada al mar y al parecer de los que conocen, es el lugar más hermoso del Sahara Occidental. Camp Dakhla, muy lejos del mar, está organizada por .barrios. que llevan el nombre de Oum Dreiga, Aargub, Guelta Zemmur.
Camp Dakhla, enero 23, 1998
Un poco tarde, pero de todas maneras les va un gran abrazo de Feliz Año. Por estos lados las fiestas fueron tan poco emocionantes como lo había supuesto. Navidades las pasé aquí en Camp Dakhla, trabajando normalmente, yo soy el único no musulmán, así que ni pavo, ni tamalitos, ni regalos. Año Nuevo estuvo mejor - me fui con Pascal a Marruecos (Agadir, Marrakech y Essaouira). A pesar de lo que me encanta estar en Camp Dakhla, siempre el aislamiento es un poco intenso, y las salidas a algún lugar distinto son bienvenidas. Me sorprendió volver a ver verde: árboles, flores. El país es bonito, recordaba eso de mi primera pasada por allí hace 21 años. Agadir no me gustó, un gran centro de turismo, réplica en la costa marroquí de cualquier .resort. en Florida. Marrakech, en cambio, es increíble, me divertí montones en la ciudad vieja, perdido en las calles angostas y embobado con el espectáculo de la legendaria plaza Djenna el Fna, donde día y noche se encuentran actividades: no sólo vendedores de cuanta cosa, bailarines y músicos de la zona, sino toda clase de actividad esotérica. ¡Las mil y una noches se quedaron en pañales! En Marruecos nos tocó el inicio de Ramadán, el mes de ayuno que se celebra en todo el mundo islámico3. Vimos mucho movimiento en Marrakesch y Essaouira, pero El Aiún me sorprendió. En esta ciudad, normalmente tan calmada, la gente sale a las calles a eso de las nueve de la noche, cuando ya han comido, y las calles se vuelven un carnaval completo de animación por todos lados.
De resto las cosas por aquí van bien, tranquilas. Todos los días llega un montón de gente para ser identificada. Tenemos dos equipos de identificación, cada uno compuesto por un oficial de registro y el miembro de la Comisión. En la sala hay varios observadores: de los marroquíes (.parte A.), del Polisario (.parte B.), de la Organización de Unidad Africana (OAU). Además están presentes dos sheikhs: uno del lado marroqu í (.sheikh A.), otro del Polisario (.sheikh B.): su trabajo es dar testimonio, como jefes de tribu, sobre si conocen al postulante y si lo reconocen como miembro del grupo tribal por el que se ha presentado. Se hace una entrevista y después se decide si efectivamente es la persona que dice ser y luego el miembro de la Comisión decide si puede participar en el referendo o no (.eligible to vote.) de acuerdo a criterios acordados por las diferentes partes. Parece sencillo pero puede ser complicado, porque ambas partes andan con jueguitos.
Voy a hacer un paréntesis para explicar esto de la identificación. Dentro del .Plan de Resolución. propuesto por la ONU para solucionar el conflicto en el Sahara Occidental, se plantea que el medio de resolver el problema es a través de un referendo que le permita a los saharauis definir si quieren la independencia o la integración a Marruecos.4 Una vez las dos partes acordaron llevar a cabo un referendo para resolver el conflicto, éste se ha convertido en el eje del proceso y en un verdadero nudo gordiano. Lo primero, por supuesto, era determinar quién tenía derecho al voto, que en este caso, equivalía a decidir quién es saharaui. Primer problema, y de peso: inicialmente se podría pensar que saharaui es toda aquella persona que vive en el Territorio. El lío es que se trata de una sociedad nómada, donde tradicionalmente no se han respetado los límites que existen hoy en día entre las diferentes naciones, que son tan sólo producto de una herencia colonial. Existe choque entre un parámetro natural (la tribu) y otro arbitrario (las fronteras que hoy definen el Territorio de Sahara Occidental).
Aquí lo que funciona realmente son los lazos de relación de tribu. La sociedad saharaui está compuesta de unas seis tribus importantes, con varias subdivisiones de grupos tribales (fracciones, subfracciones) cada una con sus jefes tradicionales, los .sheikh.. Al inicio de los años 70, España había aceptado, bajo la presión internacional, llevar a cabo un referendo sobre la autodeterminación del pueblo saharaui. En 1974 los españoles realizaron un censo, que se consideró en la época muy completo (hoy en día Marruecos lo cuestiona mucho). Allí se hizo una tipología de las tribus saharauis que se encontraban en aquel momento en el territorio. El Frente Polisario siempre ha sostenido que únicamente la gente inscrita en el censo tiene derecho a votar (unas 70.000 personas), mientras que Marruecos insiste en que deben tener derecho a votar todas las personas .de origen saharaui. (y habla de 200.000 a 300.000 electores potenciales). Según algunos observadores, la intención de Marruecos es inflar la población electoral para que puedan votar todos los colonos que han traído en las dos últimas décadas, con el fin de que el resultado del referendo les sea beneficioso.
Por presión de Marruecos, finalmente se ampliaron los criterios de identificación y se acordaron cinco: el primero es que la persona esté inscrita en el censo español del 74; el segundo que la persona pueda probar que era residente en el Territorio durante el censo pero por su nomadismo no pudo ser censada; el tercero que sea hijo o hija, padre o madre de alguien censado o residente en el Territorio durante el censo. Hasta ahí vamos bien, pero luego se inventaron unos criterios para satisfacer las demandas marroquíes: el cuarto dice que no importa donde naciste siempre que puedas demostrar que tu padre es saharaui nacido en el Territorio y el quinto, que puedas demostrar que eres saharaui y viviste en el Territorio seis años seguidos o doce intermitentemente, antes del censo. Aún hay desacuerdos en la interpretación y por eso, la identificación continúa.5
Pareciera, revisando la historia de la implementación del Plan de Resolución, que la misión ha sido manipulada por Marruecos desde un inicio. Esto se ve en pequeños detalles: mi primer día en la misión, al llegar a la sede de la MINURSO lo primero que veo ondeando a la entrada es ¡una flamante y gigantesca bandera de Marruecos! A eso se suma el hecho de que los .trabajadores locales. de la misión son propuestos por las autoridades marroquíes, y muchos de ellos han sido personas implicadas en asuntos de violencia y tortura contra los saharauis independentistas. En parte por la debilidad política y la ineficiencia administrativa el proceso nunca avanzó mucho, pero en verdad, este es un asunto muy complicado. El conflicto, que en un principio podría verse como sencillo de aprehender, es realmente muy complejo, lleno de sutilezas y de tejemanejes que no permiten el fácil entendimiento ni auguran final exitoso. Es necesario revisar la historia para entender la magnitud del problema y vislumbrar todos sus recovecos.
Los saharauis son una mezcla de pueblos bérberes propios de la zona y de tribus procedentes de Yemén que llegaron al norte de África en el siglo XIII. En el siglo XVIII ya tenían identidad propia y diferenciada: grupo de tribus nómadas llamadas el Ahl Essahel. Nunca tuvieron un .estado independiente. (concepción más bien occidental), y eran tribus con soberanía. España tomó control de la región en 1884, proclamando el .Protectorado Español de la Costa Africana del Río de Oro.. Inicialmente se quedó en la costa, que sigue siendo una de las costas más pesqueras del mundo. A pesar de la resistencia saharaui, la presencia española se propagó, hasta llegar en 1920 a la Guera (en el sur, frente a Nouadibhou en Mauritania) y a Smara (en el interior) en 1934. Dividió su colonia (Sahara Español) en dos partes administrativas: Saguia al-Hamra (norte) y Río de Oro (sur). Luego fundó la capital, El Aiún, y empezó a exportar los fosfatos por los que la región es famosa.
En 1967 se formó el Movimiento de Liberación del Sahara, que fue reprimido por las fuerzas franquistas en 1970; en 1973 se creó el .Frente de Liberación de Saguia al-Hamra y Río de Oro. (Frente Polisario) para combatir el colonialismo español. Desde 1966 las Naciones Unidas se interesaron en la situación del Sahara Español, pidiendo que se les permitiera a los saharauis ejercer su derecho a la autodeterminación6; la ONU sugirió la posibilidad de un referendo a través del cual los saharauis pudieran decidir su suerte. España aceptó, y en 1974 llevó a cabo un censo de población con miras a organizar el referendo en 1975. Marruecos, por su parte, siempre había tenido pretensiones territoriales sobre toda la costa noroccidental de Africa, incluyendo Mauritania y llegando hasta Senegal y zonas de Malí (concepto del .Gran Marruecos.). En 1970 abandonó sus pretensiones sobre Mauritania, pero siguió con su mira puesta en el Sahara. Durante los 60, armó un frente unido con Argelia y Mauritania contra los españoles para presionar la salida del poder colonial. Muchos saharauis pelearon contra los españoles apoyados por Marruecos y aún al interior mismo del ejercito marroquí, hecho que Marruecos utiliza ahora para .probar. la marroquinidad de los saharauis.
Dadas las pretensiones de Marruecos, en 1974 la ONU pidió a la Corte Internacional de La Haya una opinión sobre si el Territorio había sido .tierra de nadie. (terra nullius) antes de la colonización y si no, cuáles eran los .lazos legales. entre el Territorio, el Reino de Marruecos y Mauritania. La Corte contestó en octubre de 1975 diciendo que algunas pocas tribus tenían vínculos con el sultán de Marruecos, pero que no existía ninguna relación legal entre el Territorio y Marruecos; insistió en que el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui seguía intacto. El Rey Hassan II de Marruecos organizó ese mismo día una gran marcha de civiles para .recuperar . el Sahara. Esa .marcha verde . (Al Massira)7 fue un evento majestuoso, tal como lo había querido el rey. 350.000 personas físicamente invadieron el Sahara. A los pocos días, los soldados reemplazaron a los civiles; España salió del Sahara dejándolo en manos de Marruecos y Mauritania; estos procedieron a ocupar las zonas que les .tocaba.. El Frente Polisario rechazó el acuerdo y proclamó la independencia y el nacimiento de la República Árabe Democrática Saharaui, el 27 de febrero de 1976.
A partir de allí se inició la lucha armada del Polisario para lograr la liberación del Sahara. Millares de saharauis huyeron ante la ocupación marroquí y se instalaron en el interior del Territorio. Sin embargo, los ataques a los civiles los obligaron a seguir cada vez más al interior hasta llegar a Argelia, a la zona de Tindouf, donde se les dio la posibilidad de instalar sus campos de refugiados en completa autonomía y autocontrol. Argelia y Libia continuaron apoyando la causa saharaui expresada por el Polisario y ayudaron tanto a los guerreros como a los civiles. Frente a los continuos ataques del Polisario a las tropas de Mauritania, este país cedió sus pretensiones territoriales y se retiró en 1979. Sin embargo, inmediatamente después Marruecos ocupó el sur del Territorio (incluyendo la ciudad de Dakhla, en la costa). A pesar de que inicialmente sus tácticas de guerrilla le permitieron tener varias victorias, el Polisario pronto se vio en desventaja frente a las fuerzas mucho más numerosas y mejor equipadas del ejército marroquí. Marruecos edificó el birm, un muro defensivo construído de arena protegido con minas y alambre de púas que separaba las zonas del Territorio. Hoy en día, el birm encierra, en la zona ocupada por Marruecos, dos tercios del Territorio (donde están los mayores centros poblacionales).
Sin embargo, Marruecos nunca pudo traducir sus victorias militares en el ámbito diplomático. Por una parte, es obvio que la rivalidad de Marruecos con Argelia jugó mucho, al decidir esta última apoyar incondicionalmente la causa saharaui. La .autodeterminación. del Polisario tuvo universalmente mejor acogida que la de .integralidad territorial. presentada por Marruecos. Así pues, hasta el momento ningún país ha reconocido formalmente la soberanía de Marruecos en el Sahara Occidental, mientras que unos setenta países han reconocido la RASD (incluyendo Colombia, si no estoy mal). Las Naciones Unidas han rechazado la ocupación de Marruecos y siguen preconizando el derecho a la autodeterminación. En 1984, la RASD fue aceptada en la OAU, lo que causó la salida inmediata de Marruecos de la organización. En 1988 la presión internacional finalmente obligó a Marruecos a discutir en foros internacionales el conflicto en el Sahara Occidental. Ese año la ONU presentó su plan de resolución que veía, después de un proceso de cese al fuego, de desarme y de liberación de prisioneros, la organización de… ¡nuestro mítico referendo! Para establecerlo se creó MINURSO en 1991. Después de muchos problemas, finalmente la identificación se inició en 1994 (casi tres años retrasada), y conoció mil dificultades en el camino. Camp Dakhla, febrero 15, 1998 Aquí siempre, pero siempre, sopla el viento, es lo normal. Pero hay épocas en que el viento viene repleto de arena .parecen nubes de polvo que invaden todo.. A eso le llaman siroco (cuando el viento sopla de sur a norte) y harmatan (cuando sopla de norte a sur). Ha habido interrupciones en la identificación, no han sido graves, pero son preocupantes porque pueden ser señales de evoluciones posteriores. En la última semana de enero tuvimos que parar por varios días, resultado de un incidente donde la tensión entre los dos Sheikhs no pudo contenerse. Estábamos con una subfracción de los Ulad Delim, la tribu supuestamente más árabe y en todo caso la más guerrera y .peleona .. Predominan en el sur del Territorio, desde Dakhla (también en Camp Dakhla). Me gusta trabajar con ellos porque son gente de carácter y de mucho espíritu. Pero eso a veces puede ser complicado. En esta ocasión el .sheikh A. estaba acosado por los observadores marroquíes, que no paraban de hacerle señas todo el tiempo para que no reconociera a nadie. La gente se quejaba: .¡¡¿Cómo qué no sabe quién soy yo, si crecimos juntos y jugamos juntos y enamoramos juntos?!!. Inmediatamente los observadores A decían que los candidatos estaban intimidando a su sheikh, y los observadores del Polisario no podían dejar de mostrar su descontento. En un momento dado, el .sheikh B. le dijo al .sheikh A.: .¡Uno tiene que ser burro para no reconocer a sus propios parientes! .. Allí fue Troya: el jefe de los observadores marroquíes se paró y empezó a alegar de manera agresiva y el sheikh B, que no es ninguna paloma, lo mandó a comer perdices y parece que lo trató de .berber. (manera tradicional saharaui de llamar a los marroquíes). Lo cierto es que la delegación de Marruecos se paró y se negó a reiniciar el trabajo si no había disculpas oficiales de parte del .sheikh B.. El incidente podría considerarse cómico, de no ser por las consecuencias. Me partía el alma ver a la gente, que llevaba horas esperando para ser identificada, muchas de ellas de otros campamentos y pasando apuros para poder presentarse. El .sheikh B., una belleza de persona, bastante digno e impresionante con su barba blanca y su turbante negro, no quería bajo ningún motivo presentar excusas. Como hablaba muy bien español, pasé mucho tiempo con él, tratando de convencerlo de que valía la pena hacer un esfuerzo para que la gente de su grupo tribal pudiera identificarse y tener derecho al voto. El respondía que entendía lo que yo le explicaba, pero que había momentos en que la dignidad de las personas y de todo un pueblo exigía alguna reacción: ya llevaban decenios sufriendo el yugo marroquí, escapando a sus bombas y, en un momento dado, no podían dejarse pisotear más. Después de un par de días, el viejo sheikh aceptó excusarse y las cosas continuaron, aunque en un ambiente de tensión impresionante8.
Tengo la sensación que los marroquíes están buscando excusas para parar, o por lo menos atrasar, la identificación. Me parece que ellos se están dando cuenta de que es difícil controlar los resultados del referendo, y como no pueden salirse del proceso, están tratando de bloquear las cosas pero culpando a las otras partes (el Polisario, las Naciones Unidas). El cambio de actitud de la ONU tampoco les ha dado motivos de sentirse seguros, pues luego de un largo período de ser muy complaciente con ellos, ahora la organización ha finalmente decidido actuar con firmeza. El Secretario General anunció hace poco el nombramiento de un nuevo Representante Especial. De manera que por ahora todas las partes están muy nerviosas, y el proceso ha llegado a un momento crítico, mientras todos esperan a ver qué camino coge la cosa9.
Por otra parte, los cuadros de reencuentros familiares, me han ayudado a entender y humanizar el drama de esta gente, que les ha significado no sólo la pérdida de su espacio, sino también la separación de las familias. A veces, el .sheikh A., que viene de .allá., no ha visto a sus familiares que se vinieron para .acá. hace más de veinte años. El otro día entró a la sala de identificación una señora muy vieja y al ver a su hermano, .sheikh A., que no había visto en 25 años, le dio un ataque de algo, de sentimiento digo yo, y lloraba y lloraba y lloraba de una manera tan conmovedora, con gemidos tan profundos que se me hacía pedacitos el corazón10.
Las reacciones de la gente son sorprendentes. Una vez tuvimos que sacar a una señora que se lanzó contra el .sheikh A. que no la quiso reconocer, pero que había sido su esposo por años, ella era la madre de cuatro hijos suyos. O el otro sheikh que después de interrogar a un candidato por largo tiempo, indicando con sus preguntas que conocía detalles de la vida pasada de esa persona, termina diciendo solemnemente: .Ma tarafo. (no lo conozco). La gente se siente desconcertada y ofendida, además, socialmente es grave que uno de sus jefes no los reconozca como miembros del grupo tribal.
Como lo he ilustrado, no se puede siempre tener mucha confianza en el testimonio de algunos sheikhs. Nosotros hacemos una entrevista lo más exhaustiva posible para contar con elementos a la hora de tomar una decisión. Es un chiste, porque el tipo de información que es tan importante (y tan natural) para nosotros, como el lugar o la fecha de nacimiento, para los saharauis no lo es. Cuando se les pregunta en que año nacieron, las respuestas frecuentemente varían entre el .en el año del cometa ., a .durante el tiempo de la gran enfermedad. o .poco después de la muerte de Sidi Mohammed.. En cuanto al lugar de nacimiento, ellos tienen otro concepto. .El Sahara., dicen ellos (Sahara significa .desierto .). .Pero ¿dónde en el Sahara?.. Ellos se quedan boquiabiertos. El Sahara es el Sahara. Para un pueblo nómada, la pregunta no tiene mucho sentido, pero para nosotros es vital, así que insistimos: .¿en Dakhla o en Aargub?. .Sí.. .¿Sí qué?. .Allá.. .¿Allá en Dakhla o en Aargub?. .Kif kif. (la misma cosa).
Otro asunto al que hay que acostumbrarse es el sistema de los nombres. Yo ando hecho todo un experto en el tema. Hay que saber que en el sistema saharaui no hay apellidos, y el nombre común tiene tres partes: el nombre de pila, el del papá y el del papá del papá. Así pues, un nombre común puede ser Mohamed Ahmed Abdelwuadud, o sea Mohamed wilt Ahmed wilt Abedlwuadud (wilt significa .hijo de., bint significa .hija de.). Además, en el censo español se cometieron muchos errores, incluyendo las transcripciones en español de los nombres árabes. Pero los mayores problemas se presentan con los nombres de los antiguos esclavos que tienen nombres propios pero, o utilizan el de sus .dueños., o en el censo figuran con el nombre de la familia con la que viven11. En los campamentos observa uno un abanico racial bastante amplio: hay saharauis desde muy blancos hasta bastante negros, todos islámicos, todos hablando Hassanía12, todos vistiendo la misma ropa.
Camp Dakhla, marzo 20, 1998
Como resultado de las buenas relaciones con los saharauis, últimamente nos han invitado a varias bodas. Aquí, como en todo el Sahara, las bodas duran varios días. En Timbuctú los Tuareg contaban que los festejos podían durar desde dos días hasta una semana, dependiendo de la fortuna de la familia13. También he tenido suficiente tiempo para .chismosear. el interior de las tiendas (Khaima): todas son muy parecidas, el mismo estilo de decoraci ón, muy sobrio, nada de muebles, sólo una cómoda en madera donde tienen los instrumentos del té, las cobijas y los cojines, todo lleno de tapetes hermosos. Es curioso, porque las veces que he podido entrar a una casa saharaui en el Territorio, he visto que la .decoración. es exactamente igual.
En la misión, la situación política está cada vez más compleja. Aunque el proceso continúa, y hemos avanzado mucho más de lo que nunca se había logrado, el problema de las tribus contestadas14 sigue, pero no ha habido un paro significativo en la identificación. Los marroquíes andan muy nerviosos y muy .delicados.; hace unos días interrumpieron el proceso y tuvieron una reunión de sheikhs A y observadores en Rabat. Hubo acusaciones contra la MINURSO (principalmente contra la gente de Tindouf). Los ataques de la prensa marroquí contra nosotros son feroces e injustos. Nos acusan sin la más mínima prueba.
Hasta hoy no ha habido ningún preparativo para el referendo como tal. La impresión que me da es que todos piensan que cuando se haya hecho la identificación (tan complicada) el referendo será más fácil. Todavía no se ha hablado sobre el código electoral ni sobre los procedimientos electorales a seguir. Creo que para todos es claro que las bases legales serán expedidas por la ONU en su momento. Pero el aspecto político no ha sido pensado claramente, en el sentido que aquí todo se negocia entre las dos partes, y conociéndolos un poco, esto no será nada fácil15.
Tindouf, abril 7, 1998
Ando con una tristeza espantosa. El jueves pasado cerramos el centro de Camp Dakhla, y eso fue terrible; hubo lágrimas y abrazos y salimos todos con el corazón en la mano. Fueron casi cinco meses absolutamente increíbles desde todo punto de vista. Pero qué se le va a hacer, se acabó el trabajo y había que cerrar y seguir a otras partes. Así y todo, dejar Camp Dakhla fue mucho más difícil de lo que me hubiera podido haber imaginado hace algún tiempo. Siempre lo consideré único, pero ya en marzo se había convertido en un sitio muy, pero muy especial. Ahora pertenece a mi mitología personal, y desde ya lo considero absolutamente irreemplazable.
Las últimas semanas en Camp Dakhla fueron perfectas: alcanzamos un ritmo de trabajo óptimo en condiciones muy difíciles, el tiempo estuvo de maravilla y, lo más importante, el equipo dejó de ser un montón de colegas para convertirse en un equipo bien sintonizado que disfrutaba, además, de una vida cotidiana absolutamente deliciosa. Después de otro pequeño corte en el proceso, producto de maniobras marroquíes, el ambiente de la identificación cambió montones. Los observadores de Marruecos revisaron su discurso completamente: de asegurar sin cesar que ellos ganarían el referendo sin lugar a dudas, pasaron a decir que nunca habría referendo, que nosotros en la ONU éramos unos ilusos al pensar en eso y que, en todo caso, era claro que ellos nunca dejarían el Territorio.
Bangui, 20 mayo 1998
Ya estoy en mi nuevo trabajo, en Centro Africa, sin poder cerrar mi relación con el Sahara. Por el momento, me quedo con mis recuerdos, mi música árabe, mi nostalgia por el desierto y mis propósitos de volver al Sahara. Veremos qué pasa por estos lares centroafricanos y que me depararán por aquí los próximos meses. Mientras tanto, ya desde aquí, va siendo tiempo de empezar a despedirme de verdad, esperando que sea tan sólo temporalmente: despedirme de los amigos saharauis y de los colegas; despedirme del Sahara, de sus dunas y sus cielos estrellados y despedirme de todos ustedes. Hasta pronto entonces, queridos todos ¡Massalama, shoukran!
Abrazos,
Carlos Mario
1 Monrovia es la capital de Liberia; país donde estuvo en la anterior misión con Naciones Unidas, denominada UNOMIL (Misión de observación de Naciones Unidas en Liberia).
2 Misión de las Naciones Unidas por la organización de un referendo en el Sahara Occidental.
3 Durante el día no está permitido pasar bocado, ni probar agua, ni siquiera tomar medicina, pero por la noche se .rompe el ayuno. (.break the fast., por primera vez entendí la etimología de la palabra .des-ayuno.) y son las fiestas más animadas que se pueda uno imaginar.
4 Para llevar a cabo unas elecciones en cualquier parte del mundo, lo primero que hay que hacer es establecer la población electoral. Es necesario determinar no sólo quién tiene derecho al voto, sino también cómo se reconoce formalmente ese derecho. Hoy en día, en sociedades relativamente estables, donde las elecciones son prácticas sistemáticas y regulares en el tiempo, la población reconocida como electora se define en torno a los conceptos de .nación. y .ciudadanía. - personas nacionales que cumplen con algunos criterios, entre otros el de la mayoría de edad-. El reconocimiento formal de ese derecho no suele ser más que una simple cuestión de registro de electores, generalmente resuelta a través de la presentación de un documento de identidad que prueba la elegibilidad de cada una de las personas que cree tener el derecho a votar. En los casos de las elecciones de .transición., de esas que nosotros hacemos, el problema de base es en esencia el mismo, pero su resolución es, por lo general, mucho más complicada. Inicialmente se tiene que definir quién es elegible o no. Esto lleva, en la mayoría de los casos, a confrontar la problemática que dio origen al conflicto en cuestión y que es por lo tanto objeto de los diferentes acuerdos de paz. Así por ejemplo, el problema en Camboya (donde no existía un estado unitario) era la definición de quién era un .nacional. camboyano; en África del Sur, estaba relacionado con que el manto de .ciudadanía. se extendía por primera vez a grupos de población que no eran blancos. Una vez se logra determinar la población electoral .en potencia ., el lío es encontrar formas aceptadas por todas las partes para inscribir las personas elegibles en las listas o registros electorales. Cuando existen, los documentos de identidad pueden ser muy útiles, aunque no siempre, pues alguna de las partes en conflicto puede deslegitimar documentos producidos por otra de las partes (lo cual suele ocurrir). Un obstáculo más generalizado, sin embargo, es que en las democracias .nacientes . o de .transición., la mayoría de la gente no tiene acceso a documentos. En mayor o menor medida, ese ha sido el caso en todas las misiones en las que he estado hasta el momento. Para resolver el lío hay que tener en cuenta las condiciones propias a cada situación y el contexto particular de cada lugar en donde se está. En todo caso, en general siempre se termina por adoptar alguna modalidad de la llamada .documentación social., según la cual, a falta de un documento, la prueba de identificación se hace a través de testimonios de miembros del grupo social al que pertenecen las personas solicitando el derecho al voto. En África, estos testimonios recaen la mayoría de las veces en los jefes tradicionales y tribales, como en Mozambique y Liberia. Al principio a mí no me convencía la famosa .documentación social. y me parecía una manera muy poco .científica., muy poco seria de abordar el problema. Eso, por supuesto, era desconocer tanto la importancia de las jerarquías tradicionales como la eficacia de los controles sociales por estos lados del mundo. Pero pronto cambi é de parecer. En Mozambique quedé asombrado de lo bien que marchaba el sistema: el testimonio de un jefe de tribu, además de ser el más cercano a la realidad, es el más respetado y por ende, el que consigue mayores niveles de legitimidad, que es lo que se busca durante todo el proceso. Una anécdota al respecto. En Mozambique, se tenía que probar que la persona tenía más de 18 años para poder votar. A uno de mis observadores le tocó una sesión en que un jefe de tribu vino con su hijo e insistió en que se le inscribiera en la lista de electores. Como había duda de que el muchacho tuviera los 18 años requeridos, se le explicó al jefe que no se podía inscribir a su hijo hasta no tener prueba de que el joven era ya un adulto. El jefe se puso colérico y llamó a todos los notables de la zona. Entonces, enfrente de todos los observadores, repentinamente le bajó los calzones a su hijo y señalándole la entrepierna repetía encolerizado: ¿.Eso es cosa de un adulto o de un niño?. El joven, al parecer muy bien dotado, pero bastante desconcertado con la actitud de su padre, fue rápidamente inscrito en el registro electoral.
5 Aún es temprano para tomar posiciones definitivas, pero hasta ahora no he podido sentirme totalmente involucrado en la misión como tal. La imparcialidad, que debe ser el principio de base de toda misión de la ONU, ha sido bastante cuestionada. El Frente Polisario siempre se quejó, y con bastante razón a juicio de la mayoría de los observadores, que las intervenciones de la Secretaría General para solucionar el conflicto del Sahara estaban lejos de ser neutrales. Se dice que desde cuando se empezó a gestar la misión, el entonces Secretario General Pérez de Cuellar logró .meterle goles. al Polisario en la definición de los criterios que serían utilizados para la identificación; pero que fue con Boutros Ghali, cuando la intervención onusíana se inclinó casi sin vergüenza del lado marroquí, lo cual no sorprendió dadas las estrechas relaciones entre el (entonces) Secretario General y el rey Hussein de Marruecos. En aras de la .unidad árabe., Egipto siempre ha sido (y sigue siendo) un abanderado de la posición marroquí, peleando abiertamente para que el conflicto se solucione de manera positiva para Marruecos.
6 La autodeterminación se ha definido como el derecho de los pueblos a escoger ser independientes, o a asociarse con un estado, o a integrarse con un estado.
7 Esta marcha es todavía venerada en la historia de Marruecos: el nuevo y moderno aeropuerto de Agadir se llama Al Massira. El 6 de noviembre es fiesta nacional. Nuestro hotel en El Aiún no sólo se llama Al Massira sino que está completamente decorado con cuadros de la marcha y con consignas que se cantaron durante todo el evento. El Rey consiguió con la marcha lo que se había propuesto: crear un icono de nacionalismo capaz de generar un ambiente de unidad nacional y de lealtad a la corona. En efecto, hasta allí su reino había estado marcado por divisiones internas, amenazas del ejército y descontento generalizado. Al igual que su padre había logrado unificar las fuerzas del país alrededor de la lucha anticolonialista y la expulsión de los franceses, Hassan II necesitaba una .cruzada . nacional y la encontró a la medida en la cuestión del Sahara. No importó el tener que hacer una burla de la opinión internacional (reflejada en la respuesta de la Corte de La Haya), siempre y cuando se pudieran afianzar en torno a la monarquía las energías nacionales. Yo todav ía no logro entender cómo el nacionalismo pudo jugar esa carta de .ceguera colectiva., particularmente cuando se sabe que los partidos de izquierda fueron los primeros en abanderarse de la lucha por el Sahara y aliarse con un ré- gimen monárquico que ya entonces era conocido como uno de los más cerrados y autoritarios de la región. Al Massira fue la salvación de la monarquía y explica el que todavía hoy el Sahara sea un tema de tanta pasión entre los cercanos al rey.
8 A la semana siguiente Marruecos decidió interrumpir el proceso por la celebración de la .fiesta de la corona.. Si bien ellos tenían argumentos para pedir un paréntesis, lo que se les reprochaba es el no haberlos sacado a relucir antes, sino anunciar a último momento que no se podía respetar el plan establecido con bastante anterioridad. Y ya en el momento de iniciar, se paró de nuevo la cosa cuando las autoridades marroquíes decidieron, sin aviso alguno, cambiar los procedimientos de entrada y salida de El Aiún de los representantes del Polisario (observadores y sheikhs B). Por supuesto el incidente diplomático fue de talla, y tuvo que recurrirse a largas y delicadas negociaciones para que la cosa no pasara a mayores.
9 Inevitablemente, a mí se me acusa de ser pro Polisario. Yo llegué completamente ignorante de la situación y por tanto absolutamente neutro. Es más, sin conocer la problemática del Sahara, yo siempre he tenido muy buena disposición hacia Marruecos. Hoy por hoy, después de un par de meses en los campos de refugiados y de trabajar de cerca en la identificación, es obvio que ya tengo una posición propia y mis simpatías personales. Eso en sí no es malo ni se puede evitar, pero lo fundamental es no dejar que esas simpatías influyan en el trabajo. Aquí hay un plan de resolución de un conflicto, plan que aceptaron las dos partes, y nuestro deber es velar para que el plan se implemente como fue acordado por todos.
10 También son dramáticos los cuadros que demuestran hasta qué punto el conflicto del Sahara ha convulsionado esos vínculos familiares. He visto varias veces que al encontrarse el .sheikh A. con el .sheikh B., su hermano o su padre o su hijo, inmediatamente se abrazan y se bendicen y, luego, los alhamdulilah y mashaallah (las gracias a Dios); también he presenciado escenas terribles como la del padre e hijo, cada uno sheikh de una de las partes, que se encontraron aquí en Camp Dakhla después de años de no haberse visto, y sin embargo, durante los días que trabajaron juntos, ¡no se dirigieron la palabra! El hijo, viviendo en el Territorio, está por la integración y el papá, que vive en Camp Ausard, es militante por la independencia, de tal modo que las diferencias frente al conflicto no les permiten ni reconocerse como miembros de la misma familia.
11 Esto de los esclavos hay que explicarlo mejor, porque en rigor, ya no existen. Sin embargo, dentro del tejido social saharaui, bastante jerarquizado, siempre han existido los esclavos. Oficialmente la esclavitud fue abolida por los españoles a principio de siglo, y el Polisario también la ha prohibido oficialmente, pero una cosa es la ley y otras las prácticas y costumbres sociales. Esa complicada estratificación se explica mejor desde una perspectiva histórica. Los saharauis son una mezcla de diferentes etnias, resultado de muchas olas migratorias. Las principales tribus descienden del mestizaje de tribus berber y árabes de origen yemenita (ancestros también de los Tuareg en el sur del Sahara que conocí en Timbuctú el año pasado). Ellos pretenden ser descendientes directos del Profeta, y por eso se les ha dado el status especial de .chorfa.. La llegada al territorio de las tribus árabes data del siglo XIII, cuando se dio inicio al complicado proceso de mestizaje con las tibus indígenas. Algunos siglos más tarde, ya todas las tribus saharauis estaban no sólo completamente islamizadas, sino también arabizadas (a diferencia por ejemplo, de las tribus bérberes un poco más al norte). El idioma que adoptaron todas las tribus saharauis es el Hassanía, introducido por las tribus provenientes de Yemen, y que se considera una de las más .puras. (es decir, de las más arcaicas) formas de árabe. Muy caricaturescamente, las tribus más árabes (tradicionalmente guerreras) se consideraban superiores a las demás. Las tribus que fueron sometidas dejaron de ser guerreras y se dedicaron o al trabajo artesano o a la enseñanza. Pero dentro de toda la escala, las poblaciones negras (provenientes del Africa subsaharariana) eran consideradas las más bajas de todas, y sus miembros eran esclavos adoptados en todas las otras tribus. Como decía, hoy en día la esclavitud no existe, pero sí se notan prejuicios y concepciones que reflejan esta historia. Me ha sorprendido mucho oír, de algunos saharauis muy simpáticos, comentarios bastante desagradables en relación con los negros. Ellos ahora se llaman Haratín, o .liberados., y la gran problemática en lo que les concierne es su integración total. De todas maneras son considerados ahora parte integrante de la sociedad saharaui.
12 Además, algunos hablan español; los viejos, que lo hablan con un acento muy español o los jóvenes, tanto hombres como mujeres, que han estudiado en España o en Cuba. Entonces los acentos dependen de dónde lo hayan aprendido. En general es cubano, porque son bastantes los que han ido a la isla a estudiar, gracias a becas que otorga el gobierno de Castro. He terminado bailando salsa con algunas de las muchachas que, a pesar de los velos y demás prendas, se desenvuelven muy bien. Los pequeños algo hablan también, pues durante el verano se organizan colonias de vacaciones en España, y allá siempre aprenden a defenderse. Nunca olvidaré mi primer fin de semana, de paseo en uno de los campamentos, cuando me asaltaron un montón de niños para saludarme y uno de ellos me dijo con gran algarabía: .Tú tienes el pelo mucho..
13 Parece que entre los saharauis la costumbre era igual, pero como aquí en los campamentos las condiciones son especiales, las bodas duran dos noches. Pero las aprovechan montones, a veces pienso que no hay ninguna boda, tan sólo excusas para rumbear. Las fiestas empiezan tarde en la noche, por ahí a las once, y son asunto principalmente de mujeres. En una tienda abierta organizan como un ring de boxeo, un espacio cerrado por cordones alrededor del cual están las mujeres sentadas: niñas, viejas, adultas, todas se juntan para aplaudir, cantar y echar sus gritos de .rarararara. tan típicos del Sahara. Mientras, hay un músico con una guitarra eléctrica, tocando música popular saharaui que a mis oídos parece Jimmi Hendrix en el desierto. En el centro del ring hay dos o tres mujeres que bailan, que poco a poco van dándole paso a otras. Los bailes son una maravilla, hay que ver la gracia y la finura. Mucho movimiento de manos y brazos, mucha insinuación de caderas y cintura, mucho juego con los velos. A veces, no muchas, sale un hombre a bailar, bastante impresionante con su atuendo ondeando, al son de vigorosos saltos. Alrededor de la tienda están todos los invitados, hombres y mujeres, que ven bailar y conversan animadamente entre ellos.
14 Hay tribus de origen saharaui que salieron del Territorio para Marruecos hace muchos años, en las primeras décadas de siglo, y que las autoridades marroquíes quiere incluir en la lista de posibles electores. Aceptarlos significaría inundar la población electoral con personas marroqu íes de (lejano) origen saharaui. El gobierno marroquí ha transportado varios miles de estas personas a campos de refugiados en el Territorio, esperando el referendo (es una situación surrealista). El asunto de las tribus polémicas (.contestadas .) ha sido la fuente de bloqueo más fuerte que haya encontrado el proceso de identificación y todavía no se ha resuelto.
15 Lo otro es que lo que MINURSO está llevando a cabo en el momento es un proceso de .identificación. de las personas elegibles para votar. No es un proceso completo de censo electoral (.voter registration.). Al final, el producto será una lista electoral global, especificando quiénes pueden votar, pero no habrá ninguna información de dónde se votará. Lo que he podido ver es que se asume que cualquier votante podrá votar en cualquier parte, por tratarse de una sola circunscripción, lo que creará problemas de logística electoral. Se asume también que la votación se concentrará fundamentalmente en ciertos centros urbanos (lo que disminuiría, pero no acabaría, con los problemas logísticos).
Otro complique es que al terminar la identificación de cada aplicante se le da un recibo después de la entrevista, pero no se le dice cuál ha sido la decisión. Por lo tanto, únicamente al final del proceso se publicarán las listas electorales; después será necesario cambiar el recibo de las personas consideradas elegibles por una tarjeta de elector. Si no se les da una tarjeta, y se permite a los electores venir a votar únicamente con el recibo, el día del referendo habrá miles y miles de problemas con personas que creen que el recibo les permite votar. Esto indica que va a ser necesario un paso intermediario entre la identificación de votantes y el referendo, donde se distribuyan tarjetas electorales, lo cual va a ser un camello terrible.
Esto nos lleva al otro problema, que es la cuestión de la repatriación, que está muy cruda. Por supuesto que una de las cuestiones esenciales es la repatriación de todos estos saharauis refugiados. El Plan de resolución dice claramente que el referendo se hará tan sólo en el Territorio, y que previo al referendo debe haber repatriación de todos aquellos que quieran volver. Lo que el Plan no dice es para dónde deben ser repatriados los refugiados. Es claro que se espera que los saharauis vuelvan al Territorio, pero como está partido en dos por el birm, la cuestión es: ¿deben los refugiados volver a la parte del Territorio ocupada por los marroquíes o a la parte que controla el Polisario?
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Julio Carrizosa Umaña*
* Profesor de la Universidad Nacional de Colombia. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
“…estas son cuestiones que nos afectan a todos y todos debemos participar en su solución. El estudiante estúpido y el más ladino campesino, el más honrado servidor de la sociedad y su mujer que hace tanto tiempo sufre, todos ellos tienen el derecho de decir: mirad aquí, yo también soy humano; yo también tengo ideas, sueños, sentimientos, deseos; yo también he sido creado a imagen de Dios, pero vosotros nunca me prestáis la más mínima atención en vuestros preciosos cuentos”. Paul Feyerabend.1
Para prestar atención a “todos los que tienen el derecho de decir”, Alfredo Molano sin ser nómada en un sentido estricto “vive todavía en la misma vereda donde se crió. ha adoptado algunas de las costumbres nómadas: su caminar constante en el territorio ignorado del país no busca asiento sino sentimientos; su migrar en las ciencias sociales es más impulsado por la crítica que por la necesidad de apoyo; su indagar aquí y allá en las historias de los derrotados, los humildes y los pobres sólo aspira a equilibrar sus “ideas, sueños, sentimientos y deseos “con los de los vencedores, los orgullosos y los ricos. En una nación descendiente de viajeros en donde el migrar únicamente se realiza ahora en una sola dirección, de sur a norte, es saludable reseñar y analizar los viajes circulares de Molano y para hacerlo he escogido agruparlos alrededor de tres temas que a ambos nos interesan: el ambiente, el desarrollo y la guerra.
Cuando Alfredo Molano quiere burlarse de la ortodoxia recuerda cómo en la universidad insistían sus profesores en la ausencia de un “marco teórico.en sus trabajos, o confiesa que solamente después de escribir sus primeros libros alguien le hizo caer en cuenta de que las “Historias de vida.tenían una metodología y una teoría ya desarrollada en Europa. Fals Borda ya ha tocado el tema de Molano y la ciencia tradicional en su prólogo para Siguiendo el Corte, cuando se pregunta: “¿ Como hizo Alfredo Molano para obtener semejante monta ña de datos tan interesantes e importantes para la sociedad y la historia del país y del Llano ?¿ actuó como sociólogo, como literato, o como periodista? Esta polémica me tiene sin cuidado, aunque conviene recordar que lo literario no es simple copia de lo cotidiano o lo folklórico… Con la sociología positiva o funcionalista tampoco habría llegado ni a la mitad de lo que obtuvo…”. Creo que el asunto es tan importante que merece algunas reflexiones adicionales, esta vez desde el punto de vista del ambientalismo.
Parte del trabajo de Alfredo Molano durante estos últimos quince años tiene que ver con estudios de impacto ambiental pero no voy a sostener que por eso es un ambientalista; lo evidente para cualquiera de sus lectores es que en su descripción de ese país “desconocido e ignorado”, Alfredo lo que hace es superar el desprecio por el espacio geográfico que caracteriza a los sociólogos clásicos, pasar por encima de la timidez del historiador que evita hablar de sus contemporáneos y quebrantar todas las normas literarias que aconsejan no recontar las historias ya contadas. Hace todo esto llevado por uno de los sentimientos más caros al pensamiento ambientalista: el respeto a los otros. En su caso el respeto a los derrotados, a los humildes y a los pobres.
Esa consideración a los otros, a los que nadie respeta, entre otros a los nómadas, lo ha conducido a romper, ampliar y migrar entre las teorías y los campos, porque esas teorías y esos campos tradicionales no respetan la otredad, usurpan sus identidades y pretenden ser sus voceros sin comprender su heterogeneidad y complejidad, tal como lo expone Feyerabend. Unas veces agrupándolos en esquemas generales, otras reduciéndolos a simples cifras matemáticas, las escuelas científicas gestadas en el siglo XIX convirtieron a los derrotados, a los humildes y a los pobres en frases de cajón, en partes obligadas del discurso de cada uno de sus modelos sin nunca profundizar en la variedad de su naturaleza.
Alfredo rompe el cajón de las frases hechas a imagen y semejanza de los grandes pensadores, las despedaza y viaja con los restos en su morral supliendo los vacíos de sus personajes con interrupciones y anotaciones aquí y allá, recogiendo y aportando, como los verdaderos nómadas, recordando humildemente a los maestros pero respetando más el decir del común. Ese migrar de ida y vuelta entre los humanos y lo que llamamos ciencias humanas va más allá de la sociología y por eso Molano tiene que migrar hacia la literatura, el periodismo y la política.
Algunos colombianos de la generación de Alfredo y de las anteriores supimos del país como él lo relata, en la cocina de las casas de nuestros padres, “oyendo a los peones”, a las cocineras o a los choferes y algunos también recordamos lo que allí se decía en medio de la falsa paz de principios de siglo, pero son muy pocos los que, en palabras de Fals, todavía “sentimos sus vivencias muy adentro en cabeza y corazón”. Ese sentir adentro no se logra tratando de enmarcar nuestra inusitada realidad en las estrictas secuencias sistematizadas por los europeos del novecientos, como trataron de hacerlo innumerables académicos de izquierda y derecha; a la cabeza y al corazón sólo se llega mirando profundamente y para lograr ese mirar “todo vale” en términos de Feyerabend.
El mirar profundo de Alfredo Molano se enfoca al individuo y en eso también rompe los marcos y las teorías; partir del individuo para comprender la realidad no es común en los científicos sociales comprometidos con las clases populares, muchos de los cuales prefieren deducir de los grandes relatos el pequeño papel que le corresponde a su propio país, despreciando la enorme riqueza del mirar dentro de cada actor incisivamente pero con respeto, como lo hace con las mulas del narcotráfico o con los colonos del Guaviare, para obtener “testimonios ricos en gente”, no en datos, como descubrió tempranamente en su tesis para la Universidad de París. Pero en Molano ese mirar profundo es a la vez un mirar amplio, como lo manda el pensamiento ambiental. El “tuerto Giraldo.no es un actor aislado en una sociedad abstracta; tiene un pasado histórico y una región geográfica en la que transcurren sus andanzas y un partido y un país que le duele en medio de la guerra atroz que lo domina. Alfredo ha confesado varias veces que ese contexto histórico y geográfico es parte de su aporte personal: “cuando había lagunas simplemente me las inventaba “dice en una entrevista, pero es necesario agregar que ese inventar no es ingenuo ni improvisado, surge de su subjetividad, construida no sólo en las universidades sino en su dialogarreflexionar, con su familia, con sus amigos y con sus enemigos. Esto no es nada nuevo para los que han reflexionado y escrito sobre el papel del observador en la investigación científica; lo nuevo es que el investigador lo reconozca como parte de su propia metodología.
Ser capaz de mirar profunda y ampliamente es un don indispensable para sobrevivir en el nomadismo; no solamente es necesario distinguir los gusanos comestibles sino conocer detalladamente los límites del territorio propio. Es gracias a ese mirar profundo y amplio a la vez que Alfredo Molano puede acercarse a los fenómenos más duros de la realidad contemporánea colombiana; el ambiente, el desarrollo y la guerra; todo entrelazado entre su mente y las mentes de sus entrevistados en grumos de neuronas que se extienden hacia el cerebro colectivo, desgarrado y enloquecido, que llamamos Colombia y que trata, tal vez en vano, de constituirse en Nación.
“…el capitán salió de la casa de Jovita armado con jabón de olor, agua y cepillo, y se puso a lavar hoja por hoja del jardín que rodea la casa de Jovita y luego, muy detenidamente comenzó a lavar el aire , que no es tan difícil como parece…”( Así mismo, p. 31).
Según el Capitán Cornelio, para limpiar el aire no hay que “hacerlo con cada partícula sino… limpiar algunas capas para impedir que el olor se propague. El secreto está en que las capas del aire no son horizontales sino verticales”. A Cornelio lo descubre Molano en uno de esos viajes que forman círculos concéntricos hasta llegar al centro del torbellino, a la esencia del problema. Cornelio vive en uno de esos centros imposibles de la realidad oculta de Colombia, al pie de una inmensa catedral construída debajo de una figura gigantesca de Cristo, en medio del manglar del Pacífico “cuando el sol empezó a caer solemne (y)… En el aire explotaba un color como de cobre en polvo”. Con el capitán Cornelio y su limpiar gradual del aire entra el ambiente mágico en los textos colombianos como concepto imprescindible para comprender sitios como la costa colombiana del Pacífico, con su humedad perenne y sus refugiados africanos seculares. Las caminatas circulares de Molano siguen mágicamente las tragedias de los nuevos nómadas en su rondar perenne por la geografía colombiana, esquivando al hambre, soslayando la violencia, en el rebusque continuo por trochas que nunca llegan a lo que se busca.
Completando los círculos, Molano llama la atención de aquellos que miran constantemente al norte sobre la necesidad de mirar alrededor; en su propio “ecos”; escudriñando el detalle de la trocha de La Macarena; ligando a Bogotá con las fronteras líquidas ; yendo hasta el vórtice de los círculos viciosos del poder y la pobreza, tratando de coser los girones del pasado no tan glorioso con las hilachas que anuncian un porvenir incierto. Los caminos circulares son el ambiente de los recolectores de café, los de los camioneros, los de vendedores de muestras médicas, los de los desempleados y también los de la guerrilla cincuentona y los de los raspachines que logran retornar a su base; ojalá cada vez más los de los intelectuales colombianos.
El ambiente en la mayoría de los textos de Molano es integral como lo veía el joven Marx; y como lo perciben todavía los últimos nómadas en el interior del continente americano; unidos indisolublemente hombre y naturaleza. La joven boyacense a quien el miedo y un programa de radio hacen emigrar al Guaviare se queda en su finca La Bonita a pesar de que su compañero la abandona, por razones que podrían calificarse de ambientales: “A mí me gustaba el ambiente. Desde el rancho oía el hacha del patrón, oía el hacha de mister Chizas y el hacha de otros vecinos. Si algo se me ofrecía no era sino caminar y ahí en la trocha topaba vivientes y vecinos”.(Siguiendo el Corte, p. 222). El ambiente proporcionado por el ruido del hacha en la soledad de la selva y el encontrarse en la trocha con aquellos con quienes se comparte la aventura, no se hallan en los estudios ecológicos donde el ambiente humano no existe, pero está presente y explica gran parte de la realidad de las zonas de colonización en Colombia. Cómo comprender la persistencia del colono sin tener en cuenta esa ilusión de construir una nueva sociedad o, por lo menos una nueva familia: “yo había mirado en el hato El Viento a una mujer delgadita ella, ojizarca, altanerita al caminar y fina para la soga. Se me metió entre los recuerdos y no hacía más que mirarla en mis adentros.( Del Llano llano, p. 65). Fals en su prólogo a “Siguiendo el Corte” hace énfasis en esas visiones positivas de la vida del colono: “al leer los relatos por segunda vez, logré descubrir… jirones de alegría, hilos acelerados de paz y esperanza…”
Esas ilusiones no se encuentran solamente en las palabras de las jovencitas y los mozos ingenuos; el Tuerto Giraldo, uno de los primeros que llega al corte y uno de los personajes más duros de la saga confiesa: “Con ellos oí hablar por primera vez del llano. Me sonó como una tierra lejanísima, como un país donde cada cual hacía su suerte, donde no había patrones porque era tierra del que llegara. Me entusiasmó su fama y comencé a soñar con Villavicencio. Era el año cuarenta.” (Siguiendo el Corte, p. 22). La primera impresión relatada por los colonos coincide con sus ilusiones: “eran unos cedrales extensos había mucha cacería manadas de quinientos y mil cafuches, pava real, danta, tigre, pero de agua y pescado el que se quisiera, de resto solo indios guayaberos”, así describe Giraldo su primera entrada a La Macarena y en eso coinciden la mayoría de los que llegaron en los años cuarenta al piedemonte de la cordillera oriental: “en el salado de Mapiripan hemos estado matando saínos todo el día hasta que la sangre me disgustó … esas riberas eran puras selvas (Ariari abajo de Puerto Lleras). Llegando a Puerto Rico vinimos a conocer las toninas que saltaban adelante como queriendo jugar, Perafán las odiaba porque dizque se comían el pescado… decía que haciendo un balance se iban a quedar dueñas del río” ( Siguiendo el Corte, p.217).
Los comienzos de la colonización, la sedentarización del nómada son recordados con detalle y cariño por los entrevistados; como añorando lo que se lee en las descripciones de la conquista o de la colonización antioqueña; “el cura Arango sacó la plaza a cordel con unos topógrafos que mandaron de Bogotá fueron ellos y no el Melco los que dijeron donde hacer la plaza y por donde debía ir el pueblo… el pueblito comenzó y completó cuarenta casas en pocos días. La madera se volvió buen negocio y se montaron aserríos para sacar cedro amargo… la gente que llegaba del Tolima, del Huila, del Valle, de Caldas, comenzó a buscar qué hacer, unos cogieron montaña adentro a tigrillar, otros a pescar pero los que venían con familia buscaban la agricultura poco a poco se hizo comida el maíz dio muy bueno, la yuca y el plátano eran de mostrar”.
El quiebre de las ilusiones es muy rápido en este nomadismo impulsado por el odio a Bogotá y por las ilusiones de viejos combatientes: “no faltaba la danta, el chigüiro. Por carne no se sufría. Teníamos brío, íbamos para adelante y trabajábamos confiados, pero yo notaba que el patrón de día en día se me decaía… al fin le pregunté. El me dijo que la tierra no servía que era una banqueta pobre de barro colorado que la arenilla estaba ahí mismo que no valía la pena… hay que meter ganado o vender (Siguiendo el Corte, p. 222); “el Melco tenía una cuadrilla de marisqueros que salían los jueves y llegaban los sábados con dos dantas de catorce arrobas cada una, también traían zaíno, cafuche, venado…cuando hechó a escasear porque ya estaba muy retirado el monte, dio ganado en compañía, al aumento… La tigrillada seguía, pero era cada vez mas difícil; la pesquería en cambio, sí se movía porque esos ríos eran muy plenos en pescado… La gente mantenía su mejora a punta de pescado.(Siguiendo el Corte, p. 195).
No fueron las toninas las que se tomaron el río, como lo temía Perafán el lanchero; la globalidad aportó una respuesta diferente.
“Con la coca llegó el mundo. El trabajo valía, la gentecita era respetada, había música en todas partes. Comer dejó de ser rebusque. El problema comenzó a ser encontrar en qué gastar”.(Así mismo, p.45).
La llegada de la marihuana y de la coca está explicada en varios de los textos de Molano y contrasta en ellos con la ruina y el desconcierto de los colonos; primero al descubrir la incoherencia entre el ecosistema y la agricultura que ellos conocían y posteriormente, cuando por fin logran una gran cosecha de maíz, al entender el desastre producido por el mercado. “…había maíz por todos los lados, como ahora coca, pero el maíz si se veía…nadie recibía maíz ni regalado…Nos arruinamos. Pasó como con el agua. En el invierno hay agua hasta que lo aburre a uno y en el verano ni una gota de esas que sobran ( Siguiendo el Corte, p. 227-228).
Fue ese el primer fracaso de la “rehabilitación” del gobierno de Lleras Camargo; primer intento de conciliación que ha sido copiado en varias ocasiones desde entonces con diferentes nombres, tratando siempre de “estabilizar. o de “consolidar. las colonizaciones en la Orinoquia y la Amazonia. En las palabras del Tuerto Giraldo los errores básicos se perciben con mayor claridad que en las diferentes evaluaciones que han hecho los especialistas: “la rehabilitación fue un fracaso. Primero porque trataron de colonizar con gente que no tenía ni idea de la tierra. La mayoría eran amigos políticos de los jefes de Bogotá. Gente que les incomodaba y resolvieron echarla para los Llanos y allá cayeron. Les midieron el pedazo de parcela, les dieron herramientas, semillas, plata para ganado, fundaron cooperativas, repartieron casitas, hicieron todas esas trochas, la 11, la 7, la 15 ¡Como jugando a hacer un pesebre!… Por la noche los recién llegados se ponían a tomar aguardiente, a jugar cartas, a jugar tute, a darse cuchillo. Un burdel. La mayoría vendieron las herramientas y las reses y se devolvieron a Bogotá, otros se bebieron la plata. (Siguiendo el Corte, p. 112).
Unos años después la decisión que tomaron quienes se quedaron , no fue tan sencilla como quisieran explicarla quienes hacen énfasis en el dominio de la racionalidad económica: “El patrón pensaba una y otra vez en la marihuana, que por esos días estaba en su fina, pero tampoco se atrevía. Un día decíamos que sí, al otro día que no. No sabíamos”. Algunos se han quedado en sus predios, dominando con sentimientos el afán de dinero fácil, para otros, tal vez para la mayoría, la oferta era demasiado grande y los cambios rápidos y brillantes: “la gente se volvió loca, lo primero que se compraban era una buena pistola, un buen revólver, un sombrero de plumas, mujeres, trago, pernicia, se olvidaron de los sufrimientos y se taparon con plata. Al lado de la plata que corría llegó otra maldición, esta si de verdad, la vida no valía porque se podía pagar, ¿quién podía dejar de sembrar coca cuando todo tenía el precio de la coca? (Siguiendo el Corte, p. 282).
La coca y la marihuana son los productos nómadas por excelencia; migrando constantemente sobre el globo; escondidos en el intestino o en el entresijo de otros objetos, movi éndose tanto entre millonarios como entre los miserables, mencionados constantemente de boca en boca, hasta en los niveles más altos de los negocios y los gobiernos; modificando el comportamiento de millones gracias a sus artimañas y fantasías, son los gitanos de la sociedad de consumo. Pero la euforia del desarrollo no es muy diferente aún cuando cambien los productos. Molano describe varias veces escenas semejantes correspondientes a cada una de las sucesivas bonanzas de la Orinoquia y la Amazonia; la de la cacería, la del caucho, la de la madera, la del oro y finalmente la del petróleo, todos también productos nómadas entre la pobreza y la riqueza. Las pieles de tigre y de caimán que desde el siglo diez y nueve viajaron de las selvas y llanos colombianos a los centros de poder de Europa y Estados Unidos, generando fortalezas y envidias femeninas y regresando en forma de órdenes de compra hasta que se agotaron las existencias, el caucho, nómada que se alimentó de las entrañas de los nó- madas primitivos para movilizar los nómadas de la modernidad, la madera con que se repararon y construyeron las chalupas y los navíos que facilitaban el encuentro de las cuatro razas de nómadas, el oro que todavía no deja de moverse por el globo y ahora el petróleo: “Cusiana es una disnelandia pero pocos llegan a darle la mano al miquemause… Cusiana es un círculo vicioso del que la gente no sale. Todo el mundo habla de bonanza, pero si la bonanza no la está viviendo el pueblo, ¿entonces para quién es? Así como estamos el comerciante es el único que la prueba y se la lleva; el oportunista es el único que la vive y la goza (Del Llano llano, p. 101-102).
En sus propios textos, en los instantes en que calla a sus personajes, Molano se muestra tan extrañado y extasiado como ellos ante la intensa transformación que se genera cuando entra el dinero, el nómada mayor, y globaliza la selva: “Nos asomamos a un mundo alucinante y maravilloso, Calamar se nos presentaba como un verdadero país, un país extraño y sin embargo nada nos era ajeno. Allí se encuentran las mismas fuerzas que estructuran el país total al que estamos acostumbrados pero se expresan con una nitidez y con una desenvoltura que agobian y alarman…el futuro de las zonas de colonización y de buena parte del país agrario se desenvolver á dentro de las coordenadas básicas que enmarcan a Calamar, en el fondo fuimos testigos excepcionales del porvenir ( Selva Adentro, p. 106).
Esa premonición de Alfredo se concretó durante los años siguientes en buena parte del país; Calamar se reprodujo fácilmente en las grandes metrópolis durante algunos años. En uno de sus últimos libros “Rebusque Mayor.Molano deja contar sus vergüenzas a los nómadas secundarios de esa época: las mulas y el arriero, los traquetos y los muñecos. “Sembrar coca los hace sentirse más verracos”, dijo Molano en la televisión hablando de los cultivos del Guaviare y ese sentirse más verracos se extendió por el país entre los derrotados, los pobres y hasta dentro de los humildes, ya no en el campo sino en las ciudades y en el resto del mundo. Ese es el modelo de desarrollo que conoce la mayoría del país, que llegó atropellando en los años setenta, se afianzó en los ochenta y hoy agoniza en la recesión de fin de siglo. Formas de desarrollo globalizadas a través de mulas y arrieros, nómadas aéreos, echando p.adelante, surtiendo el mundo de fantasías y desgracia.
En 1987, cuando no se conocía todavía la profundidad de la crisis, Molano expone sus dudas: “pero esa cultura emergente que hoy cuenta con cuadros tan preparados o mejor preparados que la cultura tradicional; que educa a sus hijos en Londres, Nueva York y París; que trabaja con sesudos economistas que manejan buena parte del delicado y dinámico mercado mundial de la droga, esa cultura emergente es expresión de una clase que compite con el poder del Estado y con el orden prevaleciente. Ella es producto de la historia del país; ha modelado lentamente una economía y ha preparado laboriosamente un escenario. No va a entregar todo por nada y si llegaran a derrotarla… ¿qué pasaría?”
En esas estamos.
En Colombia hay dos países, aislados entre sí, que se desconocen el uno al otro, se temen y cohabitan en forma violenta. Uno de estos países es el que escribe la historia… el otro país es muchísimo más vasto y numeroso… y casi del todo desconocido e ignorado por él. Ese país es el que Alfredo Molano se ha empeñado en dar a conocer en sus escritos (María Mercedes Carranza, Prólogo a “Así mismo.1993).
La guerra, desafortunadamente, es el mecanismo que une ambos paí-ses a lo largo de nuestra historia. Molano ha dicho que le tiene “terror a la guerra”, pero al mismo tiempo la corteja y goza escudriñando en la historia sus entresijos. Varios de sus personajes reducen sus recuerdos a los guerreros de cada familia, pasando de la primera violencia de este siglo a la guerra de los Mil Días y a la de Independencia sin discontinuidad de generaciones. El “muñeco. que empieza como atracador pasa a la guerrilla, vuela con coca hasta Miami burlando los Phantom y acaba como dueño de una empresa de vigilancia, tiene entre sus antepasados guerreros compa- ñeros del general Reyes en Enciso y mártires liberales que pelearon en la llanura de Garrapata contra Marceliano Vélez. Los Zabaleta, familia de guerreros tolimenses tienen abuelos peleando en África y en el Puente de Boyacá a favor del rey de España. Con Molano hemos comentado varias veces la dureza y persistencia de estas dinastías de guerreros, aventureros de cepa, nómadas de ametralladora, que nunca van a cambiar las “delicias.de la guerra por la vida sosa en un taxi, en una beca o en una curul.
En Selva Adentro, su libro más ortodoxo o tal vez el único ortodoxo de sus libros, Molano plantea hipótesis sobre el carácter armado de la colonización desde que la “Columna de Marcha.condujo a los sobrevivientes de Sumapaz hasta el Llano. Ese carácter de colonización armada se percibe en la mayoría de sus libros como gestado a partir de la muerte de Gaitán; muerte que para varios de sus personajes tiene importancia vital. En ese sentido Molano se aparta de la mayoría de los historiadores de su generación que supeditan lo partidista a lo económico y pasan por encima de los argumentos ideológicos que estuvieron detrás de los análisis que hicieron sus antecesores sobre las guerras civiles del siglo anterior. Los personajes de Molano tienen partido y mueren por el partido. En Selva Adentro se insiste en la continuidad dinástica entre chulavitas, pájaros y matones del narcotráfico, dinastía que Molano ha extendido en recientes artículos de prensa.
Pero, al contrario de los historiadores del siglo diez y nueve en Siguiendo el Corte hay campo para otros factores diferentes al ideológico. En los relatos de las disputas internas, en los análisis sobre las tendencias de la guerra se hace evidente que muchas veces más adentro de la ideología y de la economía está el carácter de cada jefe, sus debilidades y valentías, las cuales adquieren potencias gigantescas cuando el poder se concentra en la soledad de una persona y cuando esa persona, ungida por la retórica guerrera, se enfrenta al azar. Los relatos que detallan las muertes de Guadalupe Salcedo y de Dumar Aljure son maestros de la multiplicidad de fuerzas que los motivaron.
La guerra es coherente con las características del ambiente y las formas que ha tomado el desarrollo en Colombia y al mismo tiempo, paradójicamente, es sólo el estado de insurrección el que trae algún orden a ese entremezclar de ambiente y desarrollo. El mismo Giraldo, “rehabilitado “después de su guerra partidista, cruel, desordenada y caótica, es seducido por la guerrilla comunista incipiente: “El camino hacia La Uribe era muy bello, a lado y lado de la selva caños rápidos y claros, pájaros, micos, pavas , curíes y naturalmente tigre y culebra …los colonos trabajaban con ánimo tumbando selva y haciendo rozas, tenían maíz, arroz, algunos café, cacao, ganado, habían hecho trochas por todos los lados, bien trazadas, amplias y las conservaban limpias, la gente aunque armada era pacífica nombraban solos sus autoridades, sus maestros de escuela, tenían puestos de salud, muy elemental, pero no les faltaba atención. “(Siguiendo el Corte, p. 111). El tío Zabaleta, también de estirpe liberal presenta, con algo de cinismo, iguales imágenes de la guerrilla como ordenadora de la sociedad: “Un buen día fue apareciendo otra ley, la ley de los muchachos, la de las guerrillas… nos explicaron que eran de la guerrilla, que eran el ejército del pueblo… siempre que vienen o que uno va a las reuniones, tienen el mismo parlamento… parecen evangelistas…a nosotros nos hacen recordar las misas… después llegaron a decirnos que habían prohibido el bazuco…después arrimaron buscando un ganado que se había perdido…poco a poco se metió el orden…”. En los últimos meses hemos visto en la televisión a los nuevos nómadas guerrilleros, llevados por el mismo afán totalitario y moralizador, de municipio en municipio, buscando una nueva casa verde.
En ese orden, ingenuo, errático, cruel, transitorio y parcial Molano se pregunta: “¿qué pasaría con los miles de brazos que encuentran empleo directo o directo en el negocio de la coca porque la estructura tradicional no ha sido capaz de dárselo… la coca ha desencadenado un proceso irreversible, o las fuerzas suscitadas por la estrechez estructural del antiguo modelo encuentran acomodo y logran ser integradas a una nueva sociedad o ellas construirán su propia alternativa y el país tendr á que acostumbrarse a dos sociedades en permanente pugna”.La sustitución de los cultivos de coca es, naturalmente la opción. …las zonas de rehabilitación deberán ser objeto de una reforma agraria radical que cerrará el paso a las fuerzas que aténtan contra su estabilidad y su progreso”
( Selva Adentro, p. 138)
Desde que escribió lo anterior, la situación aparentemente se ha modificado pero manteniendose en lo sustancial. Molano se ha concentrado en sus columnas periodísticas que le proporcionan una audiencia oportuna y mayor; desde allí trata de influir en un proceso de paz en el que ya no desempeña un papel oficial. Su tesis central sobre la necesidad de la reforma agraria regional ha sido sobrepasada por posiciones como la del expresidente Lopez quien propone la incorización de los predios bien explotados en el interior de la frontera agraria. ¿Estamos en realidad en vísperas de una nueva sociedad brotada de una reforma agraria radical ?
Quisiera creer en una solución tan sencilla y factible pero quien ha leído concientemente la realidad nacional y la considera en un contexto internacional en el que la mayoría de los países pobres siguen quebrados y corrompidos aunque estén en paz o no logran alimentar a sus pueblos aunque sean ordenados y comunistas, sabe que ahí no está la respuesta y, probablemente, los dos países continuarán en su vagar, unos hacia el norte, orientando anhelos y dineros hacia la estrella polar, otros circularmente, saliendo o entrando al remolino durante varios años más.
1 En Adiós a la Razón, 1984.
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